Taiwan Today

La frase "Con las dos manos, uno puede hacer milagros" no es aplicable a Chang Wei-teh, una joven china, quien ha estado padeciendo de parálisis infantil. A pesar de haber perdido el uso de sus miembros como resultado de un ataque de poliomielitis a la edad de seis meses, ella ha recobrado el uso de su pierna izquierda después de tres años de tratamiento médico. Ahora, se las ha arreglado para convertirse en una artista competente sujetando el pincel con los dedos de su pie izquierdo. Chang, de 24 años de edad, está estudiando en la Escuela Vocacional de Artes de Fu Hsing en las afueras de Taipei. En su casa, cerca de la escuela donde asiste, Chang dijo que el punto crucial de su vida llegó cuando conoció a la famosa artista japonesa, Hiroko Kimura, de 45 años de edad, durante su visita a Taiwan el año pasado. Kimura, ha estado limitada también al uso de su pie izquierdo desde que sufrió una parálisis cerebral a la edad de dos años. Chang dijo que ella ha aprendido a pintar durante tres años, y ha vendido sus pequeños trabajos al óleo, después de las clases, en el corredor de una organización no lucrativa llamada la Fundación Cultural y Educacional de Cheng en Taipei. Cuando Kimura visitó la fundación, elogió el talento de la señorita Chang. Kimura, desde que empezó a tomar clases de arte en 1964, se desenvolvió hasta convertirse en una artista aceptable. Su trabajo, basado en temas con flores y sobre la mitología japonesa se conocen internacionalmente. Ha sido miembro de la Asociación de pintores de la Boca y los Pies por muchos años. Esta asociación, fundada en 1956 en Vaduz, Leichtenstein, cuenta con unos 200 artistas incapacitados de todo el mundo como miembros. La organización adquiere los privilegios de los derechos de autor de sus miembros y, a cambio, les garantiza una vida económicamente independiente, libre de miseria. Los derechos de reproducción se otorgan a los editores quienes usan las obras para ilustrar excelentes calendarios de arte, impresos y postales. La asociación también ayuda a los jóvenes pintores al otorgarles becas para continuar su educación. Con el estímulo de la señorita Kimura, Chang hizo una solicitud para ser miembro de la asociación y recibió una renumeración mensual de 300 francos suizos (US$150). Chang, quien vende sus pinturas en lugares públicos en Taiwan, aprecia mucho el dinero extra que obtiene de la asociación. ¿Qué inconvenientes encuentra Chang al llevar a cabo las tareas de su vida diaria con el uso de su pie izquierdo? Ella dice que se ha adaptado completamente a la situación. Puede hacer casi de todo: comer, cepillarse los dientes, tomar notas en clase, darse un baño, pintar y hasta agarrar maní. Con su caracter independiente y el estímulo de sus padres, se le ha permitido completar muchos trabajos con su pie izquierdo. Sin embargo, necesita ser acompañada para ir al colegio. Desde luego, ha tenido que esforzarse para lograr tales progresos, y a aprender a soportar ciertas presiones. Ella empezó su carrera como pintora, después de tomar clases en un centro de entrenamiento para incapacitados. Espera poder pintar profesionalmente después de graduarse de la escuela en 1983. Pero recuerda lo dicho por uno de sus profesores: "No aceptes elogios de alguien que lo haga por simpatía a tu incapacidad; más vale enriquecerse con alabanzas de gente que vea el valor y la validez de tus pinturas." "La incapacidad puede causar depresión en la vida de uno. Sin embargo, Chang ha vencido sus dificultades, con confianza y una perspectiva optimista hacia la vida. Quienes la conocen, esperan que ella seguirá su vida con el pincel y los colores. Esta chica, en realidad, es un buen ejemplo de superación humana.