Taiwan Today

Chen Lin (señora de Jin Shih-Pu) nació en el poblado de Chou Chia Kou, provincia de Honan, China Continental, en 1925 y fue educada durante el perivdo de la Guerra Sino-Japonesa. A pesar de las penalidades que conllevó el combate, ella logró desarrollar una personalidad independiente, unida a un fuerte sentido de patriotismo y orgullo nacional. Hasta podría decirse que, posiblemente por lo anterior, trató de hallar un mundo de paz en el arte de la pintura china. Aunque sus obras son únicamente en estilo chino, la realidad es que no están sujetas a ninguna de las escuelas de los grandes maestros. Por el contrario: reflejan una imaginación creativa y no limitada a lo tradicional. Los exuberantes trazos de "El Gato", una de sus obras maestras, son una muestra de este original talento. El uso de los pinceles -tal como el Kungfú chino- toma a veces varios años de paciente práctica, pero Chen Li ha llegado ya a una etapa en que puede -casi como en un acto de magia- tomar el pincel para expresarse a sí misma, con trazos duros como el acero, firmes como la roca o bien suaves como la seda, tal como lo expresara uno de sus críticos. La artista dice que nunca ha dejado de observar y reflexionar en todo, a fin de estimular su mente. Y es que su pintura parece más salida de la imaginación que de la naturaleza. Chen Li realizó su primera exposición en enero de 1973 en Taipei. Destacados expertos de varias generaciones elogiaron en ese entonces sus obras, la mayoría de ellas en caligrafía. Esta exhibición fue el punto de partida para el éxito que tiene ahora como pintora. Chen se casó en 1947 con un Mayor de las Fuerzas Armadas que actualmente es General. Tiene tres hijos. Es una ama de casa en todo el sentido de la palabra y, para lo que nos ocupa ahora, baste decir que es una verdadera exponente de la pintura china ante el mundo actual.