La más famosa actriz del ching hsi en el Siglo XX, Mei Lang-fang, contribuyó enormemente a la introducción de esta forma de arte en el mundo occidental.
En el pasado, los grupos de Opera China eran apoyados por emperadores, nobles de la corte y comerciantes. Y aunque algunas presentaciones eran altamente consideradas, los artistas en sí procedían de familias pobres, eran huérfanos y mirados como de clase baja.
Pero, la modernización ha cambiado la situación y a fin de preservar esta forma única de arte, el gobierno ha establecido varias escuelas experimentales de ópera nacional para adiestrar a los artistas.
Una de estas, la Escuela Experimental de opera de Fuhsing, fue inaugurada en Taipei en 1968 y ha producido más de 300 graduados. Actualmente, la asistencia es de 230 estudiantes, divididos en ocho grados. La enseñanza es gratuita y los alumnos viven allí mismo.
Cualquier niño que ha completado el cuarto grado en la escuela elemental puede ingresar, a la escuela y luego de ocho años podrá graduarse con un diploma de secundaria.
Los estudios de ópera son de 6.00 a.m. hasta el mediodía, diariamente, y de 1.30 p.m. a 8.30 p.m. los estudiantes toman las clases correspondientes a la escuela elemental o el bachillerato. Después de tres años en la escuela, les son asignados papeles específicos.
Se cuenta con 22 instructores de ópera y 12 profesores ordinarios.
Los sábados y domingos en la tarde, estos alumnos realizan presentaciones para audiencias compuestas por otros bachilleres. La escuela tiene también una compañía de 70 graduados y músicos, quienes se presentan ante el público cada cuatro días en promedio. Es de anotar que los miembros de este grupo reciben un salario de más de NT$10.000 (US$300) mensualmente.
La Escuela de Fushing cuenta con una adecuado teatro con 400 sillas y coopera con la Asociación de Visitantes de Taiwan en el ofrecimiento de presentaciones, dos veces a la semana, para los turistas.
También, periódicamente, se realizan allí seminarios para estudiantes universitarios, ayudándoles así a apreciar y entender más la Opera China. Por otra parte, según G. C. Liu, director de personal de la escuela, Fushing cooperará el próximó año con la Universidad de California, en Los Angeles, realizando presentaciones en otras 19 universidades de los Estados Unidos.
El instituto tiene también un equipo de investigación que re-escribe o revisa los argumentos, mejorando al mismo tiempo los acompañamientos musicales. Más de 16 guiones han sido arreglados.
Arte abstracto
Liu afirma: "La Opera China es una forma de arte abstracto que yo considero casi perfecta. Todo lo que necesitamos es volver a escribir los argumentos para mejorar su estructura y estilo literario".
Otra escuela, la de Ta Peng, fue establecida por la Fuerza Aérea en 1954 y se le dio status nacional el año pasado. Cuenta con 83 estudiantes y 35 maestros. La compañía ofrece más de 300 presentaciones por año.
La de Lu Kuang se fundó en 1963, tiene más de 60 estudiantes quienes reciben un grado similar al de bachilleres luego de 10 años de experiencia. Emplea a 34 profesores.
Otro centro estudiantil de ópera es el de Hai Kuang, funcionando desde 1969 y teniendo en la actualidad 75 estudiantes y 32 profesores, además de presentarse unas cien veces al año.
Los graduados de estas escuelas pueden continuar su educación en el departamento de drama del Colegio de Cultura China, donde además de ver la teoría en sí del drama, aprenden literatura china y la forma de escribir los guiones operáticos.
Todo esto tiene por objeto enfatizar en la preservación de la Opera China, lo cual ha dado buenos resultados. Más y más miembros de las nuevas generaciones están comenzando a apreciar esta antigua forma de arte e, inclusive, algunos de los nuevos artistas, como H.C. Kuo, han dedicado sus esfuerzos para introducir algunos conceptos occidentales en el tradicional drama chino.
De todos modos, como explicara recientemente Wu Yen-huan, destacado columnista y miembro del Yuan Legislativo, "La esencia de la opera China reside en su altamente desarrollado simbolismo que permite a cada espectador crear su propia interpretación de lo que está viendo. Aunque el escenario es sencillo, los artistas pueden transmitir cualquier emoción. Como los movimientos y gestos se acompañan cantando, y como los intérpretes están maquillados de la forma tradicional, la audiencia puede entender fácilmente los papeles representados". Así se conserva en la República de China este viejo, pero siempre nuevo y original arte.