Taiwan Today

Recortar papel y darle forma artística a las figuras que de esto resulten, no es nada fácil. Pero es una de las más antiguas tradiciones folclóricas de China. Hace muchos años, miles tal vez, las mujeres utilizaban piezas de papel rojo, con caracteres y dibujos simbolizando la buena suerte, colocándolos a manera decorativa en puertas y ventanas, especialmente durante la época del Año Nuevo Lunar. Pero, la práctica fue declinando con el correr del tiempo. Hace cinco años, sin embargo, el ministerio de Educación de la República de China introdujo cursos sobre esta especialidad en las escuelas del país y, en abril pasado, la Escuela Femenina de Segunda Enseñanza de Shengshin realizó, en el Centro Nacional de Arte, la primera exposición gigantesca de este tipo de obra manual. 120 trabajos fueron exhibidos bajo la coordinación de la profesora Chen Shan-shan, a quien se debe la introducción de este viejo arte en el mencionado centro estudiantil. Las inquietas alumnas no se limitaron a copiar a sus antecesoras históricas. Desplegaron su imaginación para realizar obras modernistas, con un acabado único y original, como puede observarse en varias de las reproducciones que se publican en esta edición. Tal como lo explicara un observador, la realidad es que el simple (bueno, no tan simple) hecho de recortar papel y darle determinada forma, vale por sí mismo. El papel sigue ahí, pero ahora está vivo, tiene resuello, fuerza y estilo. Y en nuestra época confusa es, posiblemente, una de las más claras maestrías de oficio.