Taiwan Today

Una vez más -este año el 5 de octubre-, se celebró el Festival de la Cosecha de Otoño, conocido también como Festival de la luna. Se supone que en esta fecha -el 15 día de la octava luna- la luna está en su brillo máximo y se agradece a la Diosa Tierra por la cosecha. Pero, la leyenda va más allá: La luna es un símbolo de femineidad. Se dice que la hermosa Chang-O de la dinastía Hsia (2205-1818 AC) vive en la luna. Ella robó a su marido una droga que aseguraba juventud e inmortalidad. Mientras consumía la droga, Chang-O se encontró remontándose a la luna -tal como lo expresó el artista en la reproducción que publicamos-. Su juventud y belleza se han conservado pero, como castigo por el robo, está condenada a permanecer para siempre en la luna. Y tal como en Occidente, la luna simboliza también romance, por lo que se cree que esa noche el anciano Yueh Lao, otro residente en la luna, como casamentero universal, se ocupa de enlazar a las parejas predestinadas con un hilo invisible. Las muchachas tienen gran aprecio por Yueh Lao, y hasta visitan los templos para rogar por una visión de su futuro amante. La comida del día, de otra parte, es el pastel de luna, decorado y relleno de modo que sea redondo y amarillo como la misma luna, y que son preparados, comprados y regalados por miles de personas. Es que, realmente, no se puede imaginar a China sin festivales. Y, en la República de China estos siguen simbolizando una tradición cultural que se mantiene.