para un "rendezvous" con Apolo.
Esta tarde ellos se separaron en Nueva York
y se encontrarán mañana temprano en Roma.
El vuelo de noche
no se para cantar, sino para beber.
Beber y beber hasta la embriaguez.
De la embriaguez, a dormir y a soñar.
En el sueño mi alma retorna a su hogar.
Allá los ríos y montañas permanecen inmutables,
y yo soy todavía joven.
Olvidando por el momento de que he crecido
y madurado en el extranjero,
o que estoy a bordo, encima de las nubes.
Los sueños terminan de pronto,
y la sobriedad reemplaza gradualmente a la embriaguez.
Yo miro con ojos ebrios los cielos estrellados.
Oscurecidos, me parecen llenos de lágrimas.
Oh!, en la tiniebla, catorce millones de ojos
buscan una respuesta a la pregunta:
-¿Cuándo llegará el amanecer?
Tin-wen Chung
en el vuelo New York-Roma, Agosto, 1976.
Traducción. -María Elisa Echenique Posse