Usando un amplio rango de materiales y trabajando enteramente a mano, se ha conseguido crear flores tan similares a las originales que muchos observadores fácilmente se persuaden de que son reales. Este tipo de flores no solamente sirve como ornamento, sino que es también un importante renglón de divisas: alrededor de US$13 millones anuales.
Diseños para todos
Por otra parte, debido a su calidad y precios razonables, las flores artificiales de Taiwan han florecido -por así decirlo- considerablemente en los últimos años, dentro del mercado internacional.
En 1977, por ejemplo, las ventas al exterior fueron valoradas en US$14 millones, una significativa proporción dentro de las exportaciones de artesanía que llegaron a US$444 millones.
Las categorías de las flores artificiales son varias: plástico, seda, poliester, pluma, madera y hasta flores deshidratadas, con suficientes estilos para todos los gustos del mundo. Sin embargo, mientras las flores plásticas disminuyen en el mercado, aparecen -entonces- materiales más sofisticados. Las flores de seda, valga el caso, que estuvieron de moda en 1976, ya están desapareciendo para dar paso a las de poliester. Empero, la seda sigue siendo popular para ramilletes de novia, al tiempo que continuá en un precio más elevado frente a otros estilos.
En cuanto a poliester se refiere, éste tiene cierto atractivo sin contar con que la materia prima es mucho más barata y el proceso de fabricación llega a ser semi-automático.
Vamos por partes. Si hablamos de colores y diseños, los Estados Unidos prefieren colores claros, siempre en forma de ramillete, mientras que a muchos europeos les gustan los diseños simples, generalmente en sombras de un solo color.
Según los fabricantes, los colores más solicitados son el amarillo, naranja, morado, verde claro y blanco en forma de rosas, peonías y margaritas.
Durante mucho tiempo, los neerlandeses fueron los mejores clientes para la producción de Taiwan, pero ahora el mayor énfasis se encuentra de parte de estadounidenses, canadienses, australianos y otros europeos.
Así, mientras los americanos prefieren los colores claros, los alemanes escogen la madera y los escandinavos cambian a diferentes colores según la estación del año.
Plumas que son flores
Como se dijo anteriormente, también se fabrican flores de plumas. En país tiene una buena cantidad de pollos, patos, gansos y pavos, lo que hace que el suministro de materia prima sea mucho más barato. El procesamiento incluye el lavado, secado, además de cortar, teñir, plegar y tratar químicamente las plumas para suavizarlas. Para elevar la presentación, tallos de trigo y arroz se incorporan a cada arreglo.
Y hasta de madera
También existen flores de madera. Se escoge para ello el ciprés chino, abundante en la isla, flexible y que no rompe fácilmente. Los europeos prefieren que se ponga un color natural en este tipo de flores, al contrario de sus competidores americanos que gustan de la madera seca.
Finalmente, las flores en forma de rosa, son las más populares, seguidas por los crisantemos, lirios y violetas. Ah: las mujeres son las trabajadoras por excelencia para esta labor, que se inicia en marzo y llega a septiembre. Es decir, precisamente durante la primavera se efectúa la mayor salida de flores artificiales, que es -como todos saben- la estación en que también aparecen las otras, las naturales ...