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Dichos Populares: Ta Kung Wu Szu - Justo y Equitativo
26/05/1977
El Rey P'ing-kung del Reino de Tsin estaba preocupado.
La magistratura del distrito de Nanyang estaba vacante.
El distrito era de gran importancia para el reino, por lo que el soberano deseaba enviar allí a un funcionario de probidad y capacidad sin reproche.
Varios nombres le habían sido sugeridos. Ninguno satisfacía enteramente al monarca, determinado a nombrar para esa posición a una persona que, además de merecerle entera confianza, ofreciera garantías de poder resolver con satisfacción general ciertos espinosos problemas de esa región.
Por fin decidió consultar privadamente a un viejo ministro a quien, al presente, consideraba más bien como a un consejero personal.
Mandó llamar a Ch 'i Huang-yang y le preguntó: "Quién es el mejor candidato para la magistratura del distrito de Nanyang? "
Sin vacilar, Ch'i Huang-yang respondió: "Majestad, enviad a Chieh Hu; estoy seguro que lo hará muy bien".
El rey se sorprendió mucho con esa respuesta. Era bien sabido en la corte que Chieh Hu era enemigo personal de Ch'i Huang-yang.
"Cómo recomienda a Chieh Hu? ; tenía entendido que era su enemigo".
"Su Majestad que pidió que le nombrara a la persona mejor dotada para la magistratura de Nanyang" respondió el viejo con toda calma. "No recuerdo haber oído que me preguntara si Chieh Hu era mi amigo o mi enemigo".
El decreto real fue publicado, nombrando a Chieh Hu magistrado de ese distrito. El rey mandó que viajara acompañado de un séquito especial y que fuera instalado con debida solemnidad en el gobierno de Nanyang.
El nuevo magistrado, que poseía verdaderamente cualidades excepcionales, tomó posesión de su cargo y gobernó a su región con gran sabiduría y prudencia. El distrito prosperó y reinó la paz y tranquilidad en toda la comarca.
El soberano recibía con placer los informes enviados periódicamente por el magistrado y se sentía cada vez más contento de haber aceptado el consejo de Ch'i Huang-yang.
Algún tiempo después fue necesario llenar una vacante producida entre los jueces de la corte.
Esta vez el rey consultó inmediatamente al viejo consejero. "Hace falta un juez en la corte; quién le parece que nombre?"
Ch'i Huang-yang contestó: "Ch'i Wu se podrá desempeñar muy bien".
"Pero Ch'i Wu es su hijo", exclamó el rey, sorprendido. "Cómo puede recomendar a su propio hijo? No teme lo que se dirá? Ya me puedo imaginar las habladurías que correrían en la corte y aún entre el pueblo, si se supiera que su hijo había sido nombrado por su recomendación! "
Ch'i Huang-yang respondió como lo había hecho en la ocasión anterior: "Su Majestad me preguntó quién sería, en mi opinión, la mejor persona para ese puesto. Su Majestad no me preguntó si esa persona era o no era mi hijo".
Recordando el caso de la magistratura de Nanyang, el rey pensó en lo acertado de aquel nombramiento, hecho por consejo del viejo ministro, y decidió sin más, seguir su consejo también en esta oportunidad.
Ch'i Wu fue nombrado juez en la corte. A su juzgado llegaban casos de la servidumbre del palacio y también del pueblo vecino.
A medida que fue resolviendo un conflicto después del otro, la fama de su sabiduría y equidad se fue extendiendo.
El pueblo lo respeta y lo amaba. Sus fallos parecían tener la virtud de satisfacer hasta a los que perdían.
El nuevo juez correspondió plenamente a la confianza depositada en él.
El rey se sentía muy complacido al comprobar el buen efecto que ejercía el juzgado de Ch'i Wu sobre la población.
Su confianza en el juicio de Ch'i Huang-yang se confirmó una vez más.
Confucio se enteró de las recomendaciones hechas por Ch'i Huang-yang y expresó gran admiración y estima por el viejo consejero del rey.
Conversando con sus discípulos, el Maestro dijo: "No son muchos los hombres cuyo juicio no se deja alterar por los prejuicios o por el temor de censuras. Al tratarse de la magistratura, Ch'i Huang-yang no pudo dejar de pensar que Chieh Hu era su enemigo. Ciertamente no faltaban otras personas con buenas cualidades. Ch'i pudo proponer a alguna de ellas. Nadie hubiera podido criticarlo por eso. Pero él se sobrepuso a esa inclinación natural a no favorecer a un enemigo. Su juicio le decía que Chieh era la persona mejor calificada para esa posición y supo despojarse de todo otro sentimiento y hacer su propuesta al rey conforme a lo que sabía que era lo mejor. En el caso del juez, no fue necesario que el rey le recordara las críticas a que se exponía proponiendo a su hijo. Con su inteligencia y su larga experiencia, no podía ignorar que se haría blanco de censuras de los envidiosos. Pero él sabía que su hijo Ch'i Wu era quien mejor se podría desempeñar en esa posición, y lo propuso al rey, sin temor a las críticas."
Y concluyó el Maestro: "Un hombre como él es, verdaderamente, un hombre justo y equitativo."
TA KUNG WU SZU significa literalmente "para beneficio de todos, sin egoísmo" y se aplica a una persona que se rige siempre por las normas de la justicia y la equidad, sin dejarse conmover por consideraciones de favoritismo o prejuicios, habladurías o censuras. Así, cuando se quiere alabar a uno por haber procedido con toda rectitud en un caso en que presiones diversas pretendían inducirlo a actuar de otro modo, se dice: TA KUNG WU SZU, es un hombre JUSTO Y EQUITATIVO.