Noticias de Taiwán
Literatura: Bajo Otra Luna de Otoño
26/12/1976
(Viene del Nº anterior)
La vida material en el exterior no te ha cambiado. A través de todos estos años, tu pasión por la patria ha sido constante y tu amistad hacia tus viejos amigos no ha disminuido. Aún encontrandote en el exterior, has enseñado pacientemente a tus hijos, y también a otros muchos, a hablar y leer en chino. Les has inculcado el orgullo de ser chinos. Siempre puedo leer entre líneas en tus cartas tus fervientes sentimientos por tu pueblo y por tu tierra. Eres china por donde se te mire. El respeto por nuestros valores éticos tradicionales tiene raíces profundas en tu corazón. Independientemente del tiempo y del lugar, eso es y debería ser así con todo chino como descendiente de Huangti (el Emperador Amarillo, monarca legendario del siglo 7 a.C.)
La marcha del tiempo ha progresado a saltos. El hombre ya ha descendido en la luna y la superficie de esa esfera - llena de rocas, polvo y pozos - salta ahora ante nuestra vista gracias al sistema de comunicaciones de los satélites. Sabemos que no hay en la luna un Palacio Kuang-han, lleno de música, pero la bella leyenda de Chang-o vivirá siempre en nuestros corazones. Como recordamos la "Historia de los pasteles de la Luna," nos esforzaremos por conservar y enaltecer el rico tesoro cultural acumulado y transmitido de generación en generación a través de nuestra larga historia, sin darlo jamás al olvido. Sabemos, sin embargo, que no debemos ser estrechos de miras y considerar a todo lo antiguo como bueno y digno de ser conservado. Históricamente la filosofía de China siempre se ha basado en puntos de vista progresistas. Nunca se ha aprobado ni sugerido el estancamiento. Aquí se hacen esfuerzos positivos por el desarrollo de las ciencias. Los de las generaciones jóvenes están contribuyendo vigorosamente al adelanto de la nación. Marchamos sobre una amplia avenida de una nueva era. Estoy segura que eso es lo que más te interesa y te alegra.
Con el vuelo de "Apollo ll" se llevó a la luna este mensaje del Presidente Chiang Kai-shek: "En este día auspicioso del primer descenso de los astronautas en la luna esperamos sinceramente que la humanidad sea capaz en adelante de proceder de la fraternidad mundial a la paz cósmica". Esa declaración representa, en verdad, nuestro deseo común.
Cuando se obtenga ese deseo, el mal y la violencia tendrán su fin, el mundo será felizmente armonioso y ninguno de nosotros se verá ya sujeto a una tierra extranjera. Cuando todos puedan estar donde más les agrada, la reunión en la luna de otoño será duradera e inmutable.
Sabremos entonces el verdadero significado del dicho tantas veces repetido: "La luna se hace espléndidamente brillante al promediar el otoño".