El mundo recientemente le dio la bienvenida a su ciudadano número siete mil millones. Mientras que muchos países se preocupan por la explosión demográfica, Taiwan enfrenta el rápido envejecimiento de su población, ante una caída drástica en el índice de la natalidad. Ante los cambios socioeconómicos resultantes, muchos economistas han lanzado advertencias y pronósticos poco halagüeños. Por otro lado, una creciente cantidad de empresarios ha respondido a tales retos con inventiva, a fin de no sólo de paliar los efectos principalmente económicos que conlleva una sociedad con mayor porcentaje de personas de la tercera y cuarta edad, sino también para ofrecer servicios acordes a esta nueva realidad.
Según un censo recientemente publicado por la Dirección General de Presupuesto, Contabilidad y Estadísticas, hasta enero de este año Taiwan contaba con una población de 23.124.000 ciudadanos; de los cuales 3.583.300 eran menores de 14 años de edad, representando una disminución de 1.082.000 con respecto a la cifra registrada 10 años atrás. Simultáneamente, la cantidad de ciudadanos mayores de 65 años de edad aumentó a los 2.445.000, representando un crecimiento de 558.000 en el transcurso del mismo período.
En el curso de los últimos 10 años, la población de Taiwan ha estado creciendo a un ritmo promedio anual de sólo 0,4 por ciento; mientras que la cantidad promedio de miembros de cada familia declinó a 3, de 3,3 registrada el año 2000.
Al mismo tiempo, la tasa de ciudadanos de 25 a 29 años de edad que no estaban casados aumentó al 73,5 por ciento, en comparación al 57,7 por ciento registrado en el año 2000; mientras que el índice de personas de 30 a 34 años de edad que no estaban casados creció al 41,1 por ciento, del 27,8 por ciento original.
Con menos gente joven y una disminución en los matrimonios, es difícil contener la caída en el índice de la natalidad y por ende, el aumento del porcentaje de personas de la tercera edad en la sociedad. Según estadísticas publicadas por el Instituto de Investigaciones sobre Tecnología Industrial, los ciudadanos mayores de 65 años contarán por 14 por ciento de la población de Taiwan para 2017, y esta cifra aumentará a 20 por ciento para 2025.
Países con el mismo problema han tomado medidas que Taiwan puede emular para paliar la situación, declara el ministro de Estado Hsueh Chern-tay, especialista en asuntos relacionados con la población. Por ejemplo, según Hsueh, Japón ha animado a más mujeres a trabajar y ha asegurado su derecho al empleo, lo que ha contribuido a incrementar el índice de natalidad.
Además, Japón ha rebajado los intereses en los préstamos e implementó una política de “hipotecas al reverso”. Bajo el sistema de “hipotecas al reverso”, los ciudadanos mayores que poseen casas o apartamentos pueden solicitar préstamos de las instituciones bancarias para sus gastos diarios, con el compromiso de que cuando fallezcan, sus propiedades pasarán a ser del ente acreedor para cancelar la deuda.
Por su parte, el vicepresidente Vincent C. Siew advirtió recientemente en un foro sobre el tema que a Francia le tomó 115 años “llegar a ser una sociedad gradualmente envejecida”, a Estados Unidos 73 años; pero que a Taiwan sólo le ha tomado 24 años para tener que enfrentar la crisis del envejecimiento de la sociedad.
“Si no hacemos algo para enfrentar esta situación, tal y como ayudar a los ciudadanos mayores a seguir saludables y vivir independientemente, preferiblemente pidiéndoles que extiendan su contribución a la sociedad, nuestra nación enfrentará una crisis de productividad y competitividad reducidas”, aseguró Siew.
Las motonetas representan un gran avance en movilidad para los adultos mayores, enriqueciendo su calidad de vida. (Foto de Jimmy Lin)
En contraste con el crecimiento de la población en las naciones emergentes, según Siew, el desequilibrio de la población en Taiwan afectará su competitividad económica. Por ello, el presidente Ma Ying-jeou ha ordenado a las autoridades gubernamentales que vean este tema como un “asunto de seguridad nacional” que reclama de atención inmediata, afirmó Siew.
Funcionarios del Ministerio de Educación han advertido que para 2021 una de cada tres universidades taiwanesas se verá obligada a cerrar debido a la falta de estudiantes.
Por otro lado, atender las necesidades específicas de la población mayor puede verse de forma positiva, no sólo al generar una miríada de oportunidades comerciales; sino también al alimentar una verdadera revolución social y económica.
La creciente población de la tercera edad ya ha tenido un impacto palpable en la conducta de los consumidores; así como en la caída y el ascenso de ciertos negocios. En países como Japón, los rubros en declive incluyen pediatras, juguetes, educación para niños y bienes raíces para jóvenes compradores. Por otro lado, el turismo, cuidado de mascotas, actividades religiosas y cuidado de salud van en aumento.
En Taiwan, las clínicas de obstetricia han sido las más afectadas, con muchas de ellas clausurando o convirtiéndose en hogares para ancianos.
Algunas empresas han hallado la forma de generar ganancias del surgimiento de una gran cantidad de ancianos. Por ejemplo, las empresas dedicadas a la fabricación de pañales para adultos, alimentos saludables, suplementos nutricionales y aparatos para movilización asistida han visto un gran crecimiento. Las ventas de sillas de ruedas han aumentado 20 por ciento en los últimos dos años, según cifras de esta industria. Los teléfonos celulares con teclas extra grandes o funciones de radio, teléfonos amplificados fáciles de operar, y las iPads con funciones para juegos han ganado adeptos entre los ancianos.
En 2007, el mercado de la industria de cuidados de ancianos en el hogar más las exportaciones de instrumentos para el cuidado de salud llegó a 3.523 millones de dólares estadounidenses. Se espera que esta cifra sea el cuádruple para 2015.
No obstante, las empresas orientadas hacia la tercera edad no enfocan solamente en cuidados de salud. Los “baby boomers” esperan mucho más de la vida. El reto de los encargados de mercadeo es anticipar las necesidades y deseos de los mayores en esta nueva era y derivar estrategias de ventas efectivas de las mismas.
Por ejemplo, según un estudio japonés de personas de mediana edad, llamado Vaqueros de cincuenta años, los baby boomers de Japón muestran mayor sensibilidad hacia la moda y sus tendencias. En Estados Unidos, la población de cabellos plateados ha sido una de las fuerzas impulsoras de la industria turística por largo tiempo, contando por 75 por ciento del mercado.
En Taiwan, aunque el impacto de la sociedad envejecida no ha golpeado completamente, los empresarios con visión se están preparando.
Pihsiang Machinery, que fabrica aparatos para facilitar la movilidad, fue el pionero al desarrollar la primera motoneta eléctrica de cuatro ruedas en el mundo. A un precio accesible de mil a dos mil quinientos dólares estadounidenses, las máquinas son muy seguras y fáciles de operar. Al principio, eran sólo compradas por las personas con discapacidad; sin embargo, hoy en día, cuando la compañía se encuentra entre los primeros tres lugares de fabricantes de aparatos para movilidad en el mundo, sus productos son comprados principalmente por las personas mayores.
El sitio en Internet denominado ez66.com.tw ofrece productos prácticos y útiles para las personas de la tercera edad.
Muchos ancianos usan aparatos de movilidad para comprar alimentos, ir de compras o visitar amistades que viven cerca. La independencia que estos aparatos les brindan es de gran apoyo a su salud física y mental.
Las comunidades para pensionados representan otra industria floreciente. En la actualidad, las personas no anticipan vivir con sus hijos durante la vejez, sino que esperan poder vivir con sus ahorros y pensiones. Más aún, existe una gran cantidad de ancianos solteros. Tomado en cuenta estas tendencias, el Grupo Ruentex, Formosa Plastics, Chi Mei Corporation y otros conglomerados de la República de China han estado planificando y construyendo comunidades para pensionados. Algunas de ellas gozan de alojamiento y alimentación de la misma calidad que los hoteles de cinco estrellas. Aún más, también ofrecen servicios médicos y de cuidados de salud; así como clases de artes, manualidades y otras actividades de ocio.
Sin embargo, muchos productos para ancianos que pueden ser adquiridos en cualquier tienda en ultramar todavía están al margen del mercado taiwanés. Para combatir este problema, Keen Chang fundó en 2007 el sitio en Internet llamado ez66.com.tw, como un “portal para adultos mayores activos”. Lo que originalmente comenzó como una tienda por departamentos en línea para personas de la tercera edad, se ha tornado en una compañía que cuenta con cuatro sucursales en fijo por todo Taiwan.
Por medio de su contacto directo con los adultos mayores, Chang ha descubierto que son un grupo diverso, pero comparten una cosa: no quieren sean categorizados como “viejos”, ya que no desean enfrentar discriminación. “Quieren envejecer con gracia y dignidad”, aseguró Chang. Por ello, su compañía ofrece artículos que permitan a los mayores levantarse y salir, aumentando su interacción social y conveniencia de vida.
Por ejemplo, venden una combinación de sombrilla y bastón, o en otras palabras, un bastón disfrazado de sombrilla. Si comienza a llover, el usuario puede abrir el paraguas y sacar un bastón adicional escondido dentro de la misma. Otros artículos populares son los zapatos unisex antideslizamiento, hechos en Japón, que usan cierres de Velcro en lugar de cordones.
El producto más caro de su catálogo es un sofá individual, de 1.200 dólares estadounidenses, con funciones de masaje y que puede bajar el asiento para ayudar a los mayores con poca fuerza en las piernas a salir de su asiento. Chang recuerda que una dama llegó a llorar al probarla, ya que cada vez que ayudaba a su marido a salir de su asiento, terminaba cayéndose ella misma, por lo que tenía una colección de raspones y golpes.
A tono con las cambiantes ideas acerca de la naturaleza del envejecimiento, se ha generado una revolución de nuevos productos y servicios, en áreas desde alimentos, ropa y alojamiento, hasta viajes y funerales.
Adaptado del Taiwan Panorama y CNA
por Silvia Villalobos