Visión limitada, unión limitada;
División ilimitada, ilusión ilimitada;
Libertad limitada, derecho limitado;
Isla ilimitada, lucha ilimitada.
Nuestros corazones palpitan con fuertes latidos.
Los derechos de millones se ponen a sus pies.
Una sociedad que marcha necesita justicia verdadera.
Un mundo como éste necesita unión verdadera.
Tenemos la tierra, la fuerza, el poder.
Levántese, supérese, hágase cargo.
Ignorados durante demasiado tiempo, nos volvimos más fuertes.
A derrumbar las paredes y a correr sobre ellas.
--“UNlimited Taiwan”, Chthonic, 2007.
En septiembre del año pasado, Chang Tieh-chih, crítico de música taiwanés y candidato a doctorado en Ciencias Políticas en Estados Unidos, fue a un concierto en Salón Highline en la Ciudad de Nueva York. El esperaba ansioso ver una actuación de Chthonic, una banda black metal que había recibido extensa cobertura en importantes periódicos como el Washington Post, International Herald Tribune, New York Times y Los Angeles Times. “Mis amigos en Taiwan dijeron que la banda había recibido mucha cobertura nacional y me preguntaron si los medios locales habían igualmente hecho tanta propaganda”, dice Chang. “Les dije que el fervor de los medios era incluso mayor en Estados Unidos”.
Chthonic fue la primera banda asiática que tocó en la gira Ozzfest, un festival de heavy metal importante. Esto fue un logro significativo, pero la razón principal de toda la atención de los medios de comunicación es el papel de la banda en la búsqueda del reconocimiento internacional por parte de Taiwan. Los conciertos de Chthonic el año pasado en Nueva York coincidieron con la apertura de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y el primer intento que hace Taiwan por incorporarse al órgano mundial bajo el nombre de “Taiwan”, en lugar de “República de China”. Taiwan ha procurado participar en las Naciones Unidas (UN, siglas en inglés) desde 1993, pero ha fracasado por la oposición de China, que mantiene un escaño permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y afirma que Taiwan es parte de su territorio.
Freddy Lim, el cantante líder y compositor de 32 años, de la banda Chthonic, jugó con el nombre del órgano mundial cuando escribió “Taiwan ilimitada”, en inglés “UNlimited Taiwan”, que se convirtió en el título de la gira estadounidense de la banda. “A derrumbar las paredes y a correr sobre ellas”, Lim ruge en medio de guitarras furiosas y baterías ruidosas.
Chthonic, cuyo nombre es una palabra griega antigua que alude a los dioses del infierno, no organizó su gira estadounidense como una campaña política. Era ante todo y principalmente una gira musical. “Los medios de comunicación están interesados en la dimensión política, pero a los admiradores les gusta la música de Chthonic en un nivel muy visceral”, dice David Frazier, contribuidor independiente del International Herald Tribune, y crítico de música que vive en Taipei. “Aún así, puede y de hecho ocurre, que algún admirador comience a gustarle la banda por su estilo de rock, pero luego se interesa más en sus personalidades y mensaje político”.
La banda no duda en hacerse cargo de esta misión, que para Lim y los otros miembros de la banda es crucial para el futuro de su país. “Es bastante anómalo que los artistas taiwaneses tengan tan poco que decir sobre la búsqueda de reconocimiento internacional por parte de Taiwan, ya sea porque prefieren no hacerlo o no se atreven”, dice Lim. “Soy músico, pero también tengo todo el derecho de expresar mis propias opiniones como un ciudadano taiwanés”.
La gira fue financiada en parte por la Oficina de Información del Gobierno (GIO, siglas en inglés) con el objetivo de promover los esfuerzos de Taiwan en mejorar su posición internacional. “Estamos aprovechando el aventón en la travesía musical de Chthonic”, dijo Shieh Jhy-wey, ministro de GIO, en una rueda de prensa antes del inicio de la gira UNlimited de la banda.
Habilidad poderosa
La banda ha corroborado definitivamente su capacidad en las relaciones públicas. El día antes de la presentación de Chthonic en Nueva York, las asociaciones afiliadas a Taiwan de la ciudad procuraron llamar la atención hacia el intento de participar en las Naciones Unidas del país con una marcha, parte de una serie de este tipo de evento durante la última década. Sin embargo, en comparación con la cantidad de cobertura de prensa que recibieron los conciertos de Chthonic, la marcha pasó prácticamente inadvertida. “Estos eventos y otros esfuerzos publicitarios del Gobierno atrajeron poca atención de los medios de comunicación extranjeros, pero una banda de rock puede crear una enorme presencia internacional, al tiempo que alude el mismo tema”, dice Chang, crítico de música. “Es un ejemplo poderoso de habilidad musical para fijar un precedente en el campo político”.
Chang dice que la integración de expresión musical y política de Chthonic puede ser vista como una continuación del movimiento de Canciones Nuevas Taiwanesas de principios de los noventa, que usaba canciones populares para explorar y comentar los asuntos sociales, y más indirectamente, la política. Con canciones escritas principalmente en holo, el idioma del mayor grupo étnico de Taiwan, el movimiento desarrolló un método más enérgico que el estilo lento y triste del género holo tradicional. Antes dominado por las canciones en mandarín, el movimiento de las Nuevas Canciones Taiwanesas empezó a verse como un hito en la corriente musical principal de Taiwan. “En el pasado, las canciones en holo y mandarín existían en dos mundos separados”, dice Chang. “La composición de canciones en holo se veía casi como un acto subversivo”.
Junto con las antiguas canciones en holo, el nuevo estilo enérgico fue una importante inspiración para Lim, quien estableció Chthonic en 1995. “Las canciones holo son la música de fondo normal de mi vida diaria”, dice Lim, quien también compone letras en holo. De niño fue estudiante de piano clásico, y gradualmente se fue interesando en el hard rock durante su adolescencia cuando escuchaba e imitaba los estilos de las bandas extranjeras, tales como Guns N´Roses y Bon Jovi. Luego, Lim quedó fascinado por formas más agresivas de heavy metal, y luego se quedó con black metal, que se caracteriza por vocales chillonas, guitarras distorsionadas, tempos rápidos y sonoros, y cantantes con rostros pintados como demonios.
En 1996, Chthonic ganó su primer premio en el concurso de música popular organizado por la Universidad Nacional Chengchi en Taipei. “Yo estaba muy impresionado por su confianza, tan diferentes a otras bandas y su actuación mostraba mucha fuerza y buena definición”, dijo Sandee Chan, juez en ese concurso, en un libro sobre Chthonic, “Dinastía ChthoniC” (2006). Como productora, cantante y cantautora en el mundo de la música china, Chan fue invitada a cantar en el cuarto álbum de la banda, que fue puesto a la venta en 2006.
Elogios de la crítica
En 1997, Chthonic ganó otro premio importante de bandas independientes, en la competencia nacional de música popular. Al año siguiente, la banda grabó y sacó su primer éxito, “Elevación profunda”, una pieza épica sobre los primeros pobladores de China que migraron a Taiwan, y su dura lucha por sobrevivir en una tierra nueva y salvaje. Esta canción fue incluida en el primer álbum completo de estudio, la muy elogiada canción “Donde se reunieron las almas de los antepasados” (1999). En 2000, Chthonic se convirtió en la primera banda taiwanesa en ser invitada a actuar en Fuji Rock, el festival de música internacional más grande de Japón.
En 2005, la música de erhu, Su-nung se unió a la banda. La introducción de este instrumento de cuerda chino —u “oriental”, como lo considera Lim, que produce un sonido triste y penetrante, es una parte del esfuerzo de la banda de construir una versión oriental distintiva de la música black metal. Otros elementos adoptados de la música tradicional local incluyen el canto de los textos religiosos y los tambores poderosos que acompañan la danza del león en los festivales religiosos. Chthonic incorpora también el formato tradicional de cinco tonos de las canciones holo antiguas, que se basaban en el género japonés enka, una forma de canto melodramático. “No reproduje intencionalmente estos elementos locales”, dice Lim. “Su incorporación en mis canciones es simplemente el resultado natural de las influencias de características únicas y el aura del ambiente cultural taiwanés”.
Chthonic ha sido etiquetado en ocasiones como una banda sinfónica black metal porque emplea una estructura musical más reconocible y más elementos de orquesta, que otras bandas del mismo género. Chthonic invitó incluso a una orquesta estudiantil de la Universidad Nacional de Taiwan para tocar en su concierto Cumpleaños del Bajo Mundo en 2002, que resultó en una combinación interesante del estilo musical occidental y el oriental. Su-nung fue líder de la orquesta estudiantil.
Haciendo eco del origen europeo de la música black metal, Chthonic explora la historia local y los cuentos folklóricos en sus canciones. “Las épicas y culturas nórdicas son los temas más comunes encontrados en la música black metal”, dice Chang. La presentación de Chthonic de la historia étnica y las leyendas taiwaneses sigue esta tradición. Noveno empíreo (2000), el segundo álbum de la banda, trata sobre los dioses aborígenes que luchan contra las invasoras deidades chinas han, un motivo que recuerda la resistencia de las deidades nórdicas al cristianismo en la música black metal del norte de Europa. Las versiones inglesas de Noveno empíreo, y los álbumes siguientes han sido distribuidos en los mercados de Estados Unidos y Europa.
Historia de fantasmas
El tercer álbum de Chthonic, Recurrencia implacable (2002), trata quizás sobre la historia de fantasmas más famosa en Taiwan, en la que una mujer taiwanesa, tras su suicidio, se venga del hombre que la engañó, abandonó y regresó a China. Lim cree que este tipo de folklore representa un llanto desesperado por justicia de la gente marginada en una tierra marginada. Recurrencia implacable ayudó a Chthonic a ganar el premio a la Mejor Banda en el prestigioso Premio Melodía Dorada de Taiwan en 2003, donde los jueces elogiaron el motivo central, la calidad y creatividad musical del álbum.
El último álbum de Chthonic, Seediq Bale (2005), trata sobre una gran revuelta aborigen contra el régimen colonial japonés en Taiwan. Al inicio de “Laceración indígena”, Lim resume la situación apremiante de los aborígenes de Taiwan, al cantar “Invierno, años, cuatro siglos; invasión extranjera incesante”. Lim dice que hay aún muchos otros temas para explorar en la historia de Taiwan —tales como los hakkas que protegen su territorio y el conflicto étnico entre los descendientes de los primeros inmigrantes, y taiwaneses y continentales que llegaron después de la Segunda Guerra Mundial — y en tradiciones folklóricas, tales como ritos de templos y un imperio aborigen taiwanés mitológico.
Lim y sus compañeros de banda han trabajado mucho para construir una industria musical independiente sostenible en Taiwan. Entre otras cosas, Lim organiza el Festival Formoz, que de varias bandas estudiantes que cantaban frente a la entrada principal de la Universidad Nacional de Taiwan en 1995, se ha convertido en un evento musical internacional importante en los últimos años. En 1999, los miembros de la banda Chthonic ayudaron a abrir un establecimiento de música en vivo en Taipei, que creció hasta transformarse en el club The Wall en 2003.
Los miembros de Chthonic y otras bandas han trabajado conjuntamente para cambiar las políticas gubernamentales que regulan la operación de establecimientos de música en vivo. “Un importante resultado de nuestro esfuerzo es que la música ha sido reconocida oficialmente como comercio cultural”, dice Lim. Chang indica que mientras los cínicos pueden pensar que los esfuerzos de Lim son un intento para mejorar sus propios intereses comerciales y los de su banda, de hecho el trabajo que ha realizado con el Gobierno, ha ayudado a todas las bandas independientes de Taiwan. Ahora, con más festivales musicales y el desarrollo de establecimientos regulares y rentables para conciertos en vivo alrededor del país, los prospectos del futuro para el desarrollo de la música independiente y la industria de la música popular en general, parecen buenos en Taiwan.
El espíritu de independencia se impregna en casi todo lo que hace Chthonic. Lim dice que si se ofreciera la oportunidad a su banda de actuar en China —una imposibilidad virtual dada su abierta posición a favor de la independencia de Taiwan— lo haría siempre que reciba ciertas garantías de que sus temas sobre identidad independiente y la nacionalidad no van a ser censurados. “Los taiwaneses deben aprender a desarrollar y articular su propia identidad”, dice Lim, “y nosotros, los músicos, no somos una excepción”.