Para ver al artista, Chen Shih-yung, uno no debe ver más allá del antebrazo de su esposa, el lienzo andante Sie Ciou-yuen, donde Chen ha tatuado un autorretrato suyo. Nació en 1970. Chen es uno de los miembros principales del Club de Tatuaje de Taiwan con sede en Kaohsiung, que organizó el concurso anual de tatuaje y una exhibición en 2002. El club fue establecido dos años antes para promover, entre otras cosas, la administración higiénica del negocio del tatuaje y dar a conocer esta forma alternativa de expresión.
La práctica de tatuar el cuerpo tiene orígenes prehistóricos, y sus orígenes se remontan a las artes tribales alrededor del mundo, incluyendo aquellas de los aborígenes de Taiwan. La palabra “tatuaje” deriva de las lenguas polinesias y fue introducida al idioma inglés (tatoo) en el siglo XVII por los marineros que cruzaban las aguas solitarias del Pacífico del Sur y encontraban pueblos en las numerosas cadenas de islas. Los marineros no sólo tropezaron con este vocabulario en sus viajes, sino que también adoptaron la costumbre, que todavía se asocia con los gajes del oficio.
Agujas eléctricas para tatuaje aceleran el proceso de decorar el cuerpo con pigmentos y permiten que el artista cree diseños más sutiles.
En Taiwan, y muchas otras partes de Asia, el tatuaje está asociado con la sociedad obscura, como el mundo del hampa es llamado en idioma chino. La inclinación de los criminales por el tatuaje nació de la costumbre, practicada en algunas partes del Este de Asia, de tatuar a los criminales para excluirlos de la sociedad. Luego, los criminales empezaron a tatuarse para marcar su asociación o atemorizar a la gente. En Taiwan, aquellos que llevan “dragones y tigres”, animales de gran poder en la mitología china, eran virtualmente considerados miembros de la sociedad obscura.
Hoy, los tatuajes se han puesto de moda, aunque todavía una forma de expresión un poco picaresca, los artistas del tatuaje son buscados por su sensibilidad estética. Aunque Chen recibe de vez en cuando a miembros de los grupos del hampa locales en su estudio en su pueblo natal de Hsinchu, una ciudad a una hora y media en autobús desde Taipei, estos sólo representan una pequeña parte de sus clientes. “Los miembros de grupos del hampa son tatuados por sus amigos generalmente por diversión”, dice Chen. “Por ello, no llevan los diseños sutiles creados por artistas profesionales del tatuaje como nosotros”.
El taller de Chen, Tatuaje de Yung, no da señales de la conexión del tatuaje con el mundo del hampa. Ubicado en una calle bulliciosa, la tienda es pulcra, bien iluminada con el fin de impresionar a la gente que entra. Los clientes pueden ver una serie completa de imágenes tatuadas con diversos motivos, colores y tamaños, con dibujos que van más allá de simples dragones y tigres. Entre los diseños premiados, por ejemplo, los caracteres juveniles de Mickey Mouse en las caderas de su esposa y una cautivadora mujer a todo lo largo de la pierna de Sie, que parece inclinarse cuando Sie dobla la rodilla. “A diferencia de cómo eran antes los tatuajes”, dice chen, “nuestros diseños tienen temas, colores y composiciones más vibrantes”.
Chen ha creado un estudio muy acogedor para atraer a los clientes a su tienda y hacer que se sientan cómodos.
Después que un cliente selecciona un diseño (y se arma del coraje para hacerse el tatuaje), Chen sienta al cliente en una antigua silla de dentista y comienza a realizar el diseño. A medida que trabaja, las agujas eléctricas punzan la capa externa de la piel y depositan la tinta en la dermis, una capa más profunda de piel llena de terminaciones nerviosas. El cliente puede volver a su casa y esperar hasta que las heridas superficiales se sanen antes de proceder a la segunda etapa del tatuaje. Requiere de tiempo para que Chen cree sus tatuajes, pero el cuidado especial vale la pena. Su arte se ha beneficiado también de los avances en las técnicas y herramientas usadas en el tatuaje. “Gracias a mejores técnicas de hacer los pinchazos y mejor calidad de los pigmentos”, explica Chen, “los colores se mantienen vivos durante mucho tiempo”.
Otra diferencia notable entre el arte de Chen y muchos tatuajes caseros o menos profesionales es la atención que presta a la limpieza. Como las agujas penetran en las capas superiores de la piel, hay un riesgo de que introduzcan bacteria o enfermedades contagiosas a través de la sangre, lo que hace que el tatuaje sea riesgoso para la salud. Chen ha visto tiendas de tatuaje ubicadas en apartamentos que no prestan mucho cuidado a la higiene. “Por una parte, no limpian la mesa de trabajo después de hacer un tatuaje para prevenir infecciones causadas por bacteria y la diseminación de enfermedades”, dice. “Nosotros tenemos más miedo aún de ser infectados que nuestros clientes, por eso somos muy cuidadosos y tomamos todas las precauciones, tales como usar de guantes y desinfectar las herramientas”.
La obra premiada de Chen, un tatuaje de una mujer a lo largo de la pierna de su esposa, que parece inclinarse en las caderas cuando Sie dobla la rodilla.
El énfasis de Chen en la higiene y su deseo de crear una atmósfera amigable han hecho que su tienda sea de precios elevados en principio, quizás diez veces más de lo que otra tienda en Hsinchu cobraría, dice, pero la época difícil ya ha terminado, y Chen tiene una clientela continua. Tatuaje Tung tenía un promedio de un cliente cada tres días en 1994 cuando recién se inauguró; en cambio, hoy hay por lo menos tres citas por día.
No toda la gente acude a Chen con un cuerpo totalmente en blanco como un lienzo. Algunos vienen con tatuajes que ya no quieren tener, y le piden a Chen revisar la imagen o mejorar los colores. El mismo Chen tuvo una experiencia parecida que impulsó su carrera en el tatuaje. Cuando era un adolescente, un amigo le hizo un tatuaje mal elaborado. Para arreglar el diseño, Chen buscó a artistas del tatuaje pero no encontró a ninguno apropiado. Sin embargo, durante el proceso aprendió mucho sobre tatuaje y entró en contacto con muchos artistas del tatuaje del país y el exterior. Después de haber trabajado como cocinero y vendedor de té, Chen decidió hace una década convertir su pasatiempo favorito en un negocio, a pesar de las objeciones de sus familiares, quienes temían que el negocio aún unido a una reputación poco agradable no sería provechoso.
Chen indica que, aunque los tatuajes se aceptan mucho más como una forma de arte, Taiwan es aún una sociedad conservadora donde alguien con un tatuaje podría verse como un paria. “Por ello, preguntamos a nuestros clientes por qué quieren hacerse un tatuaje antes de discutir qué tatuar y cómo realizarlo”, dice Chen. “Y hay algunas reglas que les instamos a seguir para que en el futuro el tatuaje no interfiera en su vida”. Chen también recomienda a los clientes a tatuar partes del cuerpo que generalmente van cubiertas para que los tatuajes no llamen tanto la atención y no provoquen arrepentimientos”, dice Chen.
La mesa de trabajo de Chen. Como el tatuaje perfora la piel, Chen toma todas las precauciones para asegurarse de que no hayan riesgos para la salud.
Aparte de elevar la reputación del tatuaje en general, Chen ha estudiado el negocio en otros países para tratar de mejorar el suyo propio. Chen y su esposa han viajado a países con tradiciones más sólidas de tatuaje, tales como Japón, Estados Unidos, y Alemania. Los artistas japoneses del tatuaje, por ejemplo, le impresionaron por su gran devoción y meticulosidad. Debido a su alto nivel artístico, los artistas del tatuaje de Japón cobran frecuentemente cinco veces más que los de Taiwan. Pero muchos japoneses acuden a estos artistas hábiles porque están dispuestos a gastar dinero en cosas bellas, según Chen. “Por el contrario, a los taiwaneses les preocupa menos la presentación estética”, dice Chen. “Una vez que desean hacerse un tatuaje, tienden a ignorar la calidad. Por eso es que hay tantos intentos fallidos que necesitan de considerable revisión en Taiwan”.
Así como Chen ha sido inspirado por los japoneses, estos mismos y otros artistas del tatuaje del exterior han visto con interés el trabajo de Chen. Por ejemplo, los artistas japoneses que con frecuencia trabajan sentados sobre esteras de tatami, quedaron impresionados por su tienda, especialmente la antigua silla de dentista que le da al lugar la atmósfera de un salón de belleza －una buena asociación para alguien que está tratando de decorar el cuerpo. Esa atmósfera también contribuye a dar la impresión de que el dolor provocado por el tatuaje vale la pena.
Como un proceso de acumular cicatrices, el tatuaje se originó del sufrimiento. Algunas partes del cuerpo, tales como la piel más sensible del cuero cabelludo y el cuello, es especialmente dolorosa. “Ud. debe aguantar el dolor antes de obtener el resultado deseado”, dice Sie Ciou-yue, que está cubierta con muchas de las obras favoritas de su esposo. “Cuanto más doloroso, más hermoso el recuerdo”. El tatuaje como profesión ha tomado un camino parecido. Despreciado por muchos años, apenas está surgiendo como una forma artística aceptable. “Queda aún un largo camino por recorrer”, dice Chen. Sin embargo, el éxito de Chen indica que más gente se siente atraída por el tatuaje como una manera de tener su propia galería portátil, única e individual.
Página web de Tatuaje Yung: www.HELL18F.com