El flamenco es baile y música. Procedente de España, se caracteriza por la riqueza de culturas. Según la historia, en el siglo XVIII, en Andalucía, nace el baile flamenco en medio de una sociedad en la que convivían diversas culturas y pueblos, judíos, árabes, bizantinos y gitanos con sus influencias indias. Se incorporaron más tarde, los ritmos de los negros, y se adoptaron ciertos rasgos innovadores tales como aquellos de las corridas de toros. La influencia de los pueblos gitanos se observa en esta danza a través de la alegría, fuerza y calor. Asimismo, se puede observar un toque sudamericano en danzas como la colombiana y la rumba.
Hoy, en Taiwan, los aficionados a esta danza regional española, conocida también como clásico español o bolero, pueden apreciar su belleza, gracias a la iniciativa, perseverancia y dedicación de Flor de Loto, cuyo nombre en chino es Hsu Chin Sien Nee, que significa hada. Hsu es la primera taiwanesa que logra un título de la Real Escuela Superior de Arte Dramática y Danza, y ha llegado a convertirse en una bailarina famosa en los círculos de la danza flamenca. Según ella, el flamenco es como una familia, como un árbol, con raíces y ramas que se vuelven cada vez más frondosas.
El flamenco hizo su debut en la isla hace algunos años, cuando en 1992 Flor de Loto fue invitada por el Ministerio de Educación y el Consejo para la Planificación y el Desarrollo Cultural de la República de China. Ella y su Compañía de Danza Española de Flor de Loto, formada por españoles, realizaron una serie de presentaciones en Taiwan. Fue la primera vez que se presentó en su patria y tuvo mucho éxito. Desde entonces y junto a su grupo, se dedicó a promover el intercambio cultural entre Taiwan y España a través de su arte. La Compañía de Danza Española Flor de Loto volvió a presentarse en Taiwan en los años 1994, 1996 y 2000, siempre recibiendo el aplauso del público.
Para el beneficio de los aficionados del flamenco a nivel local, después de más de veinte años en España, Flor de Loto ha regresado a Taiwan recientemente para promover este baile fogoso en esta tierra virgen. “Yo sé que a la gente le gusta el ambiente flamenco, pues es un arte que tiene mucha fuerza, es como el fuego”, dice Flor de Loto, “y mucha gente me ha pedido que vuelva a Taiwan para desarrollar y enseñar el flamenco”.
A pesar del poco tiempo que lleva el flamenco en Taiwan, ya se están observando los frutos del esfuerzo pionero de esta dedicada bailarina. Sus estudiantes demuestran ágilmente las destrezas aprendidas en las clases a pesar del corto tiempo que llevan dedicándose a este arte. “Tenemos un grupo cuyos miembros son todos taiwaneses. Apenas han empezado a bailar flamenco, pero todos bailan muy bien”, dice riendo Flor de Loto.
Actualmente hay más de cien alumnos en los diferentes cursos que se dictan en la isla. La mayoría de ellos son adultos, pero también hay algunos niños y personas de edad más avanzada. El flamenco es para todos. Cualquier persona, de cualquier edad puede aprender flamenco si así lo desea. “En nuestro estudio tenemos personas de diferentes edades, incluso dos niñas, una de cuarto y otra de quinto grado, y dos señoras de más de 65 años”, explica Flor de Loto.
En Taipei, la gente interesada en aprender flamenco puede ir al Centro de Recreación para los Adolescentes y Jóvenes de la ciudad de Taipei, o al estudio de Flor de Loto en Neihu, un barrio en los suburbios de la ciudad capital. Sus clases son alegres e inspiradoras, y el ambiente amigable es uno de sus grandes atractivos. “Me encantan las clases de flamenco porque me dan la oportunidad de compartir con mucha gente”, dice una estudiante de flamenco. “En la clase, la maestra Flor de Loto nos transmite toda su energía, y a pesar de que es muy estricta, nos trata con mucha paciencia”, comenta otra alumna.
No sólo los amantes del flamenco en Taipei pueden aprender a bailar, ya se abrieron cursos en Kaohsiung, al sur de la isla. “Aunque allí no hay muchos estudiantes, ellos tienen el corazón fuerte. La gente del sur es más caliente”, expresa Flor de Loto con optimismo.
A nivel personal, esta bailarina flamenca se siente muy satisfecha con el logro de sus estudiantes, y tiene grandes expectativas para el futuro. “Me gusta enseñar alumnos buenos, con talento, porque me dan más ánimo; aunque a veces, necesito tener mucha paciencia. Pero la enseñanza me permite la oportunidad de conocer gente de diferentes tipos. Es muy interesante. Una artista necesita de muchas pasiones”, comenta alegremente Flor de Loto.
Otro avance importante fue el establecimiento de una compañía de flamenco formada por aproximadamente 25 de los mejores alumnos de Flor de Loto. A pesar de no llevar mucho tiempo y carecer de algunos componentes, este grupo ya realiza actuaciones en lugares selectos, y ha cosechado éxitos. “Nos falta mucho, no tenemos cantador, ni siquiera teníamos guitarrista. Pero, el año pasado tuvimos suerte en conocer por casualidad a un aficionado a la guitarra flamenca, y ahora toca muy bien”, dice Flor de Loto.
La Asociación de Danza Española de la República de China fue creada este año, presidida por Flor de Loto. Esta asociación tiene como principal objetivo promover el flamenco en Taipei y otros lugares, incluso traspasar las fronteras de Taiwan y llegar hasta Shanghai y Hong Kong. “Antes nadie conocía el flamenco, pero ahora podemos empezar a caminar, y seguramente nos depara un futuro brillante, pero eso sí, paso a paso”, comenta Flor de Loto. Es un hecho que al público en Taiwan le gusta el flamenco, pero en la isla hay muy poca información sobre este tema. “A todos les gusta el flamenco, pero aquí la gente no sabe a dónde ir a ver, apreciar y estudiar el flamenco”, comenta la bailarina. “Por ello, al regresar de España, traje conmigo archivos, información, videos, cassettes, con el propósito de introducir el baile en Taiwan”, sigue narrando.
Cada arte, cada tipo de danza tiene su cultura, características y origen propios. Los intérpretes tienen la obligación de asumir su responsabilidad y mostrar bien este arte al público. La gente vive generalmente una vida rutinaria y necesita un arte con carácter, pasión y amor. “Un arte bien demostrado beneficia al arte en sí mismo, a la sociedad y a todo el mundo”, expresa Flor de Loto. La fama que esta artista ha logrado en Taiwan se debe a sus sacrificios en este campo, y a su gran dedicación.
Al flamenco le queda mucho camino por recorrer, un camino lleno de retos, obstáculos y seguramente muchos triunfos. Las perspectivas son favorables y se están desarrollando muchos proyectos y planes. A corto plazo, según Flor de Loto, lo más importante es la educación, enseñando el flamenco auténtico y correcto a los aficionados e interesados; luego, a mediano plazo, que la compañía de flamenco de Flor de Loto logre presentar más espectáculos al público; y a largo plazo, que ambas compañías de Flor de Loto, la de España y la de Taiwan, logren aunar esfuerzos y presentarse en conjunto.
La acogida general que ha tenido el flamenco en la isla, quizás se deba en parte al gran talento de la bailarina y maestra Flor de Loto, pero también a la satisfacción y alegría que produce este baile en el intérprete. El movimiento del bailador o bailadora da rienda suelta a toda una emanación de sentimientos y sensaciones que llega hasta lo más profundo y lo más íntimo del espectador. “Me parecen maravillosas esa sonrisa en el rostro del bailarín o la bailarina y esa fuerza en el taconeo. Está muy bien que por fin el flamenco haya llegado a la isla”, dice emocionado un observador.