Desde Taipei hasta Shanghai y París, Shiatzy Chen se transforma en una marca internacional.
Las luces se encienden. La música comienza. Veinticuatro modelos internacionales hacen su aparición y caminan graciosamente a lo largo de la pasarela. De inmediato, llaman la atención de más de 200 compradores, miembros de los medios de comunicación, artistas y aficionados de la moda de todo el mundo, a quienes impresionan con los 48 trajes que lucen distintivos rasgos inspirados en la cultura china.
Algunos diseños acentúan el cuello mandarín, un elemento esencial del qipao, el arquetípico vestido de las mujeres chinas, conocido por su entalle ajustado y cortes a los lados de la falda. Otras creaciones están decoradas con patrones abstractos, tales como los que se ven en las pinturas en tinta china. Hasta el fondo blanco puro, de estilo minimalista, asemeja la porcelana blanca de la cerámica china, y la silueta de muchos trajes trae el recuerdo de las líneas curvas de un jarrón chino. De hecho, el espectáculo tiene un tema chino, que es apropiado para Shiatzy Chen, una casa de moda con sede en Taiwan que se inspira en la cultura china tradicional.
La diseñadora taiwanesa Wang Chen Tsai-hsia, la cofundadora de Shiatzy Chen, presentó el desfile el 5 de octubre de 2008 en la Ecole Nationale Supérieure des Beaux-Arts en la Margen Izquierda en el centro de París. El evento tuvo gran significado para la casa de moda porque fue uno de los desfiles oficiales de la Semana de la Moda de París, programada para las colecciones prêt-à-porter para primavera/verano 2009. La admisión a la Semana de la Moda es exclusiva, no sólo por el gasto que involucra —los preparativos y el desfile cuestan por lo menos NT$10 millones (US$312.000)— sino porque los organizadores invitan únicamente a los mejores diseñadores del mundo a participar en el evento. Otros diseñadores taiwaneses se han presentado en la capital de la moda, pero hasta la fecha solamente otra marca taiwanesa ha sido invitada a participar en el evento oficial, que se celebra en febrero y octubre cada año. Esa primera codiciada invitación engalanó a la marca Shawnyi, que fue creada por dos jóvenes treintañeros en 2000. La marca participó en el evento de París en 2005 y 2006.
Ambas firmas han presentado desfiles en la Semana de la Moda de París; sin embargo, han empleado métodos bastante diferentes. El dúo taiwanés creador de Shawnyi estableció una tienda en París antes de que su marca apareciera en Taiwan, pero Shiatzy Chen hizo lo contrario. Además, ambos fundadores de Shawnyi recibieron formación académica formal en diseño, en cambio la diseñadora principal de Shiatzy Chen aprendió sus destrezas en el trabajo.
No obstante, hacer un debut en la Semana de la Moda de París significa mucho para todos los diseñadores del mundo. El desfile de Shiatzy duró menos de 15 minutos, pero presentó la marca taiwanesa al público internacional.
“El toque chino permanece pero las líneas son más simples que antes, lo que podría gustarle a los occidentales. Lo mismo ocurre con la pintura china abstracta y los patrones intrincados de bordado sobre la fina gasa de los vestidos exhibidos en esta ocasión”, dice Liao Hsiu-nien, subeditora en jefe de la edición de Taiwan de Harper´s Bazaar, sobre la colección exhibida en París por la casa de moda.
Aunque el desfile fue corto, representa décadas de esfuerzos. Este evento marcó un hito en la historia de Shiatzy Chen, y tuvo lugar justo cuando la marca celebraba su 30º aniversario.
El nacimiento de un nuevo estilo
Chen Tsai-hsia —Wang es su apellido de casada— nació en Changhua en el centro de Taiwan. Chen era una modista en la fábrica de su tío a finales de los años sesenta. En 1972, conoció a su esposo, Wang Yuan-hong, un vendedor perspicaz en el sector textil. La pareja se trasladó a Taipei poco después de su boda y fundaron la Compañía Internacional Shiatzy en 1978. Shiatzy, traducido literalmente como “estilos de China”, se conoce principalmente como una marca de ropa femenina, aunque desde 1987 diseña también prendas de vestir para hombres. Sin embargo, sus estilos se han refinado porque Chen se adhiere al concepto que ella describe como “estilo chino como concepto fundamental, estilo occidental por lo práctico”. Eso significa que los vestidos tienen líneas occidentales simples y bien definidas, pero conservan sus rasgos chinos distintivos, tales como el cuello mandarín, botones de nudo y otros elementos culturales chinos.
Chen intentó crear una elegancia neo-china que mezclaba los estilos orientales y occidentales justo en el momento apropiado. A finales de los años setenta, llegó a su fin la Revolución Cultural de China que duró 10 años, período en el que se destruyó gran parte de las tradiciones culturales chinas. En ese momento, China continental estaba lista para empezar a abrirse, mientras que el resto del mundo apenas comenzaba a tener contacto con el Reino Medio y comenzaba a explorar su cultura. Para Shiatzy Chen, éste fue el momento propicio para aprovechar el interés de la gente en todo lo chino, y la oportunidad de comenzar a vender el encanto de la exótica cultura china.
Wang Chen Tsai-hsia, la diseñadora principal y cofundadora de Shiatzy Chen. (Chang Su-ching)
La “fiebre por lo chino” continuó hasta los años ochenta. En 1987 la película El Ultimo Emperador, ganadora de los nuevo premios de la Academia para los que había sido nominada, estimuló el interés mundial en el diseño chino, e inspiró a diseñadores de moda de todo el mundo con sus trajes imperiales. La popularidad de películas con énfasis en la estética china, tales como Tigre agazapado, león escondido en 2000, y Lujuria, Cautela en 2007—donde la protagonista utiliza por lo menos 27 qipao durante la película— han tenido un efecto similar.
A pesar de todo, Chen Tsai-hsia enfatiza que la clave para el reconocimiento de la marca es la actitud diligente de la gente que trabaja para la marca, no el desarrollo de China continental o la fiebre por los artículos y el entretenimiento de estilo chino en general. Esta actitud es compartida por el equipo de Shiatzy, formado actualmente por más de 400 personas, incluyendo más de 20 diseñadores dirigidos por Chen.
Después de exportar a Japón, Europa y Estados Unidos durante los años ochenta, Chen dirigió la mirada hacia París, donde estableció un taller en 1990 como una manera de continuar el desarrollo de la marca. “Ella tuvo una gran visión al hacerlo”, dice Vanesa Yu, directora de moda de Marie Claire Taiwan, y dice además que esa medida le ayudó a mantener actualizados sus diseños. En París, los diseñadores de Shiatzy reciben ayuda de un fabricante francés y se familiarizan con las tendencias internacionales de la moda, los estilos de corte actuales y la cultura occidental en general. La experiencia amplía también los horizontes en una variedad de artes. “Un diseñador de moda creativo no debería solamente investigar sobre las prendas de vestir y ver las piezas de otros diseñadores de prendas de vestir”, dice Chen. “El o ella debe apreciar las artes y la cultura, para que puedan diseñar naturalmente prendas de alto nivel creativo”. En 2001 la marca abrió su primera tienda fuera de Taiwan, una boutique en París en el mismo edificio donde se encuentra el taller.
Parece inevitable que una marca de prendas de vestir con características estéticas chinas alcance el éxito en China continental. En 2003, la compañía abrió su primera tienda en China continental, en el centro de Shanghai, y en 2005 estableció su tienda principal en The Bund, un área de la ciudad con edificaciones históricas convertidas en tiendas de artículos de lujo y hoteles famosos. Según reportajes noticiosos, más de 700 personalidades de China continental y Taiwan estuvieron presentes durante la inauguración de la tienda principal, lo que afianzó su posición en la capital económica de China continental. Hasta la fecha, Shiatzy posee 11 puntos de venta en Hong Kong, Macau y China continental. En Taiwan, la marca ya tiene un total de 38 tiendas.
Después de años con una sola fábrica en los suburbios de Taipei, la compañía abrió su segunda fábrica en Shanghai en 2007. “Poca gente en Taiwan desea trabajar en una fábrica, por eso la mayoría de los trabajadores en la fábrica de Taipei son mayores de 40 años. Eso no es un problema en Shanghai”, dice. Más de 100 trabajadores, incluyendo costureras y bordadoras, trabajan en la compañía y producen anualmente decenas de miles de prendas de vestir a partir de más de 400 estilos creados por sus diseñadores.
Una fina artesanía
En la tienda principal de Taipei en la Avenida Zhongshan Norte de Taipei, mientras muestra la delicada artesanía de una chaqueta acolchada de mujer, Jerry Hsieh, director de mercadeo y relaciones públicas de la marca, dice que “gran parte del valor de una prenda de vestir depende de sus bordados”. La chaqueta que tiene un intrincado bordado sobre la tela de satín cuesta NT$49.800 (US$1.600), un precio medio para una clienta de Shiatzy Chen, que generalmente son mujeres del mundo de la política o empresarias, artistas u otras personalidades famosas. Entre sus clientas se encuentran Lien Fang Yu, esposa del ex vicepresidente Lien Chan, y Sophie Chang, esposa del magnate Morris Chang.
“Uno de los factores principales que determina el precio de un artículo de vestir es la cantidad de bordado y lo complicado del trabajo”, agrega.
Una imagen publicitaria de Shiatzy Chen. Después del establecimiento de su tienda en París en 2001, la marca está lista para expandir su presencia en el mercado occidental.
Sin embargo, una marca se vuelve popular solamente cuando se le da buena publicidad. Para el mercado de Taiwan, que sigue siendo la principal fuente de ingresos, la compañía ofrece dos desfiles de moda al año. A diferencia de la mayoría de los principales desfiles internacionales en el extranjero que presentan las prendas de vestir con medio año de anticipación, los desfiles de Shiatzy en Taiwan muestran colecciones para la temporada actual. Esto es porque los desfiles de Shiatzy son exclusivamente para sus clientes VIP, quienes compran la ropa para su uso personal, y no para comerciantes o minoristas.
Algunas actividades que promueven la marca y al mismo tiempo cumplen la función de servicio público son las ventas benéficas, según Anthony Hsieh, director creativo y de mercadeo de la marca. Las ventas benéficas se vienen realizando desde hace años. En 1998 se celebró el 20º aniversario de Shiatzy con una importante venta benéfica, que recaudó fondos para la investigación del cáncer de seno. Igualmente, se realizó un evento de este tipo tras el Terremoto 921, que devastó a Taiwan en 1999 y donde perdieron la vida más de 2.400 personas. En la venta benéfica más reciente a finales de 2008, la marca ofreció 3.000 chaquetas acolchadas.
La marca procura diversificar sus líneas de productos, y hace alrededor de tres años comenzó a ampliar el catálogo de los accesorios que se venden en todas las tiendas Shiatzy, y el de muebles, que están disponibles en sus tres tiendas principales en Taipei, Shanghai y París. Incluso, el pasado noviembre, la compañía abrió un salón de té en el centro de Taipei . “Cuando una marca alcanza determinado nivel, hay que servir a los clientes en otros aspectos”, dice Chen.
Otra estrategia de promoción de Shiatzy ha sido seleccionar una buena ubicación para sus boutiques. Un ejemplo es el edificio de cinco niveles de su tienda principal en Taipei, al lado de Gucci y Louis Vuitton. “De hecho, las tiendas por departamento y centros comerciales ya nos han colocado junto a marcas de artículos de lujo internacionales”, dice Anthony Hsieh.
Por supuesto, el impulso más significativo para Shiatzy fue la invitación oficial a la Semana de la Moda de París. Cada detalle de la participación en ese evento fue planificado cuidadosamente para garantizar una primera buena impresión. “Los organizadores han estado hablando de esto durante años. Pero querían tener cuidado con el debut de la marca en el evento”, dice Liao Hsiu-nien, de Harper´s Bazaar.
Nuevos horizontes
Liao piensa que la reciente experiencia en París marca el inicio de la próxima etapa en la historia de Shiatzy Chen. Ahora la casa de moda tiene planes de participar regularmente en el evento, que se celebra dos veces al año, para así crear una reputación mundial y darse a conocer en el mercado internacional. La marca aumentará también sus anuncios publicitarios en las publicaciones occidentales de alta categoría. Hasta hace poco, la tienda de París era el único punto de venta en el Occidente, por lo que la publicidad a gran escala no era rentable. Pero ahora muy pronto la marca estará disponible en más tiendas.
“Seis tiendas por departamento en París hicieron pedidos después del desfile, por eso dispusimos un presupuesto para publicidad en las ediciones francesas de revistas de moda influyentes, tales como Vogue y Elle”, dice Anthony Hsieh.
Esta marca ha ascendido a la cima del mundo de la moda de forma continua, y ha construido su reputación a través de años de triunfos sucesivos. En 2003, la publicación Asian Wall Street Journal consideró a Shiatzy como la marca local más popular en Taiwan, y al año siguiente la publicación con sede en Londres Financial Times incluyó la marca en su lista “lo más popular” de 2004. Aún así, Chen es modesta cuando habla de los logros de su empresa. “Todavía hay una gran brecha entre Shiatzy y las principales marcas del mundo”, dice. Quizás tenga razón, pero no hay duda de que Shiatzy Chen es una de las casas de moda locales más cualificada para expandirse mundialmente.
Chen recuerda un mensaje de texto que recibió en su teléfono celular momentos antes de abordar el avión que la llevó a París para participar en la Semana de la Moda. El mensaje de un diseñador de gran experiencia que había trabajado con la marca durante los últimos 16 años. Decía simplemente, “Lo logramos, este es el día que había esperado toda mi vida”, en referencia al evento de París. “Me conmovió mucho”, dice Chen. “Shiatzy Chen estaba en la pasarela gracias al duro trabajo de mi equipo durante tantos años”.
Todas las marcas famosas en el mundo logran el éxito tras décadas de esfuerzos y la dedicación de su personal. Con 30 años de historia y diseñadores dedicados, Shiatzy Chen tiene el potencial de estar en la fila de los grandes nombres de la moda internacional.