26/12/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

COMPOSICIONES PARA FORMOSA

01/05/2009
Una colección de las composiciones de piano solo, ejecutadas por Lina Yeh, publicada en disco compacto el primer día de 2009.

Un compositor de talla internacional es aclamado por inyectar un sentir taiwanés único a la tradición de la música clásica occidental.

El 15 de abril de 2008, el público en la Sala Nacional de Conciertos en Taipei ovacionó casi interminable la presentación de la Orquesta Sinfónica Nacional de Taiwan. La gala estuvo compuesta de tres conciertos y varias piezas vocales en Holo, uno de los principales idiomas usados en Taiwan. Aunque la actuación de la orquesta, del director Chiu Chun-chiang y los vocalistas fueron de primera categoría, la ovación entusiasta estaba dirigida realmente al compositor de esas obras, Hsiao Ty-zen. Hsiao, de 70 años, volvió a su tierra natal desde Estados Unidos donde reside actualmente, con el fin de participar en dos conciertos donde se interpretaron sus obras.


En enero de este año, Hsiao regresó nuevamente a Taiwan, esta vez para recibir el Premio a la Cultura del Yuan Ejecutivo, que se concede a los artistas por los logros de su trayectoria. El primer ministro Chao-shiuan hizo entrega del premio, exaltando a Hsiao como un músico que “compone con amor a su tierra natal y evoca el espíritu taiwanés”. Huang Pi-twan, ministro del Consejo para los Asuntos Culturales y supervisor del grupo de jueces del premio a la cultura, dice que Hsiao combina sus creencias religiosas, talento musical, pasión por la cultura nativa, devoción por las canciones folclóricas taiwanesas con su dominio de la música clásica occidental. De este modo, produce un estilo personal único y taiwanés, por el que se ha dado a conocer en la comunidad internacional. Hsiao es modesto cuando habla de sus logros. “Lo que he hecho es sólo una de las maneras posibles de construir las tradiciones musicales taiwanesas”, dice Hsiao, “pero es algo a lo que he prodigado una gran dedicación”.


Hsiao nació en Kaohsiung el primer día de 1938, en la época en que Taiwan se hallaba bajo el régimen colonial japonés. Creció en la sureña ciudad portuaria y su familia era una de las pocas que podía tener un piano, un lujo en ese tiempo. El padre y la madre de Hsiao eran presbiterianos, que habían sido formados en Japón para ser dentista y odontóloga, respectivamente. Su madre fue su primera maestra de piano, el pequeño Hsiao vivía inmerso en himnos y obras de la música clásica occidental con un aspecto religioso muy marcado. Al ver el talento y la capacidad que su hijo demostraba en las presentaciones en los eventos de la comunidad y la escuela, el padre de Hsiao, quien deseaba que su hijo fuera médico, cambió poco a poco de opinión, y finalmente le brindó su apoyo para que prosiguiera su carrera musical.


Un factor muy importante que cambió la forma de pensar de su padre fue el consejo que le dio el director de la Escuela Secundaria Chang Jung en la ciudad de Tainan, la institución presbiteriana donde Hsiao cursaba estudios, incluyendo clases de música. El director de la escuela, Dai Ming-fu, le dijo a Hsiao padre que su hijo tenía dos opciones: podía entrar en la escuela de medicina y ser un doctor común y corriente, o podía desarrollar su gran potencial musical y convertirse en un músico extraordinario.


Después de graduarse de la escuela secundaria y enseñar música durante un año en una escuela secundaria en la isla aledaña de Penghu, en 1959 Hsiao ingresó en el Instituto Normal Provincial de Taiwan ubicado en la ciudad de Taipei –ahora la Universidad Nacional Normal de Taiwan (NTNU, siglas en inglés)– para estudiar piano y composición. Uno de sus maestros fue el compositor –formado en París– Hsu Tsang-houei (1929-2001), un promotor importante de las teorías de música moderna y la preservación de la música folclórica taiwanesa. A través de Hsu, Hsiao conoció a Chen Dah (1905-1981), un maestro de liam kua, un tipo de arte escénico taiwanés tradicional, en el que se alternan el canto y el diálogo. Hsiao acompañaba a su maestro en sus visitas a la casa de Chen, esa experiencia fue una fuente de inspiración en su futura carrera musical, en la que las canciones en Holo han sido un tema recurrente.


Al culminar sus estudios en NTNU, Hsiao trabajó otra vez como maestro de música, esta vez en una escuela secundaria en Kaohsiung. Después de enseñar allí durante año y medio, en 1965 Hsiao fue seleccionado para cursar estudios en la Universidad de Música Musashino en Tokio. Durante los dos años que estuvo en Japón, la atención de Hsiao se volcó gradualmente en la composición, principalmente a instancia del profesor Fujimoto Hideo, y al mismo tiempo en su dominio del piano. En 1973, después de enseñar música en varios colegios, Hsiao ocupó el cargo de profesor universitario en la NTNU. Durante los siguientes cuatro años, Hsiao compuso algunas de sus obras más importantes, incluyendo La canción de Taiwan, quizás la más querida de sus piezas cortas para violín, así como Eco poético, una pieza para piano .

Traslado al Occidente
En 1977, Hsiao y su familia dejaron Taiwan y se trasladaron a Atlanta, Georgia, en Estados Unidos, donde también vivía su hermana menor. Permaneció en ese país, un poco a regañadientes, durante los siguientes 18 años, parcialmente como resultado de la medida del entonces gobierno autoritario en Taipei, que impedía la reentrada a Taiwan de los expatriados conectados a los movimientos de protesta prodemocráticos. Aunque Hsiao no era activista político, sus obras, tales como Marcha de la democracia (1980), se escuchaba en los mítines de los disidentes y en las protestas en toda la isla.

A pesar de vivir como un exiliado virtual y su nostalgia por la tierra natal, las dos décadas siguientes que Hsiao pasó en Estados Unidos fueron el período más creativo de su vida. El vagabundo, la primera canción que escribió durante su estadía inicial en Atlanta, se dio a conocer rápidamente a través de las comunidades taiwanesas en el extranjero. Algunas melodías y letras, tales como las de“Todos nosotros somos vagabundos del lejano Taiwan”, tuvieron el poder de conmover a los emigrantes taiwaneses y hacer llorar a los estudiantes que se encontraban en el extranjero.


Después de mudarse de Atlanta a Los Angeles en 1978, Hsiao y esposa abrieron una tienda de artesanías taiwanesas y de otro tipo en un centro comercial local. Sin embargo, las raíces musicales no se desprenden con facilidad, y Hsiao se aseguró de tener un piano en la tienda. Un día que tocaba el piano para entretenerse, y al mismo tiempo amenizar a un grupo de clientes, entre los que se encontraban tres ilustres profesores universitarios de danza. Estos le preguntaron por qué tenía una tienda de artesanías en vez de desarrollar su potencial musical. Esa pregunta le hizo reconsiderar su carrera, y muy pronto decidió dedicarse nuevamente a la composición. “Es difícil decidir cuál es la dirección correcta a seguir, y pueden haber obstáculos en el camino”, dice Hsiao. “Pero hay que tratar de hacer el máximo esfuerzo para seguir cierta dirección”.

La carátula de un álbum de las obras compuestas por Hsiao, ejecutadas por la Orquesta Sinfónica Federal de Rusia. La foto de la carátula muestra a Hsiao mientras recibe los aplausos del director Vakhtang Jordania y del público en la Gran Sala del conservatorio P.I Tchaikovsky de Moscú en abril de 1999.

En 1986, dando un paso hacia esa dirección, Hsiao se inscribió en un programa de maestría sobre composición musical en la Universidad del Estado de California en Los Angeles. Además, Hsiao comenzó a crear nuevas obras, entre éstas, varias adaptaciones de canciones folclóricas Holo, y en su tiempo libre, enseñaba e inspiraba a muchos músicos futuros, de Taiwan o de padres taiwaneses. Igualmente, se dedicó a organizar conciertos –algunos estaban incluidos en las giras turísticas a diversas ciudades– donde participaban nuevos músicos taiwaneses que ejecutaban obras de compositores taiwaneses. Lin Heng-zhe, ex director del Buró para los Asuntos Culturales del Gobierno de la Ciudad de Taipei, y fundador y presidente de Taiwan Publishing Co., que publica libros sobre música y partituras, dice que estos conciertos no sólo brindaron una oportunidad esencial de presentarse en público a estos jóvenes músicos, sino que los familiarizó, así como al público taiwanés en el extranjero, con las tradiciones musicales de Taiwan.


De forma paradójica, estas tradiciones se mantuvieron mejor en las comunidades extranjeras que en Taiwan, parcialmente porque la política gubernamental de entonces promovía la cultura china. En consecuencia, las composiciones de Hsiao raramente se ejecutaron en público en Taiwan, hasta que floreció la democracia en los años noventa. Aparte de los factores políticos detrás de su exilio involuntario, el sentir y el intenso sabor taiwanés en las obras de Hsiao, fueron vistos por algunos como incompatibles con los estándares culturales del gobierno de esa época.


En 1987, Hsiao terminó la maestría de dos años. Más tarde, la sucursal de California del Sur de la Fundación Taiwaneses Unidos, que en ese entonces dirigía Lin Heng-zhe, le encargó la composición de tres conciertos, que establecieron su reputación como un compositor de talla internacional: Concierto para violín en D (1988), Concierto para violoncelo en C (1990) y Concierto para piano en C menor (1992). En 1992, el virtuoso violinista taiwanés-americano Lin Cho-liang y la Orquesta Sinfónica de San Diego estuvieron a cargo de la premiere del concierto para violín de Hsiao. Lin Heng-zhe dice que era la primera vez que Lin Cho-liang ejecutaba un concierto de violín de un compositor oriental, y también la primera vez que una importante orquesta sinfónica incluía piezas de un compositor taiwanés. En una conferencia al día siguiente del estreno, el violinista Lin Cho-liang dijo que la presentación fue un momento histórico sin precedentes que le hizo sentir honrado y orgulloso de la música taiwanesa.


En 1992, la violonchelista Carol Ou y la Orquesta del Centro Cultural del Distrito de Taipei presentaron la premiere del concierto para violonchelo de Hsiao en Taiwan, y en 1995 el violonchelista Felix Fan y la Orquesta Sinfónica de San Diego ejecutaron el concierto en California. Y en 1994 el estreno del concierto para piano de Hsiao estuvo en las manos del pianista Jonathan Tang y la Orquesta Sinfónica de Vancouver en Vancouver. Así como Lin Cho-liang, estos músicos de descendencia taiwanesa que han alcanzado el reconocimiento en los círculos internacionales de la música, se sintieron orgullosos de formar parte de este momento trascendental de la música clásica taiwanesa.

Canción del sacrificio
En 1994, Hsiao compuso otra obra maestra, Obertura de 1947. La pieza, creada para ser ejecutada por una orquesta, una cantante soprano y un coro, fue compuesta en memoria de la rebelión de 1947 en contra del gobierno, dos años después del fin de la Segunda Guerra Mundial y la partida de los japoneses. Esta rebelión condujo al ejército a tomar duras medidas y acciones para acallar las voces discrepantes. Para algunos, Taiwan la Formosa, una pieza de coro cantada en Holo con la que concluye la Obertura de 1947, ha logrado la posición de himno nacional no oficial. “La gente de Taiwan hizo tantos sacrificios (en 1947), y yo siento el sufrimiento que experimentaron”, dice Hsiao. “Otros tienen sentimientos similares sobre esa época, pero quizás no encontraron una forma de expresarlos”.


Hoy, la Obertura de 1947 es quizás la obra para orquesta más popular de Hsiao. Así como sus otras piezas de gran escala, la obertura incluye adaptaciones de canciones folclóricas en Holo. “Nuevamente, Hsiao presentó una versión exquisita de baladas taiwanesas locales, que elevó al nivel internacional sin perder el sabor taiwanés”, dice Lin Heng-zhe, de Taiwan Publishing, quien compara las dimensiones nacionalistas e históricas de la Obertura de 1947 a las de la Obertura de 1812 (1880), de Pyotr Ilyich Tchaikovsky (1840-1893), y Finlandia (1900), de Jean Sibelius (1865-1957).


Tchen Yu-chiou, presidenta del directorio del Teatro Nacional y la Sala de Conciertos, y ex ministra del Consejo para los Asuntos Culturales, conecta también el estilo localizado de Hsiao al compositor húngaro Béla Bartók (1881-1945), que se distinguió por haber dedicado su vida a la música folclórica. Tchen señala que Hsiao, igual que Bartók, es uno de los pocos maestros compositores que tuvo sus inicios verdaderamente desde su tierra natal, entiende el sentir de la nación y presenta esta sensibilidad en el formato de la música occidental con un estándar internacional. Una pianista formada en París, Tchen ha ejecutado las obras de Hsiao en varias ocasiones en la Sala Nacional de Conciertos.

Nostalgia incesante
La Obertura de 1947 fue estrenada en California en junio de 1995 por la Orquesta Juvenil de Oakland, la soprano taiwanesa Huang Mei-hsing y un coro taiwanés-americano. Sin embargo, Hsiao continuó sintiendo nostalgia por su tierra natal. Sus hijos se graduaron de la universidad, y gracias a la continua marcha hacia la democracia ya no existían obstáculos políticos que le impidieran su regreso a Taiwan. Por eso, un mes después de la premiere de la Obertura de 1947 en Estados Unidos, Hsiao se trasladó a Taiwan y se residenció en el pueblo de Danshui en el Distrito de Taipei. Vivió en Taiwan durante los siguientes siete años, tiempo durante el cual aumentó el reconocimiento de sus logros musicales, tanto en Taiwan como en el extranjero. En 1999, Sinfonía de Formosa, que Hsiao compuso en 1987 como requisito para obtener su título de maestría, fue estrenada en Rusia por la Orquesta Sinfónica Federal de Rusia. La misma orquesta tocó más tarde la Opertura de 1947 y sus tres conciertos. Su obra Oda a la Montaña de Jade –compuesta en honor al pico más alto de Taiwan, que es un importante símbolo para muchos taiwaneses– formó parte del programa de la toma de posesión presidencial de 2000, una ceremonia que marcó el primer cambio de poder ejecutivo entre partidos políticos en más de medio siglo. El año siguiente se estrenó Ilha Formosa: Réquiem por los mártires de Formosa (2001) en Taipei, seguida ese mismo año del estreno estadounidense de la obra en el Centro Lincoln en la ciudad de Nueva York. Al igual que Amor y paz, una canción para coro en la Obertura de 1947, el Réquiem está basado en la poesía de Lee Min-yung, un distinguido poeta taiwanés y crítico político.

La soprano Li Yu-ru canta la canción en Holo de Hsiao Oda a la música en el concierto de la NTNU en enero.

En 2002, Hsiao sufrió una apoplejía. Estaba componiendo la Sinfonía del río Amor para su pueblo natal, Kaohsiung. Esta era la segunda vez que se enfermaba gravemente –la primera vez fue una década antes cuando componía la Obertura de 1947. Se debilitó mucho y tuvo que suspender temporalmente su trabajo de composición. Para estar cerca de sus hijos y los médicos que lo atendían, Hsiao regresó a Estados Unidos en 2002.


La obra de Hsiao ha sido aclamada por una organización cultural, críticos y músicos. En 2004, fue uno de los cinco ganadores del prestigioso Premio Nacional a la Cultura y las Artes. En el primer día del año se publicó un álbum con las piezas de piano para solo de Hsiao, ejecutadas por la pianista Lina Yeh, quien también es crítica de música y profesora en el Departamento de Música de la NTNU. Esta fue la primera colección de la obra de Hsiao de este tipo, publicada por Yeh como un tributo al compositor. El álbum incluye la versión para piano de Eco poético, una de las obras más conocidas de Hsiao de los años setenta.


En un artículo de periódico que ella escribió sobre las obras del compositor, Yeh dijo que la elegancia sutil y la estructura bien organizada de la música de Hsiao, recuerda a Sergei Rachmaninoff (1873-1943), pianista, director y compositor ruso. La conexión hecha por Yeh –así como por otros músicos y amantes de la música– entre Hsiao y el representante ruso del último período de la música clásica romántica, ha hecho que Hsiao sea llamado “el Rachmaninoff de Taiwan”. El presidente de Taiwan Publishing Lin Heng-zhe dice que si Rachmaninoff es considerado el representante del romanticismo del siglo XX en el mundo de la música occidental, entonces Hsiao podría considerarse su homólogo en el mundo oriental.


Rachmaninoff fue obligado a dejar su tierra natal durante un período de conflicto político después de la Revolución Rusa en 1917, asimismo la política también jugó un papel en la larga estadía de Hsiao en Estados Unidos. Sin embargo, Hsiao ha vivido intermitentemente en Estados Unidos desde 1977, sus obras nunca han perdido su sonido taiwanés. “En el pasado, sólo los músicos taiwaneses aprendían idiomas extranjeros, tales como el italiano y ruso para las presentaciones de sus obras”, dice. “Ahora, los artistas extranjeros también aprenden el idioma taiwanés para ejecutar las obras de Hsiao”.


La selección de Hsiao para recibir el Premio a la Cultura del Yuan Ejecutivo en enero de este año, fue vista como una señal de armonía política en Taiwan, ya que el gobierno del Kuomintang había bloqueado anteriormente su vuelta a casa. Sin embargo, para Hsiao, “la música sobrepasa los obstáculos políticos”, dice. “Lo significativo y la suerte es poder encontrar una manera adecuado de expresarse. Eso es algo que muchos artistas tratan de hacer toda su vida, y no lo logran”.


A pesar de la fama internacional de Hsiao, Lin Heng-zhe piensa que en Taiwan la música de Hsiao no ha logrado suficiente reconocimiento ni apreciación. Para remediar esta situación, se proyecta formar un grupo para promover las obras de Hsiao, además sugiere que las escuelas en todos los niveles en Taiwan incluyan el repertorio de las obras de Hsiao. La presidenta del directorio del Teatro Nacional y la Sala de Conciertos Tchen Yu-chiou dice que una manera efectiva de elevar el perfil de Hsiao es incluir canciones tales como Lonchería taiwanesa en los libros de texto de las escuelas primarias.


A largo plazo, ya sea una pieza corta o un concierto completo, el valor de la música de Hsiao se fundamenta en que puede ayudar a que los taiwaneses de todas las edades aprecien y desarrollen una conexión natural con su propia cultura. “En la abrumadoramente extensa tradición de la música clásica occidental, es difícil encontrar un estilo personal distintivo”, dice Hsiao. “El estilo taiwanés que elegí, es algo que no muchos han seguido. Esta es la mejor manera de comprenderme a mí mismo y dialogar con mis queridos amigos”.

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