La Sucursal del Sur del Museo Nacional del Palacio combina un enfoque general en el arte y la cultura asiáticos, siendo el primer museo a nivel nacional en Asia en hacerlo, con un énfasis especial en la cultura taiwanesa local. Muy esperada por los habitantes de la nación, esta sede del museo abrió sus puertas a finales de 2015. Con ella, se está agregando vitalidad histórica y cultural en la llanura Jianan, en el sur de Taiwan.
Sobre todo, el museo carga con la ambiciosa meta de procurar un equilibrio entre los recursos culturales entre el norte y el sur de la isla, a la vez que estimula el turismo y el desarrollo cultural, educativo y económico en el centro y sur de Taiwan.
En 2004, el Yuan Ejecutivo de la República de China emitió el mandato para que se estableciera una Sucursal del Sur del Museo Nacional del Palacio, en la ciudad de Taibao, del sureño distrito de Chiayi, con un enfoque general en el arte y la cultura asiáticos.
Entrada a una de las variadas diez muestras inaugurales de la Sucursal del Sur, llamada Los radiantes colores azul y blanco: las porcelanas azul y blanco de la dinastía Ming en la colección del Museo Nacional del Palacio. (Foto cortesía del Museo Nacional del Palacio)
No obstante, la construcción de la Sucursal del Sur no estuvo libre de problemas. Las disputas contractuales retrasaron la construcción durante varios años. Lo peor fue cuando el tifón Morakot azotó antes de que la infraestructura de protección fuera instalada, inundando completamente el sitio.
Posteriormente a la elección de Ma Ying-jeou como presidente de la República de China, la Sucursal del Sur fue incluida entre los 12 proyectos de infraestructura i-Taiwan, y el plan fue sometido a una revisión general. Una vez completadas las revisiones en 2010, la construcción tomó impulso.
Ocupando 70 hectáreas en total, la Sucursal del Sur es cuatro veces más grande que el museo principal en el norte. Originalmente, el sitio era propiedad de la empresa estatal del azúcar, Taiwan Sugar Corporation. Estaba cubierto de campos de caña de azúcar y carecía incluso del más estrecho de los caminos. Gracias a la labor del Gobierno del Distrito de Chiayi, se construyeron dos caminos que se cruzan y se colocaron en el subsuelo las líneas eléctricas que lo rodean, a fin de dar paso al museo. El distrito incluso bautizó la calle con el nombre auspicioso de Bulevar 888 del Museo Nacional del Palacio. Estas acciones fueron claras manifestaciones del entusiasmo del gobierno local hacia el proyecto. Kris Yao, de Artech, ganó el concurso internacional para diseñar el edificio. Los edificios de Yao siempre están impregnados de una cierta tranquilidad asiática. Al mismo tiempo, ellos transmiten una sensación de solidez estructural y poseen exteriores lisos. Yao es uno de los pocos arquitectos de Taiwan que son considerados en alta estima internacionalmente por su trabajo en diseño arquitectónico occidental moderno.
Yao es bien conocido en la industria por ser muy particular acerca de la calidad de la construcción, y sus diseños siempre han destacado por la dificultad en su edificación. Por lo tanto, se tuvieron que realizar tres rondas de licitación para la construcción del proyecto antes de que la empresa Lee Ming Construction finalmente obtuviera el contrato.
El 6 de febrero de 2013, se inició la construcción del edificio principal del museo. Inesperadamente, simplemente preparar la base y otras labores de nivelación tomaron un año. En ese momento, no quedaban siquiera mil días antes de la fecha prevista para la apertura del museo a finales de 2015.
Algunas de las tazas de celadón cedidas en préstamo del Museo de Cerámicas Orientales en Osaka, exhibidas en la Sucursal del Sur del NPM. (Foto de Lee Hsiang-ting)
El sitio era de baja altura y sujeto a las inundaciones después de fuertes lluvias. Para defenderse de la amenaza de inundaciones, fue necesario elevar la base del museo.
Para ello, la empresa constructora creó dos embalses, excavando tierra en 14 hectáreas; ésta se utilizó para elevar la base del museo. Posteriormente, los ingenieros inyectaron arena a profundidad en el sitio, creando más de 5.700 pilas de arena muy compactas, antes de introducir 580 pilotes de cimentación de hormigón pretensado. Sólo entonces fue el terreno lo suficientemente estable como para empezar la construcción del museo.
Aunque el edificio principal del museo sólo tiene cuatro plantas, el proceso de construcción siguió presentando dificultades debido a que la altura del edificio es típica de un edificio de diez o más plantas.
Taiwan es propensa a los terremotos, y los constructores tuvieron que tomar ésto en consideración. Taobao se encuentra a tan sólo 18 kilómetros de la falla de Meishan. Por lo tanto, los ingenieros diseñaron 210 unidades de aislamiento de base en cinco configuraciones diferentes, con el fin de reforzar la integridad estructural sísmica del edificio. El sistema, adquirido en Europa, fue enviado a San Diego, Estados Unidos, para ser evaluado. Estos elementos son visibles para los visitantes del museo y por lo tanto también sirven con un propósito educativo.
El edificio de la Sucursal del Sur, que ha alcanzado la certificación a nivel diamante entre los Edificios Verdes de Taiwan, cuenta con instalaciones de energía solar y eólica. Asimismo, ha alcanzado la certificación de oro como un “edificio inteligente” y en este ámbito también se ha solicitado la certificación de nivel diamante.
El Centro Creativo Infantil, de 1.120 metros cuadrados, contiene un escenario circular y exhibiciones interactivas sobre cerámica, textiles, utensilios para el té y teatro asiático. (Foto de Jimmy Lin)
Antes de entrar en el edificio principal, es necesario primero cruzar el puente Zhimei (“máxima belleza”) desde el extremo sur del lago artificial. Para evitar daños a la impermeabilización en el fondo del lago, en lugar de utilizar pilones, el puente cuenta con un solo tramo de arco de 141 metros.
Haciendo eco de los temas arquitectónicos del edificio principal, el puente está diseñado para sugerir la idea de la escritura de caligrafía en cursiva. A medida que uno camina a lo largo del mismo, la superficie brillante del agua calma los ánimos y atrae al visitante hacia las áreas de exposición. Es una experiencia encantadora que perdura en la memoria.
Al final del puente Zhimei se encuentra la plaza circular Longmaxiang (“dragón-caballo-elefante”). Allí los visitantes pueden caminar hacia el patio del museo o entrar en el vestíbulo del mismo a la derecha. Al pasar por el vestíbulo y ascender al siguiente nivel, se percibe inmediatamente la tensión arquitectónica creada por la colocación escalonada de formas geométricas masivas. En este punto se llega a una de las características del museo que causaron los mayores retos durante la construcción. Para entender la dificultad que entraña, es necesario primero examinar el diseño arquitectónico.
En búsqueda de la inspiración conceptual, el diseño de la Sucursal del Sur tomó prestado de tres técnicas que se encuentran en la pintura tradicional de “correr” la tinta china: nongmo (“negro profundo” o el uso grueso de la tinta); feibai (“blanco volante” o rayas de color blanco que aparecen en pinceladas donde la tinta no penetró); y xuanran (aplicación de la tinta tenuemente o con color, produciendo un efecto nebuloso). El ala este del edificio principal es la Sala Feibai, un espacio público en el museo que cuenta con paredes formadas por una cortina de vidrio de color gris azulado, y baja emisividad, que permite la entrada a la luz natural, y ofrece vistas al lago artificial exterior y la planicie Jianan en el fondo. También es un buen lugar para contemplar las obras de arte público que se encuentran en diferentes esquinas de los jardines del museo.
La Sala Moyun es el ala oeste, que transmite una sensación de “forma sólida” a través de su arquitectura. Sus cuatro pisos albergan espacios para exposiciones y seis almacenes para su colección, cada uno de los cuales fue diseñado para satisfacer las necesidades del museo. Por otra parte, debido a que carece de grandes ventanales en sus paredes exteriores, aparenta estar completamente sellada. De hecho, a pesar de que son invisibles para el ojo humano, hay 89 pequeñas ventanas cilíndricas de vidrio pintado, que dejan pasar la luz a los pasillos de exposición, haciendo que parezcan como si estuvieran iluminados por polvo de estrellas. Yao compara este elemento de diseño a un cuadrado Lo Shu, un antiguo diagrama cosmológico chino que fue, según la leyenda, creado por una deidad del río.
Un cielorraso muy alto es una de las formas en que el museo cumple con los estándares internacionales. Algunas de sus vitrinas de exhibición llegan a tener 7,2 metros de altura. (Foto de Jimmy Lin)
Esta ala, construida en hormigón armado, tiene una “forma sólida” y cuenta con una pared exterior cubierta con mosaicos y salpicada de 35.861 discos de aluminio de cinco tamaños diferentes. Asemejando objetos de bronce, éstos transmiten una robusta y sólida sensación de calma. A la distancia, parecen formar la imagen de un dragón, con sus escamas relucientes, medio escondidas entre las nubes, aparentemente en movimiento conforme cambia el ángulo del sol. Es un diseño muy contemporáneo.
La arquitectura de la Sucursal del Sur es como una gigantesca y exquisita escultura. En total, se requirieron más de seis mil toneladas métricas de acero, que tuvo que ser cortado en una amplia gama de tamaños para que el edificio lograra una línea ondulada que sugiere las nubes en movimiento o corrientes de agua. Y la “forma vacía” del Ala Este necesitó de más de ocho mil paneles para la pared de cortina de cristal, que se cortaron igualmente en diversas dimensiones únicas. Para lograr que el vidrio encajara correctamente en el marco de acero, los constructores tuvieron que hacer pequeños reajustes constantemente. El proceso fue increíblemente laborioso.
La parte más difícil de todo fue que las alas que representan la “forma sólida” y “la forma vacía” se cruzan en el lado sur del edificio. Cada detalle tuvo que ser medido meticulosamente para que las dos alas pudieran empatar con precisión. Afortunadamente, gracias al duro trabajo de la empresa constructora, se logró a la perfección.
Entre las dos alas hay un patio y una pasarela de entrada en pendiente, inspirados en el método xuanran (“difusión de la tinta o el color”) de “correr la tinta” en la pintura tradicional china. En este espacio, se pueden ver las dos alas del museo hacia la derecha y hacia la izquierda. En línea recta, se hallan doce obras de arte público que representan las cabezas de los animales del zodiaco chino.
Para brindar un entorno histórico, la exhibición La fragancia de largo alcance del té: el arte y la cultura del té en Asia, incluye una reproducción de una casa de té de la dinastía Ming, como la usaban los literatos, con efectos de multimedios añadidos para brindar la atmósfera apropiada. (Foto cortesía del Museo Nacional del Palacio)
El arquitecto Kris Yao ha descrito cómo un paseo por la Sucursal del Sur debe ser como desenrollar un rollo de pintura china clásica. Se deben apartar lentamente las secciones del texto y disfrutar del proceso sin prisas. Entrar en las salas de exposiciones de la Sucursal del Sur verdaderamente da a la gente una nueva apreciación de las virtudes de disfrutar sin prisas.
Las vitrinas de exhibición, hechas en una escala que es difícil de imaginar, cumplen con las normas internacionales. Las que se utilizan para exhibir los textiles y artefactos budistas, por ejemplo, tienen una altura de 7,2 metros, y dentro de ellas pueden desplegarse rollos largos completamente extendidos. La vitrina más larga, de 20 metros, se encuentra en la Sala de Cerámica.
Una característica especial del museo es que contiene espacio adicional para exhibir arte de instalación relacionado con los temas de la exposición. Por ejemplo, para La fragancia de largo alcance del té: el arte y la cultura del té en Asia, los organizadores diseñaron una casa de té al estilo de la dinastía Ming, para dar a los visitantes una idea de la atmósfera que rodeaba a la forma en que los antiguos bebían el té. Asimismo, Navegando en alta mar: las piezas de porcelana Imari, una exposición especial de piezas cedidas al museo, ofrece la reproducción de un barco en el que navegaron los emisarios japoneses a la China de la dinastía Tang.
En cuanto a la Col de jadeíta con insectos, ese tan apreciado tesoro nacional, el museo se ha instalado una caja redonda especial que permite a los visitantes poder verla desde todos los lados. Por otra parte, la Piedra en forma de tocino será exhibida en el sur en octubre. El personal del museo está esforzándose para ofrecer deliciosas sorpresas en todos los rincones de cada exposición.
La Sucursal del Sur tiene cinco galerías para exposiciones permanentes, así como una única galería para cada una de las exposiciones especiales, exposiciones con multimedios y exposiciones de obras prestadas. El personal de conservación del museo, incluyendo muchos que ya se habían retirado, fue movilizado y trasladado al sur. Diez equipos, compuestos por expertos nacionales y extranjeros, revisaron los artículos del museo a fin de encontrar obras para exposiciones permanentes y exhibiciones con multimedios potenciales; así como muestras de documentos prestados del extranjero. En total, se planificaron diez exhibiciones para la apertura del museo, incluyendo cinco exposiciones permanentes, tres especiales, y dos de obras cedidas en préstamo.
Construido sin pilones, el puente peatonal Zhimei ofrece una vista increíble del juego de la luz sobre el agua. (Foto cortesía del Museo Nacional del Palacio)
Los terrenos circundantes de 50 hectáreas están plantados con pocas plantas debido a los métodos de ingeniería ecológica empleados. Las plantas requieren algún tiempo antes de que puedan madurar y florecer. Se espera que las lluvias de primavera de este año den lugar a extensiones más amplias de color verde.
Las obras para el “Gran plan de expansión para el Museo Nacional del Palacio” comenzaron en 2010. El plan requiere la expansión del museo en el norte y la construcción de una nueva área para las artes y las actuaciones allí; así como el establecimiento de la nueva Sucursal del Sur, con su enfoque en el arte y la cultura asiáticos, creando así un par de estrellas culturales en Taiwan, que brillen en el norte y el sur.
Los museos son lugares donde la gente puede entrar en contacto con la esencia de la cultura. El Museo Nacional del Palacio fue reconocido este año como uno de los diez museos más visitados en el mundo por el diario The Art Newspaper de Londres. Clasificado en el séptimo lugar, fue el único museo asiático en la lista.
Con la Sucursal del Sur del Museo Nacional del Palacio ahora brillando en la planicie de Jianan, se ha abierto otro portal que dará al mundo un vistazo de la rica herencia cultural de la nación, distinto al del Museo Nacional del Palacio en el norte de Taiwan.