racias a un conveniente servicio de transporte recién inaugurado, tanto visitantes como residentes en Kaohsiung, la segunda ciudad más grande de Taiwan, pueden disfrutar de un agradable viaje en barco hasta los mercados nocturnos que se encuentran a lo largo del Río del Amor en esa ciudad. Denominados "barcos del amor", 14 de ellos han sido bautizados en honor a amantes famosos en la historia y la literatura mundial. Asimismo, hay uno llamado "Cupido". Estas naves entraron en operación el 16 de mayo pasado.
Durante el Festival de los Faroles en febrero de este año, se realizó el primer viaje de prueba en bote a lo largo del río. Al presidir la ceremonia, Frank Hsieh, alcalde de la ciudad de Kaohsiung, explicó con detalle los planes para el desarrollo turístico del río, por medio de 15 barcos construidos localmente y diseñados especialmente para el Río del Amor. Cada barco tuvo un costo de 75 mil dólares estadounidenses, y puede transportar unos 20 pasajeros. Además, cuenta con asientos especiales para los enamorados. Los cruceros llevarán a sus pasajeros en una romántica travesía de 4 kilómetros, pasando por lugares artísticos importantes tales como el Museo Municipal de Historia de Kaohsiung, el Centro de la Música, y el Museo de Cultura Hakka.
"Tanto visitantes como residentes podrán disfrutar de la magnífica vista al tomar un barco, tal y como lo hacen los turistas en otros ríos famosos, como el Sena en Francia y el Rin en Alemania", concluyó.
Según el director del Buró de Transporte de Kaohsiung, Kao Jyun-fong, la ciudad ha tenido problemas en convencer a los turistas para que se queden más de un par de días en la ciudad, estancándose así el desarrollo de restaurantes, hoteles y negocios recreativos. Debido a que no estaba dispuesto a atraer turistas con actividades de entretenimiento no aptas para menores, Hsieh propuso la idea de hacer uso de uno de los íconos de Kaohsiung, el Río del Amor.
Generaciones atrás, el río era una línea vital para la región y una puerta al océano. El río corre a través del mismo corazón de la ciudad, de la esquina noreste hasta la sudoeste, y desemboca en el estrecho de Taiwan vía el puerto de Kaohsiung. Este río, de 16,4 kilómetros de largo, proveía de pesca abundante antes de los años treinta, pero para 1971, fue declarado muerto oficialmente.
Como resultado de la descarga de aguas residuales provenientes de los hogares y fábricas de la ciudad, el agua del río se convirtió en una masa fétida y oscura. Las labores de limpieza resultaron infructuosas, hasta nuestros días. Durante los años setenta, el Gobierno de la ciudad bloqueó el flujo de agua del río para poder controlar la contaminación, y comenzó la construcción de un sistema de cañerías para el desagüe de desechos. Tras alcanzar un nivel satisfactorio en las labores de limpieza, la compuerta que dividía la parte superior e inferior del cauce del río fue abierta, permitiendo el retorno del tráfico fluvial.
Le tomó a la Municipalidad de la ciudad 22 años de esfuerzos hasta que logró finalmente limpiar el río. Hoy en día, el Río del Amor ha comenzado a recuperar su encanto natural original. "Antes era sucio y apestoso", afirma Li Ya-ping, quien nació y creció en Kaohsiung. Por otra parte, contrariamente a la impresión dada por su nombre, ella explicó, "no se veía bien que los colegiales sugirieran ir al Río del Amor, y ninguna de las muchachas deseaba ir porque allí era donde nuestros padres iban cuando eran jóvenes".
"Es asombroso cómo está de limpio y hermoso ahora", comentó Li. Dado que la calidad del agua ha mejorado grandemente, y hay muchas cafeterías y variados espectáculos al aire libre en sus riberas, además de los faroles de calle a lo largo de las calzadas peatonales que invitan a la gente para que venga a dar un paseo, el río está ganando otra vez los corazones de la gente --y de los enamorados-- de todas las edades. "Por la tarde, se ve muy hermoso, y como hay algunos bellos viejos árboles y diversas clases de flores a lo largo del camino, es agradable ir allí durante el día, también", opinó Li.
Diversas generaciones que nacieron en Kaohsiung tienen recuerdos variados del río. De hecho, el Río del Amor era un lugar popular para visitar en 1945, después de que los nacionalistas recuperaron Taiwan de manos de los japoneses. En ese entonces, el Gobierno remodeló partes de la calzada en la ribera para crear un parque y colocó faroles a lo largo del curso del río. "Era un buen lugar para dar una caminata después de salir de algún cine cercano", recuerda Chen Cheng-hsiung, de 61 años de edad, quien ha vivido en Kaohsiung por 30 años. "Durante los años cincuenta y sesenta, había solamente tres lugares a ir para un dar un paseo agradable al aire libre --el Río del Amor, el Monte Longevidad, y el lago Cheng Cing--, pero solamente el Río del Amor está en el centro de la ciudad". El fácil acceso al río lo convirtió en el sitio preferido por los residentes de Kaohsiung para pasear y relajarse.
Este afluente no siempre fue llamado el Río del Amor. Durante la dinastía Ching (1644-1911), reflejando su identidad como extensión del puerto de Kaohsiung, y siendo capaz de acomodar los buques de alta mar más pequeños, varias partes del río fueron llamadas por los nombres "Puerto del Atracadero", "Puerto del Extremo del campo", "Puerto del Agua del Dragón" y "Puerto de la Salina". De paso, un apodo popular para Kaohsiung es "ciudad portuaria".
Durante el período colonial japonés (1895-1945), al principio el río fue llamado oficialmente "río de Kaohsiung". Más adelante, le fue dado el nombre más utilitario de "canal de Kaohsiung", acentuando su función como afluente comercial.
Cuando el río, fiel a su nombre, se convirtió en un sitio de reunión popular para los enamorados, empezaron a aparecer negocios de alquiler de botes de remos a lo largo de sus riberas. En 1948, un residente de la ciudad llamado Chen Jiang-pan abrió un negocio de alquiler de botes donde se encuentra ahora el puente Chung-cheng. Por sugerencia de un poeta amigo, él nombró su operación "alquiler de botes del Río del Amor". El negocio resultó muy bueno, ya que una nueva y liberada generación de jóvenes taiwaneses se atrevía a socializar en lugares públicos, aunque aún fuera al margen de la sociedad.
Para los jóvenes Romeos y Julietas, el lugar donde se intercambiaban votos de amor eterno podía convertirse algunas veces en el lugar donde uno lo termina todo cuando hay "tormentas en el mar del amor", como reza el refrán tradicional chino. Cuando una mujer joven se suicidó en junio de 1949 lanzándose al río, un periodista que acababa de ser transferido a Kaohsiung pensó equivocadamente que el "Río del Amor" en el anuncio para alquiler de botes era en realidad el nombre del río, y divulgó el lamentable incidente con el titular "muchacha joven muere por amor en el Río del Amor". Otros medios empezaron a usar este nombre, por lo que pronto todos en la ciudad comenzaron a llamarlo Río del Amor.
Para atraer a los visitantes, la Municipalidad ha procurado parques especiales en la ribera, con seis paradas destinadas a los botes para turistas. Se han construido tres complejos orientados hacia las delicias gastronómicas en la parte oriental del río, mientras que se encuentran espectáculos callejeros y librerías en el lado occidental. Por un pago simbólico de 1,50 dólares estadounidenses, la gente puede comprar un boleto por todo un día, permitiéndole pasear por el río para arriba y para abajo, de una parada a otra, todo lo que quiera.
Además de los botes de motor con capacidad para 20 personas que operan actualmente en el Río del Amor, el Buró de Transportes de la ciudad tiene planes de introducir en septiembre dos transbordadores para dar servicio en el puerto de Kaohsiung. A pesar de que se pretende que los botes simplemente transporten a las personas de un lado a otro del río, éstos son más que sólo transbordadores. Uno de ellos será un tipo de "bar en el mar", y el otro un gimnasio. El precio del boleto será de tres dólares estadounidenses, sin incluir lo que uno gaste bebiendo en la fiesta y alzando pesas.
Si desea más información acerca del río, puede consultar www.loveriver.info
Traducido del Taiwan Journal por Silvia Villalobos