Debido al rápido desarrollo de esas ciudades, los ríos Tamsui y del Amor sufrieron de graves problemas de contaminación, y los gobiernos municipales del caso pasaron años tratando de resolver el problema.
En julio, el Gobierno de la Ciudad de Kaohsiung anunció que el río del Amor había sido completamente saneado. Ya no es un sueño viajar por la ciudad a través de su cauce o inclusive nadar en el mismo. Para los que visitan el sitio por primera vez, este logro tal vez no suena monumental, pero para los residentes que han seguido los esfuerzos durante 22 años por parte del gobierno municipal para el dragado del fondo del río y el embellecimiento de la orilla, es una noticia muy bien recibida.
El río de 12 kilómetros de longitud se inicia con un pequeño arroyo en las montañas del distrito de Kaohsiung antes de correr a través de la ciudad y desembocar finalmente en el Estrecho de Taiwan. El área de drenaje es de 5.600 hectáreas y la población en dicha zona alcanza 720 mil personas.
Hace mucho tiempo, las tierras a las orillas del río fueron utilizadas para la agricultura. El lecho del río era plano, lo que le dió un cauce lento. Pequeños barcos transbordadores cruzaban el río impulsados por las mareas y con frecuencia se veían a los residentes remando en él. En la dinastía Ching (1644-1911), se le conocía como el río Takao. Cuando los japoneses ocuparon la isla en 1895, ellos dragaron el cauce y construyeron canales para transportar madera importada del Sudeste Asiático. Los japoneses levantaron terraplenes y el río se volvió más estrecho. Ellos también construyeron veredas en cada ribera para que la gente paseara y para embellecer el área.
Cuando la isla fue retornada a China en 1945, el Gobierno convirtió partes de las veredas en un parque al borde del río e instalaron faroles a lo largo de las orillas. Muy pronto, el área se convirtió en un sitio popular para los jóvenes amantes, que consideraban las palmeras y los faroles al atardecer como algo romántico. Ellos denominaron el cuerpo de agua como el Río del Amor.
Sin embargo, a medida que Taiwan se fue transformando de una economía agrícola a una industrial, la belleza del río del Amor se fue apagando. Desde 1908, cuando los japoneses comenzaron la construcción del Puerto de Kaohsiung en la desembocadura del río, los manglares en el área cedieron su lugar a los muelles. El Gobierno nacionalista también se percató del potencial del puerto y continuó construyendo instalaciones portuarias después que se fueron los japoneses. Desafortunadamente, la construcción empeoró las condiciones del río. Pronto, Kaohsiung se convirtió en la ciudad industrial más grande de la isla y, como creció sin los beneficios de la planificación urbana, el río del Amor se convirtió en un vertedero de desechos industriales.
Los contaminantes industriales aparecieron primero en la mitad del cauce durante la ocupación japonesa. Por ejemplo, después que la madera llegaba a Kaohsiung, era transportada río arriba para las fábricas de pulpa y papel, que a su vez echaban los desechos al mismo. Estas y otras fábricas causaron grandes daños al ecosistema del río.
Además del desgaste ecológico, la creciente población de Kaohsiung significó también un aumento de las demandas sobre el río. Cuando se creó la primera zona procesadora para la exportación en 1965, los residentes de los distritos vecinos se mudaron a la ciudad en búsqueda de trabajo. Este proceso de urbanización no sólo trajo prosperidad económica, sino que aumentó el número de desechos por familia. Niveles cada vez más altos de desechos humanos e industriales se mezclaron con las aguas del río del Amor.
La pesca, que fue una actividad de ocio que disfrutaban muchos de los residentes de la ciudad, desapareció junto con los peces. Más aún, el nivel del agua bajó tanto que su flujo era insuficiente para llevar los contaminantes al mar. Frank Hsieh, actual alcalde de Kaohsiung, señala que también ha cambiado la relación del río con el mar. "El agua salada entra y sale del río con las mareas. En otras palabras, la principal fuente de agua del río del Amor es el agua salada", dice Hsieh.
Hoy, se estima que cerca de dos tercios de las aguas que alimentan el río provienen del mar. Como el alto contenido de contaminación interfiere con la capacidad natural del río de autolimpiarse, las aguas pronto se volvieron negras y adquirieron un olor desagradable. Los residentes lo llegaron a considerar como una enorme alcantarilla abierta. Durante el Festival de los Botes Dragón en 1971, los atletas rehusaron participar en las regatas que supuestamente se llevarían a cabo en el río.
El Gobierno tomó nota del problema en 1978 y trajo dos buques con equipos de dragado para iniciar las operaciones de limpieza. Desafortunadamente, ese plan fue criticado y se detuvieron las operaciones de dragado. En 1979, el Gobierno municipal trató de construir un nuevo sistema de drenaje. Las lluvias y las aguas residuales eran colectadas anteriormente en un mismo sistema y la mayoría de los desagües desembocaba en el río. El nuevo diseño procuraba tener sistemas diferentes para las lluvias y las aguas residuales, de modo que estas últimas fuesen bombeadas directamente a estaciones depuradoras. Sin embargo, el nuevo sistema no era barato y el Gobierno municipal optó por el Plan B. Este involucraba construir compuertas en el cauce superior para recolectar las aguas residuales para un subsecuente tratamiento.
Al mismo tiempo, la municipalidad fijó su atención en otra operación de dragado. Debido al sedimento acumulado durante tantos años, el trabajo fué mucho más difícil de lo esperado. Se removieron toneladas de desechos, desde bolsas plásticas hasta motocicletas, del río del Amor.
En 1987, se terminaron de construir y comenzaron las operaciones de las compuertas y los centros de depuración del Plan B de la ciudad. Desafortunadamente, se descubrió que el sistema tenía dos principales problemas medioambientales.
Primero, no había control de la calidad del agua. Como el río del Amor es el principal canal para el drenaje de las aguas, las compuertas tenían que permanecer abiertas durante la temporada de lluvias, que va desde mayo hasta septiembre. Esto dificulta el mantenimiento de la limpieza del agua. En invierno, cuando las compuertas están cerradas, la calidad del agua era segura.
Como el nuevo sistema de aguas residuales no sirve a toda la ciudad, el segundo problema era que los desechos de algunas familias todavía llegaban al río a través de los canales tributarios. Por ende, la contaminación continuó y los residentes, que ya habían soportado lo suficiente del mal olor que emanaba del río, exigieron que el mismo fuera cubierto. La municipalidad estuvo en desacuerdo, insistiendo que el dinero sería mejor usado extendiendo el nuevo sistema de aguas residuales para que cubra a toda el área metropolitana. Hoy, 80 por ciento de todas las aguas residuales llegan finalmente a una planta de depuración.
En 1994, un grupo de ciudadanos conscientes formaron una agrupación para presionar al Gobierno para que hiciera algo con respecto al río contaminado, entre otras cosas. Chen Shu-tuan, portavoz del grupo, dice que su meta inicial era detener al Gobierno municipal en la construcción de un gran centro comercial en la ribera del río y pedir que se construyera un parque público en su lugar. Después de que se construyó el parque, el grupo continúa siendo una agrupación que defiende los aspectos relacionados con el medio ambiente.
"Los residentes de Kaohsiung suelen tener hermosos recuerdos del río", dice Chen. "Esperamos que la buena imagen del río retorne algún día".
Traducido del Taipei Journal por Luis M. Chong L.