Una toma de rehenes que involucró al criminal más buscado por la policía en Taiwan terminó pacíficamente el 19 de los corrientes después de un enfrentamiento de 24 horas.
El incidente ocurrió en Taipei el 18 de noviembre cuando Chen Chin-hsing, un sospechoso relacionado a una serie de asaltos, violaciones, secuestros y asesinatos entró a la residencia del agregado militar de Sudáfrica -el coronel McGill Alexander. Fue entonces que Chen tomó al Coronel, a su esposa, a sus dos hijas, y a su hijo adoptivo de 7 meses como rehenes.
Chen es el último sospechoso buscado por el secuestro y asesinato de Pai Hsiao-yen, la hija adolescente de una famosa artista de Taiwan. De los tres sospechosos originalmente buscados por la policía por dicho crimen, Lin Chun-sheng y Kao Tien-min optaron por el suicidio cuando fueron rodeados por la policía en ocasiones separadas.
La esposa de Chen, Chang Su-chen, y su cuñado, Chang Chih-hui, fueron detenidos desde abril. Se cree que son cómplices de Chen.
Según informes de prensa, Chen pidió a la policía que llevara a su esposa, dos hijos y suegra al edificio en donde tomó a los rehenes. También pidió una entrevista con un fiscal del distrito y que se garantizara que él y su familia salieran del país sanos y salvos. Además, pidió entrevistas con la Cable News Network así como con las estaciones locales de televisión.
La policía rodeó el edificio tan pronto como se le avisó sobre la situación y empezó a negociar la liberación de los rehenes después de entablar comunicación con Chen.
Así mismo, se avisó inmediatamente a los Ministros del Gabinete, quienes integraron un equipo de emergencia para supervisar la crisis.
El Ministerio de Relaciones Exteriores mantuvo estrecha comunicación con la Embajada de la República de China en Sudáfrica y le comunicó sobre la preocupación del primer ministro de la República de China, Vincent Siew, por la seguridad de los rehenes.
Loh I-cheng, embajador de la República de China ante Sudáfrica, dijo que el canciller sudafricano, Alfred Nzo, comprendió la situación y está consciente de que dichos incidentes pueden sucederle a cualquiera en cualquier sitio. Loh añadió que Nzo manifestó su confianza en que el asunto se solucionaría satisfactoriamente.
Durante la crisis, Chen disparó hiriendo a Alexander y a su hija de 22 años, quienes fueron liberados -a aproximadamente las 10 de la noche del 18- y llevados al hospital para recibir atención médica.
El pequeño de siete meses fue puesto en libertad un poco antes del mediodía el 19 de este mes, después de que se permitió que la esposa de Chen entrara a la casa del Agregado Militar. El abogado Frank Hsieh se involucró en las negociaciones de los rehenes cuando se presentó como voluntario para defender a Chen y a su familia. Con la ayuda de Hsieh, Christine -la hija de 12 años de Alexander- fue puesta en libertad a eso de las 4:30 de la tarde de ese día.
Con la supuesta intención de ayudar a probar la inocencia de la esposa y del cuñado de Chen, el abogado Hsieh, Yeh Yao- peng, miembro del Yuan de Control; y Ho Yu-yi, jefe de la Unidad de Asuntos Criminales de la policía de Taipei, lo persuadieron a que se entregara a la policía a pesar de su intención previa de suicidarse. Chen soltó al último rehén, la esposa de Alexander, y salió de la casa del Agregado Militar a aproximadamente las 7:55 de la noche, terminando así la crisis.
Al enterarse de que la situación se había resuelto, el presidente Lee Teng-hui emitió una declaración. En ella dijo que sentía alivio de enterarse de que el Agregado Militar sudafricano y su hija mayor se estaban recuperando de sus heridas.
Lee también expresó confianza en que las autoridades del caso manejarán el asunto adecuadamente y respetarán la justicia para la sociedad.
El Presidente también agradeció a los investigadores y a la policía su arduo trabajo. Además, instó al pueblo a que continúe cooperando con las autoridades con el fin de mejorar el orden social y la seguridad global de la nación.
El ministro de Relaciones Exteriores, Jason C. Hu, inmediatamente comunicó los resultados a Nzo, su homólogo sudafricano, y pidió disculpas por el incidente. Según la Cancillería, Nzo manifestó su agradecimiento al Gobierno de la República de China por la solución pacífica de la crisis.
En un comunicado de prensa, el Ministerio de Relaciones Exteriores indicó que Chen estaba siendo buscado por la policía desde abril de este año y que la toma de rehenes fue un incidente desafortunado para todas las partes involucradas.
El Gabinete también sostuvo una rueda de prensa después de que Chen se entregó a las autoridades. En la conferencia, el primer ministro Siew enfatizó que de ninguna manera se le harán favores especiales a Chen ni a ningún sospechoso que trate de negociar con las autoridades mediante la toma de diplomáticos extranjeros como rehenes.
El Primer Ministro reiteró la determinación del Gobierno de mejorar el orden social y exigió el apoyo del público en las tareas policiales. Añadió que la solución pacífica de la crisis ayudará a conservar la imagen internacional de la República de China.
El Gabinete también prometió acelerar la reforma del sistema policial; exigir que las agencias encargadas de aplicar la ley adopten un programa para que se entreguen todas las armas de fuego; y a fortalecer los esfuerzos contra el contrabando con el fin de combatir el uso ilegal de armas de fuego.