El Fondo de Cooperación y Desarrollo Internacional (ICDF, siglas en inglés) está colaborando con Mercy Corps, una entidad caritativa de Estados Unidos, para contratar sobrevivientes del devastador terremoto que azotó Haití con el fin de limpiar los escombros y reconstruir sus casas en el país caribeño.
Dicho programa está destinado a crear trabajo para los damnificados haitianos. Iniciado el 1º mes pasado con la construcción de cuatro centros para refugiados en Puerto Príncipe, capital de Haití, el proyecto durará seis meses en su etapa inicial. El mismo permitirá que los sobrevivientes tengan un ingreso regular, a la vez que ayudan al limpiar los escombros y reconstruir las zonas afectadas por el seísmo que sacudió ese país en enero.
“El trabajo reemplaza los programas de asistencia convencionales de dar y tomar”, explicó un funcionario de ICDF, añadiendo que el programa permite que los sobrevivientes reciban ingresos durante el proceso de rehabilitación y reconstrucción post-desastre; al mismo tiempo que les ayuda a ser autosuficientes lo más pronto posible. “Creemos que este tipo de ayuda deja que los receptores de la misma conserven su dignidad por medio de la auto-ayuda, a la vez que están tranquilos por tener trabajos fijos”, señaló el funcionario.
La financiación de las obras proviene Fondo de Cooperación Humanitaria, creado conjuntamente por el ICDF y Mercy Corps. Desde que ocurrió el terremoto, de China ha llevado a cabo varios programas de ayuda de emergencia y reconstrucción post-desastre para Haití, con la participación de entidades públicas y privadas.
Taiwan ha contribuido activamente a la reconstrucción de Haití, comprometiéndose inicialmente a aportar diez millones de dólares estadounidenses y donando más de 17 toneladas de suministros tales como medicina, equipamientos, alimentos, tiendas de campaña y ropa.
ICDF también ha enviado varias misiones médicas de emergencia y se ha comprometido a brindar cuidados de salud a largo plazo para los haitianos. El último equipo de 15 voluntarios, que incluyó pediatras, podólogos y expertos en enfermedades infecciosas, renunció a su descanso de Año Nuevo Lunar para ayudar al pueblo haitiano.
La presencia humanitaria de de China en Haití comenzó mucho antes terremoto y se mantiene a pesar de las duras circunstancias.
“Podemos ser pequeños, pero eficaces. No importan las circunstancias políticas. es un gran país lleno de personas de corazón compasivo que siempre están dispuestas a ayudar”, afirmó Jeffrey Chen, galeno participante y jefe de la misión médica del ICDF en Haití.