Taiwan Today

La Asamblea Nacional aprobó la Constitución Nacional el 25 de diciembre de 1946, dando a la República la Carta Magna que ha regido sus destinos desde entonces. El documento fue oficialmente promulgado por el Gobierno Nacional el 1 de 1947 y entró en vigor el 25 de diciembre del mismo año. El 25 de diciembre es el Día de la Constitución, feriado nacional en la República de China. La Constitución fue adoptada por la Asamblea Nacional más de veinte años después de la muerte del Padre de la Patria, Sun Yat-sen, pero al incorporar ideas fundamentales de su pensamiento político ha dado a la Nación una línea de continuidad que sigue inspirando a gobernantes y gobernados. Tanto en su preámbulo como en el primer artículo queda firmemente establecida la dirección impresa por el Dr. Sun. Dice así el párrafo introductorio: "La Asamblea Nacional de la República de China, en virtud del mandado recibido de todo el cuerpo de los ciudadanos, de acuerdo con las enseñanzas legadas por el Dr. Sun Yat-sen al fundar la República de China, y con el objeto de consolidar la autoridad del Estado, salvaguardar los derechos del pueblo, asegurar la tranquilidad social y promover el bienestar del pueblo, establece esta Constitución que será promulgada en todo el país para ser fiel y perpetuamente guardada por todos." El Capítulo Primero trata de Disposiciones Generales y su primer artículo dice: "La República de China, fundada sobre los Tres Principios del Pueblo, es una república del pueblo, que será gobernada por el pueblo y para el pueblo." Pero aparte de las menciones directas del Dr. Sun y sus enseñanzas, que recurren en el cuerpo del documento, el espíritu de la Constitución y su misma estructuración de los poderes del estado se remontan directamente al Fundador de la República. Tanto por sus estudios como por sus numerosos viajes y frecuente comunicación con amigos occidentales, el Dr. Sun conocía muy bien las constituciones de países de aquellas regiones y hubiera parecido obvio que hubiera optado por la división de tres poderes, tradicional en esos países. Sin embargo, Sun incorporó otros dos poderes, con lo cual el gobierno de la República consta de cinco poderes diversos: el poder o "Yuan" ejecutivo, el legislativo, judicial de control y de exámenes. El capítulo octavo de la Constitución trata del Yuan de Exámenes en siete artículos. El artículo 83 establece: "El Yuan de Exámenes será el más alto órgano de exámenes del Estado y estará a cargo de todo lo referente al exámen, empleo, registro, calificación de servicios, escalas de salarios, promoción y transferencia, estabilidad, recompensas, ayuda pecuniaria in caso de muerte, jubilación y retiro." El Yuan de Control es establecido por el Capítulo Noveno que tiene 17 artículos. Al describir las funciones de dicho Yuan dice así, en el capítulo 90: "El Yuan de Control es el más alto órgano de control del Estado y ejercitará los poderes de consentimiento, destitución, censura y de revisión de cuentas." Habitualmente se traduce el nombre de este Yuan como "Control pero quizás se aproximaría más a su significado el nombre de Yuan de Vigilancia. El Dr. Sun consideró más prudente y seguro separar esas funciones del poder legislativo, al cual pertenecen en el concepto occidental, estableciendo de ese modo un más positivo equilibrio en los poderes gubernativos. Ambos poderes tenían, por otra parte, una larga y honrosa tradición en la historia de China. Al incorporarlos, pues, a los tres poderes generalmente aceptados en las constituciones occidentales, era una vez más fiel a su principio de conservar todo lo útil recibido de la antigüedad. La Constitución ha servido bien a la República y a su pueblo. Pese a los azarosos tiempos transcurridos, son escasas las enmiendas requeridas por las circunstancias y el documento en su casi totalidad continúa siendo la ley máxima del país e inspirando la actividad de los gobernantes. Bajo sus sabias prescripciones el país ha alcanzado notable progreso. Cada uno de los ciudadanos goza en pleno de los derechos inherentes a su dignidad humana y a su condición de ciudadano. Al aliento de esa libertad escrupulosamente respetada es posible a cada uno elegir su campo de actividades dando rienda suelta a sus tendencias creadoras, en beneficio propio y de toda la comunidad. La celebración del Día de la Constitución no puede dejar de traer a la memoria los millones de compatriotas esclavizados por la demencia dictatorial de Mao Tse-tung, quien llegó al extremo, sin precedentes aun entre los peores tiranos del mundo, de poner su nombre como objeto de culto y veneración en el vergonzoso documento llamado "constitución" por su régimen nefando. La Constitución de la República de China fue adoptada por la Asamblea Nacional en el continente chino, por delegados de toda China y para todos los chinos. La República de China no se dará reposo hasta que el benéfico manto de su Constitución cobije y ampare a todos los chinos.