Chiaki Ota, una joven japonesa de 30 años de edad, ha trabajado por dos años como guía e intérprete, así como en el mostrador de la Casa de Huéspedes de Lishan.
Este pintoresco complejo, ubicado a una altura de más de dos mil metros sobre el nivel del mar en el centro de la isla, fungió como cabaña de hospedaje del fallecido presidente Chiang Kai-shek, y también se utilizó para rconocer a dignatarios extranjeros en las décadas de 1960 y 1970.
Ota descubrió Taiwan a través de los estudiantes de intercambio taiwaneses que estudiaban con ella en la Universidad Ritsumeikan de Kyoto. Después de graduarse, Cho comenzó a visitar frecuentemente la isla, una o dos veces al año, para visitar sitios turísticos o reunirse con sus amigos taiwaneses.
Después de trabajar en Japón durante tres años, Ota decidió venir a Taiwan para estudiar mandarín.
Su plan original no incluía trabajar en la Casa de Huéspedes de Lishan, pero consiguió el trabajo por casualidad. Mientras estudiaba mandarín en la Universidad Tunghai, ubicada en la ciudad de Taichung, asistió a una actividad para hacer zongzi, o tamales chinos hechos con arroz glutinoso y envueltos en hojas de bambú, que se comen tradicionalmente durante el Festival de los Botes Dragón.
Durante la misma, Ota conoció a un empleado de la Casa de Huéspedes de Lishan, quien le contó que habían puestos vacantes. Ota solicitó inmediatamente empleo allí.
Según Ota, quien proviene de Nayoro, en Hokkaido, el entorno de Lishan le recuerda a su ciudad natal, y el clima de la zona, que no es tan caliente como muchos otros lugares en Taiwan, le viene muy bien.
Nayoro se encuentra a unos 200 kilómetros al noreste de Hokkaido, la ciudad más importante en Sapporo.
Sobre todo, Ota opina que las zonas montañosas de Taiwan son preciosas y se siente muy afortunada de trabajar en Lishan.