Con el objetivo de contribuir a la lucha contra la contaminación del aire, el Templo Lungshan en Taipei cerró el 15 de junio tres de sus siete incensarios.
Esta decisión del Templo Lungshan sigue a otras medidas tomadas previamente con el mismo fin, tales como la reducción en la cantidad de varas de incienso que se usan en el ritual de veneración a las deidades; y la prohibición a aceptar las donaciones de varas de incienso, implementadas desde el año pasado.
La nueva medida será revisada dentro de tres meses a fin de observar su impacto en los niveles de contaminación alrededor del templo.
Un estudio de la Universidad Nacional de Taiwan realizado en mayo, encontró que los niveles de contaminación del aire alrededor de dicho recinto religioso habían llegado a cifras alarmantes; con 49 veces más de la cantidad de partículas de 2,5 micrómetros (PM) o más pequeñas, que el promedio de la ciudad, y 89 veces más alta que en los alrededores del Templo Xingtian. Este último, otro importante sitio de culto de la ciudad de Taipei, prohibió la quema de incienso el año pasado.
La puesta en marcha de las nuevas reglas para la quema de incienso en el Templo Lungshan fue acogida con poca reacción por parte de los devotos del templo.
Ubicado en la histórica área de Wanhua, el Templo Lungshan es uno de los principales y más famosos centros religiosos de Taipei desde su establecimiento en 1738.