Un carbonero dorsiverde (Parus monticolus Vigors, 1831) se posa sobre las ramas floridas de un cerezo en el Area Nacional de Recreación Forestal de Aowanda, en el distrito de Nantou, ubicado en la parte central de Taiwan. Los cerezos han comenzado a florecer en la zona iniciando una temporada durante la cual muchos viajeros llegan al parque forestal para pasear bajo los bosques prístinos y deleitarse visualmente con el maravilloso espectáculo de estos árboles, con una atractiva coloración rosada causada por sus flores. También constituye un deleite auditivo escuchar el gorjear y trinar de la gran variedad de especies de aves que habitan dichos bosques. Es frecuente ver bajo los árboles a pacientes fotógrafos que esperan con sus cámaras la anhelada oportunidad de tomar una imagen de algún ave rara o pocas veces encontrada. (Foto cortesía de la Oficina del Distrito Forestal de Nantou, vía CNA)