Pero existe un inconveniente: la presencia extranjera tan variada representa un obstáculo difícil de superar por los canales locales, que apenas difieren uno del otro. Es como si la cocina local tuviera que servir sus especialidades en medio de una gran cantidad de tratorías, cafés-restaurantes, braserías extranjeros, así como también bares de sushi en la misma calle. Entonces, ¿Cuál es la solución? "Naturalmente, si comparamos programas del mismo género, los programas locales no pueden aventajar aquellos producidos en Norteamérica o Japón, en términos de presentación y calidad", dice Yao. "Pero suponga que esté mirando un programa japonés sobre pesca. Este puede proporcionar valiosa información sobre la pesca en Japón, pero los televidentes taiwaneses preferirán ver uno sobre la pesca cerca de Taitung, al sureste de Taiwan. Esa es una manera de competir con los espectáculos extranjeros, adaptar el contenido de nuestra programación a los intereses locales".
A pesar de la inminente competencia extranjera, los canales del cable locales aparentemente todavía tienen cierta confianza. "La televisión por cable involucra la integración de mano de obra, tecnología, y capital", dice Sunny Young, Director Administrativo del operador local del cable Trans World Network (TWN). "Para tener éxito, la industria local debe internacionalizarse y volverse de capital intensivo. Los operadores extranjeros pueden ayudarnos en este aspecto". Michael Yao no duda que los programas locales podrán mantener su nivel. "Nunca me preocuparé por la programación extranjera", dice él. "Puede que se apoderen finalmente de un tercio del mercado, pero la mayoría de los programas populares será siempre nuestra. Los televidentes locales no tienen tanto tiempo para ver la televisión, y cuando lo hacen, prefieren ver programas locales con los que se sienten más familiarizados". La verdadera competencia tiene lugar dentro de la misma industria local, entre el cable y los canales comunes, así como entre los diversos canales del cable.
La programación en la mayoría de los canales locales, tanto del cable como los comunes, puede dividirse en dos grandes áreas: entretenimiento, y una mezcla de información y entretenimiento. También hay algunos programas dirigidos a mercados especiales, que enfocan la religión, educación, finanzas, y compras, sin embargo, estos programas atraen audiencias reducidas y tienen un potencial de crecimiento limitado. Los programas de información y entretenimiento, como lo sugiere su nombre, tienen la finalidad tanto de informar como de entretener. El mercado al que se dirigen son los televidentes educados de la ciudad, y a pesar de que tienen cierta popularidad, no son tan numerosos como los que ofrecen solamente entretenimiento.
TWN y el Canal Tierra, también llamado Dadi, son los principales canales de información y entretenimiento de Taiwan. Con pocos ingresos a diferencia de los canales que sólo ofrecen entretenimiento, esas estaciones de TV dependen de los programas extranjeros para llenar su programación, ya que cuestan mucho menos que la producción local de espectáculos de calidad. TWN saca al aire solamente seis horas diarias de programas localmente producidos. Los tópicos abarcan la administración financiera, cuidados personales, astrología, y el turismo. El resto de la programación diaria incluye documentales, reportajes sobre tecnología, y noticias, todos importados. Dadi, propiedad de la Red de Televisión China (CTN), transmite al día solamente dos programas producidos en la isla, y ocasionalmente presenta series documentales sobre temas como la retrospectiva de la música y la filmación de Taiwan. El equilibrio de su programación depende de la variedad temática de sus programas, los cuales son todos hechos en el exterior.
Aunque varios de los programas hechos en Taiwan de los canales TWN y Dadi tienen mucha popularidad, ésto no significa que obtengan buenas ganancias. Por lo contrario, ambos canales están perdiendo dinero. "Es difícil encontrar suficientes recursos y fondos para producir documentales, así como programas de información y entretenimiento de alta calidad", dice Sunny Young. Debido a los problemas financieros, Dadi está planeando reducir sus programas producidos localmente, mientras que TWN intenta cambiar su orientación intelectual a una programación general y más accesible que dé mayor importancia a la vida diaria de los televidentes. Ningún canal está conforme con la situación, y Young está particularmente exasperado. "¿Qué le agrada a los televidentes?", pregunta él. "No es algo difícil de imaginar: espectáculos de cabaret, de variedades, películas de kungfu de grado B, y novelas románticas. ¡Eso es lo que les gusta!".
Foto de Ku Chin-tang
La producción de los programas de entretenimiento tales como las telenovelas y las comedias es de mejor calidad porque tienen mejor base. Pero no siempre ocurre lo mismo con el contenido.
La afirmación de Young parece ser correcta. De los cuarenta programas más populares, cerca del 70 por ciento son novelas y espectáculos de variedades, mientras que el restante 30 por ciento son noticieros. Es cierto que a la industria de la televisión en Taiwan no le falta capital, pero la mayoría de los productores sólo financian los programas que darán las mejores y más rápidas ganancias. Los canales de entretenimiento, de este modo, producen y seleccionan sus programas según su capacidad para satisfacer a la mayoría de los televidentes, y así poder atraer los dólares de los anuncios publicitarios. La programación de estos canales incluye: música, espectáculos de variedad y opinión, comedias, dibujos animados, eventos deportivos, dramas, además de telenovelas en mandarín y taiwanés. Los operadores de estaciones de TV tienen muy claro quienes son los televidentes. "Los comerciantes, médicos, e intelectuales no están muy inclinados a ver televisión", explica Edward Wang, Presidente de Rebar Tele-Communications Co. "Nuestra audiencia está compuesta de vendedoras jóvenes, tenderos, y amas de casa que pasan muchas horas en un mismo lugar. Estas personas matan el tiempo viendo televisión".
En canales tales como TWN y Dadi, la calidad y el contenido de los programas de entretenimiento y los destinados a audiencias especiales, hechos localmente, son dudosos. Para la mayor parte de estos programas especiales, la "producción" es simplista, apenas requiere colocar una cámara frente a un vendedor que hace una demostración de sus artículos, un profesor explicando gramática inglesa o china delante de un pizarrón, un monje interpretando los sutras budistas, o dos "expertos" financieros analizando las fluctuaciones del mercado. Los equipos y gráficos, sonido, luces, talento, y los guiones son de meros aficionados.
Los programas de entretenimiento, dado que disponen de mayores fondos, tienen valores de producción más altos, sin embargo no tienen un buen nivel de contenido. Un ciudadano común resume muy bien la situación en pocas palabras, "Sí, hay más de sesenta canales en la televisión. ¡Qué montón de basura!", dice Lin Yu-sheng, un taxista de 45 años de Taichung. "Hay sólo cinco o seis que realmente veo. Los programas hechos en Taiwan son muy populares. Pero, a mí no me gustan mucho los shows de variedades, siempre los mismos chistes y las mismas canciones. Prefiero ver los programas sobre fantasmas y fenómenos sobrenaturales. Son muy emocionantes". A Lin le gusta en especial un programa llamado "Visitantes del infierno", en el canal Penglai, que es filmado frente a un altar ancestral donde un médium hechiza a los asistentes voluntarios. Estos supuestamente poseídos o hipnotizados, describen lo que ven y sienten en el inframundo. "Creo en lo que pasa en el programa", dice Lin. "Sus almas realmente entran en el infierno. Me gustaría probar alguna vez, pero es demasiado costoso participar en el programa". Como en cualquier mercado, la calidad del producto funciona con el consumidor.
A pesar de todo, los tres canales comunes de Taiwan continúan disfrutando de la mayor popularidad. Estos tienen treinta y cinco de los cuarenta programas más populares de Taiwan. Sin embargo, la televisión por cable está avanzando rápidamente. Según un reporte del periódico en idioma chino Cammercial Times, los ingresos por anuncios publicitarios de los tres canales comunes de Taiwan cayeron a su punto más bajo en diez años, este declive ha sido atribuido al aumento de la popularidad de la televisión por cable. La estrategia del cable siempre ha sido muy simple, si a la gente le agradan los programas de los canales comunes, hay que ofrecerles más de lo mismo. De este modo, la programación popular es casi igual en todas las estaciones de TV. Tien Ta-chuan, Director de Relaciones Públicas para la Sanlih Satellite TV Co., señala, "Si Ud. quitara el signo de cada canal, no podría diferenciar cuál es cuál".
Además de la renuencia de probar algo nuevo por parte de los programadores, existen otras restricciones en cuanto a creatividad y originalidad. "Es verdad que hay poca diferencia entre los espectáculos de variedades", dice Tang Jih-hsin, productor del canal Sanlih. "Pero eso se debe en gran parte a que los programas deben diseñarse según el talento y la personalidad de los artistas que se presentan quienes difieren muy poco uno del otro". "También es difícil producir material original porque el mercado es tan competitivo, que nadie quiere correr ningún riesgo", continúa diciendo. "Hay por lo menos diez programas que se transmiten actualmente en toda la isla que tienen exactamente el mismo contenido, canciones populares, parodias, y juegos. Realmente nos gustaría romper esta homogeneidad".
Los programadores del cable están en desventaja porque no tienen el apoyo financiero que gozan los canales comunes. Carl Yu, Director Asociado de Programación de Rebar Tele-Communications Co., ha trabajado en la producción de programas durante más de veinte años. "Los canales comunes tienen una fuerte ventaja financiera", dice él. "Como la mayoría de los operadores del cable tienen poco presupuesto e instalaciones y equipos de producción limitados, tienen dificultad para reclutar empleados con experiencia. Esto trae como resultado que los escenarios, iluminación, y los efectos de sonido sean frecuentemente de bajísima calidad". Según Yu, los canales comunes tienen un presupuesto de NT$400.000 a NT$500.000 (de US$14.800 a NT18.500) para cada show de variedades. Los canales del cable, dice él, son afortunados si pueden contar con un presupuesto de por lo menos la mitad de ese monto para el mismo tipo de programa. "Es cierto que no podemos pagar a estrellas famosas como lo hacen dichos canales", dice Lai Wei-ling, quien también es un productor de programas para el canal Sanlih. "Sin embargo, también sufrimos de una real escasez de buenos guionistas. Cuando la gente ve los programas para los que han escrito los guiones, se sienten muy avergonzados".
La falta de talento se ha agravado aún más por el número de canales del cable que están ahora en operación. "Con tantos canales, contratamos al primero que llegue", dice Tang. "Los canales están llenos de actores y empleados técnicos poco experimentados, sin embargo, todavía no podemos satisfacer la demanda. Esto causa aún mayores problemas, ya que así no se puede atraer inmediatamente la atención de los televidentes. Si el público no puede reconocer a nuestros presentadores, maestros de ceremonia, o actores, estamos naturalmente en desventaja".
La escasez de personal y el rápido crecimiento del mercado del cable podría resultar verdaderamente beneficioso para la industria a largo plazo. Según Wu Huei-fang, quien se ha dedicado a la planificación y producción de programas para televisión por más de doce años, el continuo incremento del número de canales está forzando a la industria a depender principalmente de empleados sin suficiente entrenamiento y experiencia. En consecuencia, la calidad de los programas se ve afectada, aunque todavía existe la esperanza para el futuro. "Cuando comencé, la mayoría de los técnicos eran novatos, pero hoy día, el personal de producción tiene entrenamiento profesional", dice Wu. "En general, la calidad de la mano de obra experimentada que se encarga de la producción de programas es mejor que antes".
A pesar de todo, las dificultades financieras hacen que muchos canales del cable dependan de los programas producidos por otras compañías privadas. Chou I-te,. de 28 años de edad, Gerente General de Great League Communications Co., una compañía de producción, explica que existen muchas maneras de obtener programación local. Una es realizar por sí mismos la producción. Otra es vender espacios a las casas de producción, los precios varían entre NT$30.000 (US$l.111) para los operadores menores, hasta NT400.000 (US$14.800), para los grandes operadores como TVBS, en este caso, la compañía productora se queda con todas las ganancias. Otro método es desarrollar una idea, y luego dejar la producción a compañías como la de Chou. Sin embargo, la industria de la producción, así como todos los demás segmentos del mercado del cable, es cada vez más competitiva. "El valor de producción para cada pieza es muy hermético", dice Chou. "No perdemos dinero, pero tampoco obtenemos ganancias. Lo único que queremos hacer es producir programas de calidad para obtener cierto reconocimiento de los canales. No nos importa si perdemos dinero siempre y cuando los programas sean buenos".
A pesar de las dificultades que enfrenta, el cable ha tenido éxito al establecer una sólida base de televidentes en el mercado de Taiwan. Aunque les faltan muchos de los recursos que disponen los canales comunes, las estaciones del cable locales sí poseen un nivel competitivo. La Oficina de Información del Gobierno (GIO), la organización encargada de regular el mercado, no clasifica la televisión por cable como un servicio público, debido a que los consumidores deben pagar una cuota de subscripción. El resultado es que las normas que reglamentan la programación del cable son menos restrictivas que las de los canales comunes. "La ventaja del cable es que podemos atraer a muchos televidentes con programas que tratan sobre sexo, apuesta de dinero, y ese tipo de cosas", dice Tang Jih-hsin. "Algunas veces, la línea que divide la diversión y la vulgaridad es muy delgada. Simplemente jugamos alrededor de los límites". Carl Yu opina de la misma manera. "El mérito de la televisión por cable es que incrementa la selección de programas de entretenimiento y educación", dice él. "Nuestra competitividad se basa en ofrecer algo que los televidentes no pueden ver en ningún otro lugar". A corto plazo, la sobrevivencia de los canales del cable depende, como lo sugieren Tang y Yu, de las diferentes alternativas que éstos ofrezcan. Pero la solución a largo plazo puede resultar más costosa, en términos de dinero, tiempo y esfuerzo: los canales del cable local tendrán que seguir el ejemplo de gente como Chou I-te y afanarse en mejorar su nivel. Lo cierto es que no hay nada mejor que los programas hechos en casa, así como no hay nada mejor que la comida de mamá. Sin embargo, para lograrlo se requiere de creatividad, experiencia, así como trabajo arduo y honesto .■