26/12/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

Cámara de puntos de vista contradictorios

01/01/1995
Las controversias sobre los derechos de propiedad intelectual en Taiwan ya no son el sencillo asunto de los Estados Unidos en contra de la República de China, ellos en contra de nosotros. Un ejemplo que hace al caso: la disputa entre la Cámara de Comercio Americana de Taipei (AmCham, abreviatura en inglés) y las Cámaras de Comercio de los Estados Unidos de América (COCUSA, siglas en inglés). Cada abril, el Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR, siglas en inglés) examina a los socios comerciales de los Estados Unidos según las disposiciones de la sección "301 Especial" de la Ley de Comercio de los Estados Unidos de 1988, luego clasifica los países que violan los derechos de propiedad intelectual norteamericanos en una de estas tres categorías: Lista en Observación, Lista en Observación Prioritaria, o (para los ofensores más serios) Países Extranjeros Prioritarios. Durante los dos últimos años, AmCham y COCUSA han expresado opiniones claramente contradictorias sobre cómo debe clasificarse Taiwan. El conficto comenzó en primavera de 1993 cuando, sin consultar a los 900 miembros de AmCham, COCUSA recomendó formalmente al USTR que siguiera considerándose a Taiwan País Extranjero Prioritario, lo que podía acarrear sanciones comerciales. La junta directiva de AmCham protestó el no haber sido consultada, y señaló su desacuerdo con la recomendación. En junio de ese mismo año, la cámara local renunció de COCUSA, una acción considerada por AmCham como la primera vez que una cámara de comercio norteamericana del exterior rompe formalmente con la organización base en los Estados Unidos. El presidente del Comité de Derechos de Propiedad Intelectual de AmCham, Robin Winkler, abogado norteamericano de la firma de Koo, Winkler, Hsu y Hwang, y con catorce años de residencia en Taiwan, dice que muchos miembros de la cámara local creyeron que dejar a Taiwan en la clasificación de País Extranjero Prioritario hubiera sido contraproductivo. El año antepasado, Taiwan enfrentó algunas críticas de los Estados Unidos, especialmente porque no había aprobado una serie de revisiones de las leyes de propiedad intelectual. Pero muchos miembros de AmCham consideraban que la isla había hecho significantes avances en la protección de la propiedad intelectual, y que el gobierno estadounidense debió haber reconocido eso. "Después de todo el esfuerzo que han hecho, la gente realmente 'amiga de la propiedad intelectual' iba a sentir que la habíamos puesto en una posición difícil", dice Winkler. "La gente que ha criticado (a los Estados Unidos) hubiera podido decir, 'Aún con todo nuestro esfuerzo, todavía nos dan la peor designación'". En abril de 1993, a pesar de la recomendación de COCUSA, el USTR colocó a Taiwan en una clasificación de menor gravedad, Lista en Observación Prioritaria. En Diciembre, AmCham solicitó su reentrada a COCUSA, seguida de la promesa de esta organización con base en los Estados Unidos de que solicitaría su colaboración en todos los asuntos sobre Taiwan. Pero en febrero de 1994, COCUSA nuevamente dejó de consultar con la cámara local antes de presentar una recomendación al USTR. Y una vez más, los puntos de vista de ambas organizaciones discreparon claramente. COCUSA escribió que Taiwan y otros cinco países eran "lo suficientemente notorios esta vez, y merecían la designación de Países Extranjeros Prioritarios". AmCham expresó lo contrario, que Taiwan había hecho suficiente progreso en materia de derechos de propiedad intelectual durante el último año como para ser colocado en un nivel más bajo, de la Lista de Observación Prioritaria a la Lista en Observación. En una carta al Representante Comercial de los Estados Unidos Mickey Kantor en marzo de 1994, AmCham manifestó, " ... creemos firmemente que COCUSA, por cualquier razón, no ha entendido lo que ha ocurrido en Taiwan en los últimos doce o catorce meses" y que la recomendación de COCUSA "claramente no estuvo basada en los hechos". La carta resaltó que Taiwan hizo grandes progresos en el último año, mencionando la aprobación de la Ley de Televisión por Cable; las revisiones de la ley de Patentes, la ley de Marcas Registradas, y la Ley de los Derechos de Autor; y la firma del Acuerdo para la Protección de la Propiedad Intelectual con los Estados Unidos. Winkler califica la recomendación de COCUSA del año pasado como "totalmente fuera de línea". El encuentra errores en cada una de las cuatro áreas problemáticas mencionadas por COCUSA: continuos problemas de aplicación, inadecuada protección para los farmacéuticos, procedimientos y regulaciones de marcas que no satisfacen los estándares internacionales, y el nivel de éxito del Sistema de Supervisión de Exportadores de Programas de Computación no está muy claro. "Ellos simplemente están equivocados", dice Winkler. Refiriéndose al argumento de que Taiwan tiene continuos problemas de aplicación, él pregunta, ¿Qué país no tiene? Nadie esperaba que los problemas de aplicación iban a desaparecer de un día para el otro, pero han disminuido y existen indicaciones del propósito de reducir los problemas de aplicación. Eso es lo importante". Winkler también considera "errónea" la afirmación de que el régimen de marcas no satisface los estándares internacionales, indicando que las regulaciones de marcas de Taiwan se parecen mucho a las de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual y las de los Estándares de Propiedad Intelectual relacionados con el comercio estipulados en el Acuerdo General de Aranceles y Tarifas (GATT, siglas en inglés). Y en cuanto a la falta de "protección de trámite" para los farmacéuticos, que protege a los productos farmacéuticos estadounidenses que están en trámite de pruebas, cuando la Ley de Marcas Registradas fue revisada en 1986, él señala que las principales compañías farmacéuticas internacionales representadas en AmCham de Taipei no se quejaron acerca de esto. "Ninguno de estos problemas en sí mismos o en conjunto sirven para justificar la clasificación de Taiwan en la lista de Países Extranjeros Prioritarios", dice Winkler. El indica que hay un gran grupo de personas en los Estados Unidos que se beneficia de la clasificación de Taiwan en dicha lista. "Hay definitivamente un motivo económico aparte de resolver el problema de la piratería", dice él. "La Sección Especial 301 ha dado lugar a un aumento de una completa industria nueva de abogados y cabilderos especializados en singularizar países y poner sus problemas en la peor posición posible". Robert Cox, primer vicepresidente de AmCham y abogado norteamericano de la firma McCutchen, Doyle, Brown y Enerson, señala que las asociaciones comerciales con base en los Estados Unidos incluyendo la Alianza Internacional de Propiedad Intelectual, la Alianza Comercial de Programas de Computación, y la Asociación de Manufactureros Farmacéuticos, todos recomendaron que el USTR bajara Taiwan al nivel de Lista en Observación. "En este caso, COCUSA parece estar en desacuerdo no solamente con lo que AmCham en Taipei dice, sino también con lo que otras asociaciones comerciales dentro de la industria están diciendo", dice él. Cox, que ha ejercido en Taiwan durante cinco años, ha visto a sus clientes cada vez más satisfechos con la protección de los derechos de propiedad intelectual en Taiwan. "Pienso que las compañías que tienen un real interés en los asuntos de derechos de propiedad intelectual, en cuanto a la protección de sus bienes y tecnología, reconocen generalmente los progresos que han ocurrido en Taiwan durante los últimos años", dice él. Pero la aplicación todavía se ha quedado atrás. "Esta es el área en la que los clientes de la tecnología con base en los Estados Unidos están deseando un mayor avance", dice él. "Pienso que la gente dice usualmente que estamos colocando la legislación en su lugar (en Taiwan). Ahora es cuestión de trabajar con los acusadores y jueces para poner la legislación a trabajar". Cox indica que debido al alto nivel de habilidad tecnológica de Taiwan, las compañías estadounidenses pueden perder más dinero por culpa de las violaciones de la propiedad intelectual aquí que en países menos desarrollados. "El tipo de pérdidas que ocurre aquí es bastante grande", dice él. Por ejemplo, debido a que Taiwan es ahora el segundo productor de computadoras notebook, después de los Estados Unidos, existe una gran pérdida potencial de copias sin autorización de programas de computación. William Botwick, presidente de AmCham y gerente general de General Motors Taiwan, dice las empresas están observando que hay más acciones contra los infractores. "Compañías como General Motors, que han aprovechado los mecanismos de aplicación disponibles aquí, han visto con el pasar de los años que la aplicación ha mejorado", dice él. "Queremos que continúe mejorando, pero ya se ha hecho un progreso substancial". Botwick añade que la protección de Taiwan excede los estándares internacionales en algunos aspectos, incluyendo el Sistema de Supervisión de los Exportadores de Programas de Computación. Creado en 1992, el programa requiere que las empresas de programas de computación reciban una licencia y presenten copias de sus exportaciones de programas de computación al gobierno para examinar las posibles infracciones a los derechos de autor, el proceso le costó a Taiwan cerca de US$5 millones en 1993. "Yo no creo que ningún otro país tenga un sistema como este", dice él. "Y ciertamente debido a que es nuevo, y quizás único, no es sorpresa que no funcione perfectamente". Botwick y Winkler también culpan a COCUSA de colocar a Taiwan en la misma categoría de Argentina, Brasil, Turquía, India, y la República Popular de China, países que ellos creen violan los derechos de propiedad intelectual en una mayor extensión. "Parece que están muy lejos de la realidad" dice Botwick sobre COCUSA. "Ellos están agrupando Taiwan con países que no tienen siquiera una infraestructura reguladora para aplicar la protección de los derechos de propiedad intelectual". Winkler dice que los problemas presupuestarios y la falta de conocimientos técnicos son los principales obstáculos para mejorar la aplicación de los derechos de propiedad intelectual en Taiwan, indicando que la gente en todas las áreas necesitan entrenamiento especializado, desde los jueces hasta los examinadores de marcas y patentes, el personal de derechos de autor, y los acusadores. "Esto se está haciendo", dice él. "La insatisfacción se refiere, a lo sumo, a que no se está haciendo lo suficientemente rápido. Pero, ¿sería razonable hacerlo más rápido? Probablemente no. Ellos seguramente están haciéndolo tan rápido como pueden". ■

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