27/12/2024

Taiwan Today

Taiwán Hoy

¡Tómame, Léeme Cómprame!

01/05/1995
Foto de Chang Su-ching Una mezcla internacional: Además del creciente número de publicaciones locales, los lectores pueden encontrar cientos de revistas importadas de los Estados Unidos.
De modas a finanzas, de artes teatrales a política, de budismo a béisbol, Taiwan está viviendo ahora el popular adagio aplicable a cualquier país próspero: cualquiera que sea su interés, existe la posibilidad de encontrar una revista para Ud.

De hecho, la gente en Taiwan nunca ha tenido tantas revistas para escoger. Los registros del gobierno muestran casi cinco mil publicaciones registradas, con cerca de doscientas ampliamente disponibles. Además, otras noventa revistas chinas son importadas, la mayoría de ellas desde Hong Kong. Y las publicaciones en idiomas extranjeros disponibles incluyen cerca de quinientas revistas de Japón y casi mil doscientas de los Estados Unidos y otros países occidentales. "Taiwan tiene probablemente la densidad de revistas per cápita más alta en el mundo", se ríe Hsu Chung-jung, presidente de The Earth, una revista local mensual hecha a imitación de National Geographic.

Mientras que la isla durante décadas ha tenido un número relativamente grande de revistas, la industria ha crecido significativamente más en los últimos años. A partir de la expansión económica general a partir de finales de la década de los ochenta, más de mil nuevas revistas han entrado al mercado, un promedio de catorce cada mes. Muchas de estas, por supuesto, son revistas especializadas o publicaciones de compañías, y algunas terminan siendo un fracaso. Aún así, el número de publicaciones chinas que puede ser encontrado en cualquier puesto de revistas ha aumentado notablemente en los últimos cinco o seis años.

Algunas de las viejas revistas continúan teniendo una fuerte parte del mercado, incluyendo la edición china de Readers Digest que tiene su sede en Hong Kong, la revista para el aprendizaje del idioma inglés Studio Classroom (que tiene ahora una versión CD-ROM), y los sensacionales tabloides de entretenimiento semanales. Sin embargo, la tendencia está dirigiéndose ahora hacia una mayor variedad de revistas de temas especiales, que antes eran extensamente confinadas a áreas tales como moda, comida, y familia. "En el pasado, dos tercios de las revistas en Taiwan estaban destinadas a las mujeres", dice Chiang Ping-yang, gerente general de la compañía de distribución de revistas Kuangtang. "Ahora existen revistas publicadas para los hombres, aunque también atraen a las mujeres". De hecho, muchas de las nuevas publicaciones no tienen una orientación en especial hacia las mujeres o los hombres, sino que simplemente están dirigidas a cualquiera que tenga interés en temas particulares, ya sea diseño interior, equipos estereofónicos, o la inversión en la bolsa de valores.

Lo que esta nueva tendencia de las revistas refleja sobre todo son los cambios económicos y sociales que han tenido lugar en Taiwan entre los últimos diez y quince años, particularmente los cambios en la capacidad de consumo. No solamente el PNB per cápita era de solamente US$1.900 en 1979, menos de un quinto de la cifra de hoy de US$10.000; no obstante cuando a la gente le quedaba un sobrante de su ingreso, no tenía muchas otras opciones sino ahorrarlo. Las oportunidades de inversión local eran escasas, los viajes al exterior estaban restringidos por el gobierno, y las altas tarifas limitaban severamente la disponibilidad de los artículos de consumo o de lujo importados de alta calidad.

Hoy, la historia es completamente diferente. Además de los mercados de bienes raíces y de valores, la gente está invirtiendo en cualquier cosa desde fondos mutuales hasta moneda extranjera y mercados de futuros. Desde que la mayoría de las restricciones para viajar al exterior finalizaron en 1979 y la prohibición de viajar a China continental en 1987, los turistas de Taiwan también han gastado incontables cantidades de dólares en paquetes de viajes y pasajes aéreos. Y gracias a los aranceles más bajos y al incremento resultante de la competencia, los consumidores están ahora comprando una gama infinita de artículos importados así como artículos locales de mejor calidad, desde automóviles hasta cosméticos y discos compactos. Al mismo tiempo, la gente está prestando más atención a las actividades recreativas y los pasatiempos. La industria de las revistas se ha apresurado a responder a estos avances, con una publicación tras otra enfocando en la nueva mentalidad del consumidor y en los intereses más diversificados del público.

Las publicaciones económicas y financieras han llevado la delantera en el número de revistas registradas. De cerca de mil que se publican, alrededor de cincuenta son de amplia circulación. Las revistas económicas más conocidas incluyendo a Common Wealth, una de las publicaciones más respetadas de la isla analizan las tendencias macroeconómicas así como también ayudan a los empresarios a administrar sus compañías. Pero muchas de las revistas más nuevas, tales como Money, giran más hacia la información sobre inversiones prácticas para los individuos. Algunas revistas de más antigüedad, incluyendo Wealth, también han incorporado más consejos sobre inversiones personales y administración de capital.

Esta orientación práctica incluso se ha convertido en la nueva tendencia de las revistas sobre arte, con un número de publicaciones recientes que no enfocan en la apreciación o crítica del arte, sino en la inversión en obras de arte. Estas publicaciones van al ritmo del tremendo crecimiento de las galerías de arte durante los últimos años en la isla y con el advenimiento de subastas regulares en Taipei realizadas por Christie's y Sotheby's. Una de las primeras publicaciones en este campo fue la revista Art of Collection, creada hace dos años por la misma compañía que publica Wealth y otras dos revistas financieras. "Ahora, mucha gente en Taiwan es muy adinerada, pero no saben cómo aprovechar al máximo el dinero que tienen de más", dice Hsieh Chin-ho, director ejecutivo del grupo Wealth. Los buenos tiempos de la especulación en los bienes raíces y la bolsa de valores se están desvaneciendo. Con nuestra experiencia en finanzas y economía, creemos que la inversión en el arte se convertirá en el próximo juego de dinero importante de Taiwan".

Muchas otras revistas de interés especial reflejan de manera similar los hábitos recreacionales y de consumo de la sociedad más opulenta de Taiwan. A partir de mediados de los años ochenta, por ejemplo, ha habido un incremento en las revistas que enfocan en temas tales como diseño interior, equipos estereofónicos, mascotas, moda, y gastronomía.

Una de esas áreas que se ha expandido considerablemente son las revistas sobre turismo y pasatiempos, evidencia del rápido aumento del número de personas en Taiwan que está viajando al exterior o participando en actividades al aire libre. Una de las más populares revistas nuevas sobre turismo es la edición taiwanesa de Blanca, una publicación con sede en Japón. Ofreciendo doscientas páginas de información detallada, ha atraído una circulación de más de 32.000, considerada buena en el mercado de Taiwan. Otra que ha tenido éxito ha sido Leisure Life, que enfoca en pasatiempos tales como alpinismo, submarinismo, y windsurf. Una creciente clase de viajeros aficionados también ha sido la clave para el éxito de The Earth, una revista mensual de alta calidad sobre geografía. The Earth comenzó en 1988, poco después de que el gobierno comenzara a permitir a la gente de Taiwan visitar China continental, y la revista hizo énfasis en artículos sobre el área continental. Pero con más gente viajando ahora al sureste de Asia, Europa, y muchas otras áreas, la revista ha ampliado su foco geográfico.

Los deportes son otra categoría de pasatiempos que ha comenzado a tener éxito en los últimos años. Después de que una liga profesional de béisbol fue establecida en 1989, cinco de los seis equipos comenzaron sus propias publicaciones, y además hay dos revistas de béisbol independientes en el mercado. Los aficionados a los deportes también pueden comprar revistas de tenis, baloncesto, y golf.

El creciente mercado automovilístico ha incitado un aumento en las revistas de autos, ahora una de las categorías que crece más rápidamente. En los años recientes, más de diez publicaciones diferentes sobre autos han estado disponibles en librerías y en las tiendas convenientes de las vecindades, y se dice que hay más en el camino. La más exitosa, según una encuesta de 1993 hecha por la revista sobre mercados y comunicaciones Brain, es Car Magazine. Básicamente una guía de compras para los compradores de automóviles, tiene una circulación de casi 28.000.

Para aquellos con intereses más culturales, revistas sobre arte o arquitectura también están a la disposición, aunque el número de lectores es generalmente mucho más pequeño. Las guías mensuales de galerías ofrecen un servicio simple y fácil para el usuario que resalta los anuncios de exhibiciones y mapas de ubicación. Al otro extremo están otras revistas, tales como Eslite Book Review publicada por una cadena de librerías de alta categoría con sede en Taipei, que ofrece un énfasis más intelectual en la apreciación del arte y la literatura. Otro nuevo lanzamiento es Arch, que da a los lectores generales una percepción de la estética del espacio arquitectónico. Y los aficionados al teatro y a los conciertos pueden ahora leer Performing Arts Review, una de las primeras revistas de la isla en enfocar las artes dramáticas, la música y la danza. Aún más especializada es Taiwan Dance Magazine, que comenzó a publicarse hace varios meses.

Pero el énfasis en los viajes, los pasatiempos, y la cultura son sólo unos pocos indicadores de la creciente prosperidad de Taiwan. Para mucha gente, la presión y el materialismo de la vida moderna han provocado un renovado interés en la religión, particularmente en el budismo. Como el número de organizaciones budistas ha incrementado, incluyendo aquellas dedicadas al trabajo caritativo y los proyectos de ayuda al exterior, el número de revistas budistas también ha aumentado dramáticamente, la mayoría de ellas publicadas por templos individuales. Las revistas religiosas, que también incluyen aquellas de otras denominaciones, alcanzan ahora cerca de las 440, convirtiéndolas en la tercera categoría más grande después de las publicaciones económicas y de aprendizaje de idiomas.

En el otro extremo, las revistas pornográficas tienen un tiempo difícil en Taiwan, en gran parte debido a la estricta prohibición legal. En julio, por ejemplo, funcionarios confiscaron y quemaron públicamente más de 46.000 copias. Aunque el gobierno otorgó una licencia a la edición taiwanesa de Playboy en 1990, la revista estuvo continuamente en conflicto con las regulaciones pornográficas y casi cada número que salía a la venta era confiscado. La publicación cerró finalmente el año pasado debido a problemas financieros. Mientras que la edición original en inglés está todavía disponible, así como también muchas revistas pornográficas locales, los lectores tienen que saber dónde encontrarlas, principalmente en las pequeñas librerías cerca de los campus universitarios o en los mercados de libros usados.

Mientras que la variedad y el número de revistas en circulación continúa creciendo, muchas publicaciones han alcanzado un nivel de ventas y están encontrando difícil construir una base de circulación grande. Aunque la gente tiene dinero e interés, muchos de ellos no han desarrollado todavía el hábito de comprar revistas, sino que siguen siendo ávidos lectores de periódicos y televidentes. Ellos sí tienen el hábito, sin embargo, de leer revistas gratuitamente- en los salones de belleza, las cafeterías, y en las librerías- lo que mantiene las ventas aún más bajas.

Incluso algunas de las revistas más conocidas han tenido dificultades tratando de alcanzar su potencial de ventas. Según una encuesta de la revista Brain, la Reader's Digest china vende cerca de 167.000 copias mensualmente, llegando a casi un 3,4 por ciento de los cinco millones de hogares de la isla. Aunque esto la hace la revista más vendida en Taiwan, la tasa está aún muy lejos de la tasa internacional de la Digest's del 10,5 por ciento. A excepción de unas veinte publicaciones importantes que tienen un promedio de 30.000 a 40.000 copias por tirada, la mayoría de las revistas tienen suerte si logran una circulación de alrededor de 10.000, aunque con frecuencia se mantienen en el negocio vendiendo espacio para anuncios publicitarios.

La razón principal de las pobres ventas de la industria es que la mayoría de las revistas son caras. Mientras que las revistas principales en los Estados Unidos raramente cuestan más de US$4, en Taiwan, el precio común es de US$7,50. La más cara es la revista de 150 páginas The Earth, a US$9 por copia. Las ediciones taiwanesas de Cosmopolitan y People se venden por US$7 y US$6, respectivamente. E incluso Reader's Digest, a US$5, cuesta más del doble que la edición norteamericana. La gente puede tener más dinero para gastar que antes, pero las revistas aún son lo suficientemente caras y siguen siendo un lujo. "Ni siquiera los norteamericanos gastarían US$7,5 en una revista", dice Yang Chih-hung, director del Departamento de Comunicación Social del Colegio Ming Chuan, "sin mencionar a la gente en Taiwan, cuyo ingreso promedio anual es de solamente cerca de US$10.000".

Foto de Chang Su-ching

Los diseñadores de arte se vuelven importantes cuando el énfasis está en una apariencia sofisticada y una reproducción del color de alta calidad, que atrae especialmente a las agencias de publicidad.

Aunque los editores quisieran bajar los precios, muchos podrían verse en apuros. Como Christine Kao, quien comenzó a publicar la revista mensual de modas Jasmine en 1992, explica: "Entre más costosas las revistas, menos gente las compra. Entre menos gente las compre, más altos los costos de producción, en consecuencia las revistas serán caras". Sin embargo, para Lin Hsien-chang, editora de Better Life Monthly, una publicación exitosa y relativamente barata hecha a imitación de Reader's Digest, el costo de las revistas dependerá de las condiciones del mercado local."No es un secreto que los precios de los artículos en Taiwan siempre han sido exorbitantes", dice él. "Al mismo tiempo, la imprenta es cara aquí, especialmente debido a los altos costos de mano de obra".

Sumándose a los costos está la tendencia de muchos editores de imprimir sus revistas en papel grueso y caro, lo que permite una reproducción de las fotografías a color de buena calidad. Ellos insisten en que el aspecto final es un punto importante para la venta. "El tipo de papel ampliamente usado para las revistas japonesas y norteamericanas es considerado de pacotilla en Taiwan", dice Christine Kao. "A nuestros lectores no les gusta, y tampoco a los empresarios que colocan sus anuncios en nuestra revista". Yang Chih-hung encuentra que las vistosas revistas son parte de la mentalidad del "nuevo rico" que está prevaleciendo en Taiwan. "La gente prefiere las cosas que son lujosas, ostentosas, y llamativas", dice él. "Por lo que Ud. puede ver muchas revistas son hechas más caras de lo necesario".

Pero muchos lectores siguen sin impresionarse. De hecho, ellos prefieren comprar una revista de lujo, pero no una que es puro brillo y poco contenido, que desafortunadamente se asemeja a la descripción de muchas de las nuevas publicaciones que están en el mercado. Algunas, por ejemplo, no son más que pobres imitaciones de revistas extranjeras, que copian el diseño y el formato pero no la calidad de los artículos. Y las revistas sobre el estilo de vida y dirigidas a los consumidores con frecuencia parecen más interesadas en satisfacer a las agencias de publicidad que a los lectores. Por ejemplo, muchos artículos de promoción publicados que son realmente notas de prensa ampliadas que explican a los lectores sobre una nueva línea de productos. "La mayoría de las revistas sólo ofrecen muchas fotografías hermosas, pero poca información útil", dice una secretaria de 30 años de una compañía de comercio exterior en Taipei. "Además, los anuncios publicitarios llenan más de la mitad de las páginás. Sólo se necesitan unos pocos minutos para hojear una revista como esa. ¿Para qué malgastar mi dinero? Prefiero gastarlo en revistas en inglés importadas. Estas también son caras, pero por lo menos puedo aprender algo de inglés".

El distribuidor de revistas Chiang Ping-yang dice que el alto porcentaje de páginas con anuncios publicitarios es parcialmente el resultado de la alta densidad de bienes de consumo de la isla, lo que crea una fiera competencia entre los empresarios. Los numerosos productos disponibles también son parte del desarrollo económico que ha inspirado en primer lugar a muchos editores a entrar en este campo, y los anuncios publicitarios en cuestión son los que mantienen a muchas publicaciones en existencia. Algunas revistas también atraen a los publicistas exagerando las cifras de lectores, lo que es posible porque Taiwan no tiene un sistema de auditoría de la circulación apropiado. Sin embargo, un avance en cuanto a este asunto ocurrió el año pasado cuando la revista Brain hizo una encuesta en profundidad sobre la circulación de las revistas. Aunque unas cuantas publicaciones se negaron a proporcionar información alguna para el estudio, la mayoría de las más vendidas sí colaboraron. Los resultados de Brain se consideran como los más confiables hasta ahora.

Con anuncios publicitarios y artículos de promoción llenando las páginas, muchas revistas en Taiwan se están volviendo útiles como guías de compras. Una vez más, el problema de los editores es que muchos lectores quieren la información, pero no se molestan en pagar por ella. Cuando Mona Tsai, de 35 años, propietaria de una compañía de comercio exterior, no puede pensar en un buen restaurante para ir con sus amigos, ella con frecuencia va a una librería cercana y echa un vistazo al último número de alguna de las revistas mensuales de moda. Otros "lectores" hacen paradas regulares al estante de revistas de la tienda conveniente de su vecindad para ver qué boutiques o discotiendas tienen buenas ofertas. Incluso muchos de los reportajes especiales pueden ser leídos sin necesidad de comprar la revista.

Wu Sui-ju, editora jefe de Kuang Fu Book Enterprise dice que la mayoría de las revistas en Taiwan no fueron creadas para ayudar a los lectores a cultivar conocimientos, sino para ayudarles con sus necesidades más mundanas. "La mayoría de las revistas le enseñan cómo administrar su dinero o empresa, cómo invertir en la bolsa de valores o en obras de arte, cómo comprar un buen auto y vestirse mejor, y dónde ir de compras", dice ella. "Los lectores no son estúpidos. Ellos pueden obtener este tipo de información gratuitamente con sólo hojear las revistas en una librería".

Aquellos que compran las revistas no son con frecuencia lectores regulares de ninguna publicación, y menos de la mitad de ellos están subscritos. Las revistas principales como Reader's Digest, Studio Classroom, y Common Wealth se encuentran entre las pocas que tienen una base sólida de subscriptores. Pero cerca del 90 por ciento de las revistas que están ampliamente disponibles dependen de las escasas ventas hechas en las librerías, tiendas convenientes, y kioskos de revistas. La razón no es solamente que los lectores no están satisfechos con el contenido, sino también que los editores simplemente no le han dado prioridad a la atracción de subscriptores ni al desarrollo de redes de distribución. "En el pasado, los editores eran mayormente una 'intelectualidad idealística' cuya mayor preocupación era la publicación en sí misma", dice Chiang Ping-yang de Kuangtang. "La situación ha cambiado ahora que los conceptos modernos de la administración de empresas están siendo aplicados a la administración de una revista. Sin embargo, el énfasis ahora está en vender anuncios de publicidad".

La mayoría de los editores, dice Chiang, no están dispuestos a asegurarse de que los subscriptores reciban sus revistas antes de que estén disponibles en las tiendas. "Si los subscriptores no pueden recibir sus revistas antes que las demás personas, ¿Para qué subscribirse?" dice Chiang. Elle ha sugerido a varios editores que almacenen sus revistas por unos días para que los subscriptores puedan recibir sus copias primero. "Ellos se negaron", dice él "Cuando la revista sale, los editores no pueden esperar para venderla".

El pobre servicio de entrega también provoca que mucha gente no se subscriba. En este caso, los culpables son los pequeños buzones de correo, que no son apropiados para depositar revistas, considerando especialmente el pesado papel y la gruesa encuadernación de muchas publicaciones. "Los carteros no tienen otra alternativa", dice Chiang, "sino dejar la revista en cualquier otro lugar cerca del buzón o tratar de meterla forzada". Como consecuencia, muchas revistas terminan empapadas con la lluvia, desgarradas, o robadas.

Aunque la mayoría de los editores cuenta todavía con el servicio regular de correos para enviar las copias a los subscriptores, unos pocos han empleado compañías privadas de distribución. Y algunos también están empleando agentes detallistas tales como Chiang que están ansiosos de probar nuevas estrategias para atraer subscriptores.

Después de años de poco éxito con la misma táctica tradicional de promoción el envío por correo de hojas volantes en forma directa a los posibles subscriptores Chiang comenzó a sacar anuncios de media página en los principales diarios nacionales y locales para las revistas que él representa. La promoción ofrecía a los nuevos subscriptores la oportunidad de ganar premios de mucho valor, incluyendo pasajes de avión ida y vuelta a Hong Kong. Fue un método arriesgado que nunca antes había sido empleado, y que involucraba un gran gasto publicitario. Pero la campaña fue un éxito. "Hace tres meses, sólo obtenía 750 subscripciones mensuales", dice él. "Ahora obtengo de siete a ocho mil subscripciones mensuales". Poco después muchas casas editoras que le habían dado la espalda antes, comenzaron a tocar su puerta. "No hace mucho tenía solamente treinta revistas que vender", dice Chiang. "Ahora, soy el distribuidor de más de cien".

El predominio creciente de las tarjetas de crédito en Taiwan también podría ayudar al aumento de más subscriptores de revistas. Hasta hace poco, la única manera de subscribirse era yendo a la oficina de correos (que en Taiwan también ofrece servicios bancarios) y depositar el pago de la subscripción en una cuenta especial abierta por la publicación. Lin Hsien-chang de Better Life Monthly cree que esto también es uno de los motivos por los que las mujeres han sido la mayoría de los subscriptores de revistas. "Las mujeres parecen estar más dispuestas a hacer el esfuerzo de ir a la oficina de correos" , dice él. Chiang Ping-yang predice que las tarjetas de crédito cambiarán esta tendencia. "La gente ahora puede subscribirse a una revista y hacer su pago todo con una simple llamada telefónica", dice él.

Pero el experto en comunicaciones Yang Chih-hung cree todavía que los precios más bajos serán la clave para atraer a más lectores. Aún más crucial, dice él, es la necesidad de proveer contenido substancial y desarrollar un estilo inconfundible en vez de imitar las publicaciones extranjeras. Las revistas que se venden bien son generalmente aquellas que ya han comenzado a tomar este camino. "Su desempeño puede tener todavía defectos", dice Yang. "Pero ya han comenzado a hablar en su propio lenguaje. Hay que darles tiempo y mejorarán". ■

Leyendo gratuitamente

Huang Hsiu-feng, al igual que muchas mujeres en Taiwan, va dos veces por semana al salón de belleza de la vecindad, en donde se puede sentar y relajar, lavar y peinar el cabello, quedando perfecta como para tomarse una fotografía, todo por no más del precio de una revista. De hecho, ella logra ver gratuitamente algunas revistas: siempre hay una variedad de revistas disponibles para que las clientas hojeen. "Mientras me arreglan el cabello, me gusta leer las caras revistas de moda o de entretenimiento", dice ella. "Las revistas semanales de entretenimiento son muy divertidas para leer. Siempre te enteras de toneladas de chismes sobre los ricos y famosos. Pero, en realidad tú no quieres gastar tu dinero en ellas, ¿verdad?".

Algunas clientes van a los salones de belleza tanto por las revistas como por su cabello. Ellas incluso se acostumbran a leer las revistas semana a semana. Y entre las visitas al salón de belleza, siempre existe la cafetería local, donde las revistas prácticamente forman parte del menú. Pagando unos cuantos dólares por un almuerzo o un café con leche por la tarde, los clientes pueden disfrutar de una cómoda y moderna decoración mientras echan un vistazo a aproximadamente una docena de publicaciones. Ellos pueden elegir entre las más recientes revistas de moda y entretenimiento, así como también, sobre turismo actual, estilos de vida, hogar y familia, y otra variedad de revistas. "Cuando tengo que comer sola, yo generalmente vengo aquí", dice una oficinista de 35 años de edad mientras almuerza en una de las incontables cafeterías del centro de Taipei. "Las revistas me brindan compañía. Y yo puedo mantenerme informada de las tendencias más recientes. Cuando regreso a casa después del trabajo, estoy generalmente demasiado cansada para leer revistas. Además, yo no las compro".

Estos, por supuesto, son el tipo de comentarios que a los editores no les gusta escuchar. Pero la fácil disponibilidad de revistas gratis en los numerosos y populares salones de belleza y cafeterías de la isla es un hecho real para la industria de las revistas en Taiwan, y una razón importante por la cual aún a las mejores publicaciones se les hace difícil encontrar subscriptores o ventas individuales. Mientras el número de revistas publicadas en Taiwan ha crecido tremendamente en los últimos diez años, las ventas se han mantenido estancadas. Los lectores se quejan de los altos precios, hasta US$7,50 por copia, y que el contenido es con frecuencia superficial y las páginas están llenas de anuncios publicitarios. Aún más, muchas publicaciones locales están imprimidas en papel grueso que las hacen incómodas de llevar de un sitio a otro. "No necesito realmente comprar revistas", dice Juan Ai-chun de 26 años, violonchelista profesional que disfruta leyendo las revistas de moda. "Además, doscientos dólares de Taiwan por copia es demasiado caro para mí, y no tengo espacio en mi apartamento para guardar tantas revistas gruesas y pesadas".

De esta manera, las revistas serán populares mientras sean gratis. Y en la activa Taiwan, llena de tiendas, encontrar una revista para leer gratuitamente es tan fácil como caminar por la calle. Mucha gente ni siquiera paga por un lavado de cabello o una taza de café, sino que en vez van directamente a los estantes de revistas de las librerías o de las tiendas convenientes que se encuentran en casi todas las esquinas de cualquier ciudad o suburbio. Casi a cualquier momento del día, se pueden unir a un pequeño grupo de lectores que están hojeando sus revistas favoritas, una práctica que los empleados de la tienda hacen muy poco por evitar. Como en los salones de belleza, las publicaciones para mujeres son una de las mayores víctimas. "Tenemos más lectores que compradores para estas revistas destinadas a las mujeres", dice el gerente de una tienda conveniente, Su Chi-lung, que algunas veces ha devuelto copias rotas y desgarradas a los distribuidores. Pero casi cualquier publicación popular puede ser hojeada, ya sea sobre automóviles, fotografía, cuidado de los hijos, inversión, o ídolos populares de los adolescentes.

Hay personas, sin embargo, que prefieren leer sus revistas en casa. Pero aún así, no hay necesidad de pagar el dinero completo. En vez de las librerías, los lectores van a los vendedores ambulantes o al Mercado Kuanghua de Taipei, donde los comerciantes independientes, muchos de ellos militares retirados, han estado vendiendo durante años copias viejas de revistas. Las tiendas pueden ser pequeñas, oscuras, y desorganizadas, pero los lectores pueden encontrar copias viejas de casi cualquier publicación disponible, frecuentemente a mitad de precio.

Otra alternativa para los lectores que cuidan su presupuesto son las compañías de alquiler de revistas, un fenómeno que comenzó hace diez años aproximadamente, al mismo tiempo que las revistas se volvieron comunes en los salones de belleza y cafeterías. Este servicio ofrece envío semanal y permite a los clientes escoger entre cinco revistas diferentes cada semana por cerca de US$2,50 por copia, bastante menos que el precio de venta al consumidor.

Aunque el alquiler de revistas es un negocio ilegal, y a pesar de que ninguna de estas compañías está registrada con el gobierno, se cree que un número de ellas existe en cada ciudad de la isla. "Todavía recibo llamadas telefónicas de ellas", dice Chiang Ping-yang, gerente general de la compañía de distribución de revistas Kuangtang. "Puedo saber que son ellos por el gran número de diferentes revistas a las que se quieren subscribir". Si Chiang tienen sospechas, él se rehusa a realizar las subscripciones. "Si dejo que una compañía de alquiler de revistas se subscriba a través de mí, yo pierdo cien posibles clientes", dice él. "Entonces, ¿quién obtiene las ganancias?".

Algunos clientes, sin embargo, están comenzando a desilusionarse con la idea de alquilar revistas. Chang Fei-fei, que acostumbraba alquilar revistas de una compañía de la ciudad central de Taichung, dejó el servicio después de seis meses porque con frecuencia recibía copias usadas, y maltratadas de variedad limitada. "Algunas veces recibía la misma revista vieja dos veces el mismo mes", dice ella.

Pero incluso si a las compañías de alquiler se les está haciendo difícil mantener a los clientes, los lectores continuarán encontrando la manera de leer sus revistas con descuento. "A la mayoría de la gente en Taiwan les gusta disfrutar de un almuerzo gratis", se queja Christine Kao, editora de la revista de moda Jasmine. "Esto lo puedo entender. Pero, ¿se les ha ocurrido alguna vez que lo que están haciendo está realmente dañando la industria editora de revistas?" Sin embargo, el público parece que aparentemente lo ve de otra manera. Como dice Chang Fei-fei, "Los editores mismos son los responsables, no nosotros los lectores. En primer lugar, no deberían colocar precios tan altos a sus revistas". ■

-Winnie Chang

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