Taiwán Hoy
Los panorameas de la costa oriental de Taiwan
01/01/1985
Foto de CHEN MIN-JENG
Desde la carretera puede admirarse el Océano Pacífico
Los rayos de sol iluminaban con todo su esplendor cuando nos dirigimos hacia las costas al este de Taiwan. En media hora, habíamos dejado atrás los distritos urbanos de Taipei, a través de la Autopista Pei-I, circulando la orilla norte de Chungyang Shan Me (la Cordillera Central de la isla, que se extiende desde Suao en el extremo noreste, hasta Oluanpi en el extremo sur de Taiwan.) Las carreteras de Suhua y de la costa de Huatung conectan Suao, al noreste de Ilan por medio de Hualien, con Taitung en el sur.
Cuando emprendimos nuestro viaje por el acantilado, empezaba a caer una llovizna, a lo lejos, la inmensidad del Pacífico se confundía con el cielo. Los botes pesqueros, como si fuesen de juguete, navegaban en contra de las olas, hacia el obscuro horizonte, pareciendo simples ilusiones.
El verdadero espíritu de la Autopista Suhua se encuentra en los acantilados de Chingshui, contenidos en los 20 kilómetros entre Hoping y Chungte. Aquí, los verticales macizos de piedra se su mergían dentro del Océano Pacífico. "Hace algunos años, el camino era muy angosto y las condiciones de la carretera, todavía peores. Los viajeros sentían que las llantas de sus automóviles casi rozaban la orilla del acantilado y los corazones casi se les salían de los pechos", expresó uno de nuestros compañeros.
Actualmente la carretera atraviesa por túneles y la solidez de los acantilados, la mayoría de mármol y gneis, es más que segura; sin embargo, representa también los enormes esfuerzos puestos en su construcción, por parte de los trabajadores. La conclusión de esa carretera ha llevado una gran prosperidad al noreste de la isla.
Esta carretera termina en Hualien, uniéndose a la carretera costera de Huatung, la cual además de los esplendorosos acantilados cuenta también con playas doradas, extrañas rocas marinas -repletas de fantásticas leyendas- así como preciosos tesoros arqueológicos a todo lo largo de su trayecto. Algunas veces, ciertas partes de la carretera siguen a la costa, mientras que otras se esconden entre las montañas, de Shuilien a Chichi. Cerca de Chichi, existe un peligroso acantilado de 300 metros de profundidad, bajo el cual las olas rugen interminablemente.
"Los hombres triunfarán sobre la naturaleza", estas palabras están inscritas sobre una lápida de piedra a la orilla del camino cerca de Shihmen. Aquí, los estratos de rocas se extienden hacia el mar, constituyendo otro dolor de cabeza para los ingenieros encargados de la construcción de carreteras. Sin embargo, de aquí en adelante, la arena dorada y las rocas marinas reemplazan los acantilados.
Fengpin constituye por lo general el punto de partida norte para los excursionistas de hoy en día; recientemente, navegar en bote a través del arroyo de Hsiukuluan se ha hecho también una actividad popular en dicha área. Este arroyo, con más de 90 kms. de largo, es conocido por su belleza. Desde la entrada del arroyo, puede observarse el puente colgante Changhung (Gran Arco iris), que realmente parece un verdadero arco iris colocado en medio de aguas azules y de verdes montañas. Más al sur, atravesamos Sanfuchuan entrando a Taitung, la llamada Tierra Virgen para los excursionistas.
Sanhsienrai (la Triple Terraza de los Inmortales), aproximadamente a cinco kms. al norte de Chengkung, es en la actualidad una isla coralina no muy conocida cuyos arrecifes conectan la tierra firme de Taiwan. El gobierno de Taitung planea construir un puente hacia dicha isla para promover el turismo hacia ese lugar.
Los arqueólogos han descubierto también en este mismo lugar, las reliquias prehistóricas más antiguas de Taiwan. En las cuevas, han descubierto instrumentos de piedra de la Cultura Changpin que datan de la Era Paleolítica de hace aproximadamente 15.000 años.
La carretera de la costa de Huatung es famosa por sus rocas de extrañas formas. Además se encuentran otros lugares como Hsiaoyehliu (Yehliu Pequeño), el cual debe su nombre a las extrañas formaciones de piedras del famoso Yehliu (Grande), en el norte.
Hsiaoyehliu se encuentra localizado en la costa, al norte del puerto de Fukang. Debido a la erosión provocada por los vientos y mareas, los arrecifes aquí tienen varias formas: de tortugas, de panales de abejas, de tofu (queso de soya) así como rocas en forma de "bacterias", en donde entra en juego la imaginación, para asombrarse de las creaciones de la naturaleza.
Taitung es uno de los lugares de Taiwan que cuenta con más bellezas naturales y todo su territorio posee un clima tropical, con una producción de plantas y cosechas tropicales como plantaciones de café, granadillas o fruta de la pasión, etc.
En la playa de Tamali, al sur de Taitung, desde tempranas horas del día, las familias que viven en sus alrededores, se dedican a pescar por medio de sampans. Los habitantes nos contaron que la mayoría de peces los venden a los comerciantes a lo largo de la costa, sin embargo, no viven de la pesca, la mayor parte de ellos dependen de la agricultura.
En una planicie a lo largo de la carretera, visitamos una plantación de papayas y anonas: la "sakya" de Taiwan, llamada así, porque se parece mucho a la cabeza del Buddha Sakyamuni.
Más de la quinta parte de los habitantes de Taitung son aborígenes, la mayoría de ellos vive en las áreas de reserva de las montañas, cultivando maíz, maní y papas. Visitamos una aldea de la tribu Bunu, en Haituan Hsiang. Además de su propio lenguaje, hablan también el mandarín; sus rasgos faciales son más pronunciados y el color de la piel más oscuro; sin embargo, llevan casi el mismo estilo de vida que sus vecinos, los de la tribu Han. En la actualidad sus bellos trajes tradicionales sólo pueden apreciarse durante las festividades. La mayoría de viviendas ha sido convertida de antiguas casuchas de madera a casas de ladrillo de dos pisos.
Para los que provienen de las grandes ciudades, con su contaminación ambiental y el congestionamiento de tránsito, resulta muy placentero tener la oportunidad de ir a conocer estos lugares de belleza natural, con su aire puro, su agua dulce y el eterno verdor de sus montañas. □