“Queremos una mejor democracia, una democracia más completa con compasión y bondad amorosa… Valores como el amor y la compasión deberían ser parte de la política porque la justicia debe siempre ser moderada por la compasión”, dijo Aung San Suu Kyi, líder del movimiento democrático en Myanmar.
Refinada, educada, elegante, carismática, con gran capacidad de liderazgo y hasta sentido del humor, Aung San Suu Kyi pasó décadas bajo arresto domiciliario por oponerse al régimen de Myanmar. Finalmente, fue liberada después de las elecciones generales de noviembre de 2010. Ella ha realizado contribuciones a la reforma política de Myanmar con una combinación de cortesía y perseverancia que podría considerarse un estilo definitivamente femenino de resistir la autoridad. Esta heroína fue recientemente elogiada como “la conciencia de una nación” cuando fue a Noruega a recibir el Premio Nobel de la Paz.
Las mujeres son hoy una fuerza poderosa en la política alrededor del mundo, y la apertura de la participación femenina en el gobierno es uno de los principales indicadores del cambio estructural en una sociedad. Aunque las mujeres dedicadas a la política en Taiwan han logrado cargos públicos por diversas vías —algunas a través de sus poderosas familias, otras como víctimas de la represión, otras a través de su experiencia profesional, y otras por su imagen limpia y fresca— juntas se han asegurado un sólido lugar en el mundo de la política por su visión del mundo y sabiduría, únicas de la mujer, y han creado un nuevo espacio donde el poder del gobierno se comparte entre los géneros.
Tras las elecciones legislativas suplementarias de 1989, ocho legisladoras del Kuomintang organizaron su propio comité, una élite bien informada que tuvo gran impacto en la escena política de ese entonces. Desde la izquierda: Chou Chuan, Chu Fong-chi, Hsiao Chin-lan, Hung Tung-kuei, Hung Hsiu-chu, Ko Yu-chin, Shen Chih-hwei y Wang Suh-yun. (archivo de Taiwan Panorama)
La película galardonada con el Oscar, La Dama de Hierro, muestra las luchas y el mundo interno de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher. El filme ha generado simpatía en todo el mundo por este personaje central, la primera mujer que ocupa el cargo de primer ministro en la historia británica.
Thatcher comenzó su carrera de más de diez años en el cargo con la -economía británica en declive, y sus reformas orientadas hacia el mercado crearon una gran controversia.
Tras años de confusión, ella se -encontró con discordias ideológicas en su propio gabinete y enfrentó un -popular movimiento anti-arancelario, finalmente Thatcher renunció. Pero esta personalidad dura y dominante ha continuado inspirando a las mujeres que aspiran a participar en la política en muchos lugares.
Alta posición internacional
En los últimos años, se ha vuelto muy común en muchos lugares alrededor del mundo ver a mujeres en las más altas posiciones del poder político. Según un estudio publicado en marzo de 2012 por la Entidad para la Equidad de Géneros y el Empoderamiento de las Mujeres de las Naciones Unidas (llamado “Mujeres de las Naciones Unidas”) y la Unión Inter-parlamentaria, hay 17 mujeres que ocupan el puesto de Presidente o Primer Ministro en el mundo, en comparación con sólo ocho en 2005, y el porcentaje de ministras ha aumentado de 14,2 por ciento en 2005 a 16,7 por ciento. Los países escandinavos tuvieron el mayor porcentaje de mujeres en el cargo de ministras (48,4 por ciento), mientras que las Américas (21,4 por ciento) están en el segundo lugar.
Taiwan puede estar orgulloso del hecho de que en términos de igualdad de géneros y participación de las mujeres en la política, no sólo está manteniendo el ritmo con la comunidad internacional, sino que ha marcado el estándar de logro en Asia.
Uno de los principales indicadores usados para calcular el poderío político y económico de las mujeres es la “Medida de Empoderamiento de Género”, y la “cantidad de escaños del parlamento que ocupan las mujeres” es uno de los números más importantes.
Las estadísticas de 2009 muestran que en Taiwan el porcentaje de escaños en el parlamento ocupado por mujeres se elevó de 21,5 por ciento en 2003 (el 40º lugar) a 31 por ciento (16º). Esta cifra coloca a Taiwan en un lugar más avanzado que Singapur (24%, 34º), Corea del Sur (14%, 70º), y Japón (12%, 77º), y mucho más adelantado que democracias establecidas como el Reino Unido (20%) y Estados Unidos (17%).
Sin embargo, el alza de la posición de las mujeres en los centros de toma de decisión del gobierno ha ocurrido más lentamente. Antes de 2000, solamente unas pocas mujeres ocuparon el cargo de ministro. En 2000, el Partido Democrático Progresista (DPP, siglas en inglés) ganó las elecciones presidenciales, para darle el poder al presidente Chen Shui-bian y a su vicepresidenta Annette Lu. Esto marcó el inicio de una nueva era de mayor igualdad de géneros en la participación gubernamental, y el porcentaje de mujeres en el Gabinete incrementó a 25 por ciento. La cifra se ha mantenido entre el 15 y 25 por ciento desde entonces.
El camino recorrido
¿Hay algunos rasgos especiales que distingan el modelo de Taiwan para la participación de las mujeres en la política? ¿Han las épocas creado las heroínas? ¿O las heroínas han creado las épocas?
La elección de Chen Shui-bian como presidente y Annette Lu como vicepresidenta en 2000 fue un hito para la participación de mujeres en el centro de toma de decisiones del poder. (Diago Chiu)
Mirando hacia el pasado, al comienzo el tipo de mujer que participaba en la política de Taiwan, concuerda con el mismo tipo básico que en la mayoría de los países menos desarrollados; sin embargo, tras el desarrollo de la sociedad civil, el activismo social, y los partidos políticos, las mujeres que incursionan en la política han llegado a donde están por sus esfuerzos propios y se han diversificado.
Li Ming-juinn, director de investigaciones en la Fundación Taiwan -Brain, indica que en casi todos los países, la participación en la política por parte de las mujeres apenas comenzó en los años cincuenta, pero la -trayectoria de las mujeres en los países -desarrollados se ha diferenciado generalmente de las de países en desarrollo. Aunque han aparecido mujeres líderes en la política en Latinoamérica y el Sudeste Asiático, casi todas han sido sucesoras al poder de sus parientes o esposos poderosos. (Por supuesto, eso no resta al coraje y sentido de responsabilidad que ellas han demostrado, a menudo en -condiciones difíciles). En contraste, las mujeres han podido tener éxito en la política en Norteamérica y Europa en gran medida por sus destrezas y experiencias individuales.
El Taiwan de hoy tiene en común con los gobiernos de las democracias avanzadas los partidos políticos que compiten entre sí, pero además Taiwan también ha heredado el énfasis tradicional asiático en la familia. Incluso hoy los clanes políticos pueden ser un recurso poderoso para las mujeres que aspiran a cargos políticos, aunque esto no significa que debería obscurecerse el compromiso, determinación y/o habilidad personal de cada individuo.
Supervivencia del que trabaja más duro
Ma Wen-chun es actualmente una legisladora del Kuomintang por el Distrito de Nantou. Ella comenzó su carrera política en 1994, cuando a los 29 años fue elegida para ocupar un escaño independiente en la asamblea del distrito. Su padre, Ma Rongji, fue un político que sirvió durante mucho tiempo, y fue miembro del Concejo Municipal de Puli, alcalde del pueblo de Puli, y miembro de la asamblea provincial. Wen-chun revela: “Nunca me imaginé tener una carrera política. Sólo que en esa época mi padre falleció de repente, y después del funeral apenas faltaba un mes para la elección. Sus partidarios insistieron mucho, y mi única opción fue armarme de valor y lanzarme a la carrera”.
Ma se había limitado a ser una observadora de la dedicación mostrada por sus padres. Aunque sólo su padre había sido elegido a un cargo público, su madre trabajaba a su lado sirviendo a los votantes locales. Wen-chun, tras ser electa, no desilusionó a sus electores, y a los 37 años fue elegida alcaldesa de Puli. En sus ocho años en el cargo, condujo el resurgimiento de Puli tras el desastre del terremoto del 21 de septiembre de 1999, y su transformación en un centro de la industria de granjas recreativas. En 2009, adherida al partido Kuomintang, ganó la elección para el Yuan Legislativo, y fue reelecta en 2012.
“La mayor lección que aprendí de mi padre fue no temer a aquellos con autoridad, pero persistir en hacer lo correcto”, dice Ma, autoevaluándose. “Pero me siento en mi mejor momento cuando puedo desarrollar los rasgos femeninos de suavidad y adaptación, en lugar de estar siempre en desacuerdo y negándome a llegar a un arreglo”.
La actual legisladora del DPP, Hsiao Bi-khim, así como Ma, incursionó en la política a una temprana edad, pero su carrera fue seguida de una ruta muy diferente. Ella comenzó trabajando como funcionaria del partido, luego pasó a un cargo de confianza en el ramo ejecutivo del gobierno, antes de lograr un cargo electivo.
Con una maestría en Ciencias Políticas de la Universidad de Columbia y antecedentes multiétnicos, fue a la secundaria y la universidad en el exterior. Pero ella siguió muy de cerca la historia del movimiento democrático de Taiwan, y recibió mucha inspiración de importantes mujeres políticas, tales como Xie Xuehong, Annette Lu, y Chen Chu. A los 26 años fue nombrada directora del Departamento de Asuntos Internacionales del DPP, y desde entonces ha dedicado la mayor parte de su atención a promover las relaciones internacionales. Ella también es una de las expertas más importantes del partido en asuntos a través del Estrecho.
Vía el movimiento femenino
El alto índice de éxito de las mujeres en la política de Taiwan es inseparable de las reformas sistemáticas promovidas durante tantos años por el movimiento femenino y las intelectuales.
Fan Yun, profesora asociada de -sociología en la Universidad Nacional de Taiwan, dice que el movimiento femenino invirtió mucha energía en desglosar los factores estructurales que existen detrás de la desigualdad de -géneros. En la política, además de prestar mucha atención a los partidos políticos para garantizar que mantengan sus promesas de incorporar a más mujeres al gobierno, las activistas también -promovieron con éxito las reformas en el sistema electoral en beneficio de la mujer.
Fan Yun explica que muchos países avanzados han adoptado los sistemas de cuota como medidas correctivas proactivas, que pueden aplicarse tanto a cargos como puestos electivos en el ramo ejecutivo. El propósito es aumentar las oportunidades para que las mujeres participen en la política y logren compartir poder sustantivo.
Aung San Suu Kyi (derecha), la líder del movimiento democrático en Myanmar, es fuente de inspiración para muchas mujeres que han incursionado en la política. Recientemente, líderes del Partido Democrático Progresista, encabezadas por la legisladora Hsiao Bi-khim (izquierda) visitaron a Aung San Suu Kyi para expresarles sus respetos y mejores deseos. (Cortesía de Hsiao Bi-khim)
En el caso de Taiwan, la Constitución de la República de China ha -estipulado desde hace mucho una cuota del 10 por ciento de mujeres en todos los órganos electivos, pero -desde los años noventa los grupos de mujeres de Taiwan se han esforzado en superar esa cifra. Aunque la idea de enmendar la Constitución no se ha considerado, en 1999 la nueva Ley del Gobierno Local estableció una cuota del 25 por ciento de los cargos electivos para mujeres en el nivel local, y aún hay esperanzas de aumentar esa cifra a un tercio.
En la práctica, las mujeres han superado el nivel del 33 por ciento en los concejos municipales especiales, y lo más importante, en el nivel de gobierno central, las mujeres representan el 33,6 por ciento de los legisladores en el actual Yuan Legislativo. Este es el mayor porcentaje en la historia.
No una representación simbólica
El sistema electoral del órgano legislativo de la República de China incluye escaños por representación proporcional, y cada partido nomina a varios candidatos que luego son designados a los escaños según la proporción del voto total que obtenga el partido. Esto permite que los partidos nominen gente que trasciende las bases de poder de una facción o el regional, lo que trae más opiniones diversificadas en el parlamento. Las reglas también requieren que una mitad de todos los escaños generales para cualquier partido sean ocupados por mujeres. Durante las dos últimas elecciones, esto se convirtió en un importante primer paso para que las mujeres de pensamiento progresivo y las intelectuales lograran un lugar en el Yuan Legislativo.
La legisladora del KMT Lo Shu-lei, elegida primero a un escaño por representación proporcional en 2007, es contadora de profesión, y tiene todas las condiciones necesarias para el cargo —es pragmática, pertinaz, meticulosa, confiable. Ella se ha dado a conocer por su escrutinio minucioso del presupuesto, ganando elogios por su papel en varios casos prominentes: los “peces gordos” de la Comisión para la Supervisión Financiera, los pagaré falsos de la Corporación de Tabaco y Licores de Taiwan, y el informe falsificado de la Corporación para el Desarrollo Industrial Aeroespacial. Ella ha sido nombrada cinco veces como una legisladora sobresaliente por la Agencia de Vigilancia del Congreso de los Ciudadanos, que también la nombró como la miembro de mayor posición de los comités de finanzas y transporte del legislativo.
Sin embargo, Lo ha sido aislada dentro de su partido en los últimos tiempos por sus comentarios directos sobre dos asuntos controversiales —el aumento de los precios de la gasolina y la electricidad, y la disputa -sobre las importaciones de carne de res estadounidense. “Mucha gente piensa que los legisladores del mismo partido de gobierno deberían ser como sellos para la rama ejecutiva, pero esto es -inaceptable. Vine al legislativo -determinada a proteger el bie-nestar de todos. No tengo interés en la fama o fortuna, y sólo busco mantener la conciencia -limpia”.
Lin Shih-chia apenas asumió el cargo como legisladora por representación proporcional por el partido Unión de Solidaridad de Taiwan. Su espíritu rebelde se ha desarrollado tras muchos años de activismo social. Por más de una década hasta ahora, ella ha viajado cada año a la reunión anual de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud en Ginebra, llevando puesto un chaleco inscrito con “Taiwan”, en representación de la Alianza de Profesionales Médicos en Taiwan, con el fin de manifestar y observar en los márgenes del lugar de la reunión. En mayo pasado, en su cargo como legisladora, finalmente pudo estar presente en la propia reunión, pero por las palabras “sensibles” en su chaleco, le pidieron retirarse. Pero ella no siente que fue una pérdida de tiempo, porque en una sociedad democrática es completamente normal que la gente exprese sus opiniones.
Yang Wan-ying, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Chengchi, dice que tradicionalmente los hombres han estado al timón de la política, lo que ha infundido tradiciones e ideas paternalistas, y por supuesto, éstas están ligadas a conjuntos complejos de intereses y luchas por los recursos. La única manera de aflojar un poco el poder derivado de las ideas e intereses paternalistas en la política, es que las mujeres sigan allí, y profundicen su participación con el paso del tiempo.
Luchando contra la discriminación de géneros
Aunque aparentemente la política está ahora abierta para las mujeres, el hecho es que las mujeres que tratan de hacer carrera política aún enfrentan muchos obstáculos.
La participación de las mujeres en el nivel ministerial crea modelos a seguir, y es un proceso de aprendizaje para toda la sociedad. Esta foto del Gabinete, dirigido por el primer ministro Sean Chen, fue tomada en marzo de 2012. (Ku Chin-tang)
Fan Yun dice que la sociedad aún no afirma ni respeta las habilidades de las mujeres. Si un hombre simplemente ocupa un cargo de alto nivel, la gente raramente cuestiona su habilidad; pero cuando las mujeres logran posiciones de poder, son vistas con escepticismo y deben probarse a sí mismas constantemente. Por ejemplo, se ha dicho: “Nadie con falda podrá ser un buen comandante en jefe” (En referencia al papel del Presidente como Comandante en Jefe de la Fuerzas Armadas).
Las mujeres que logran cargos de alto rango en el servicio civil también ven restringidas las oportunidades para mayores ascensos, en comparación con sus colegas hombres, debido a las expectativas de que deberían de-sempeñar un papel más importante en el cuidado de sus familias.
Yang Tsui, profesora en el Departamento de Literaturas Chinas en la Universidad Dong Hwa, dice que hay un doble estándar en la sociedad hacia los géneros y el poder. Los hombres que tienen ambiciones de poder son vistos como “agresivos en el exterior”, con -admirable masculinidad y dureza; pero una mujer que aspira al poder es frecuentemente vista en el subconsciente como que está “mostrando el lado feo de su carácter”, o incluso es -demonizada.
“Las tácticas para demonizar a las mujeres son muy obvias en la estructura de autoridad”, dice Yang Tsui, citando el siguiente ejemplo: Xie Xuehong (1901-1970) fue una de las pioneras del activismo político femenino en Taiwan. Ella se involucró en la política en los años veinte durante la era del Cuatro de Mayo, luego se unió al Partido Comunista Taiwanés, y después del Incidente del 28 de febrero de 1947 fue forzada a huir a China continental. Ella fue descrita por las -autoridades en Taiwan como ávida por el poder, las ganancias materiales y el placer sexual, como “un demonio que seduce al país”. O consideremos el hecho de que muchas mujeres líderes de la oposición en el Tercer Mundo, forzadas por las circunstancias a separarse de sus familias, han sido acusadas por las autoridades de no ser buenas madres y carecer de amor por sus familias.
Pero hay obstáculos que enfrentan las mujeres en la política que son casi inamovibles. Estos se refieren principalmente al controvertido tema de la desigualdad en “la vida privada”. Se dice que detrás de un gran hombre hay una mujer, pero cuando las mujeres incursionan en la política, ellas no esperan tener a ningún hombre que las respalde –es suficiente si el hombre simplemente no obstaculiza el camino hacia adelante, expresa Fan Yun.
Un ejemplo es la legisladora Ma Wen-chun que señala que si tiene una reunión o una sesión legislativa en -Taipei, insiste en regresar a su casa en Nantou por la noche, sin importar que sea muy tarde, porque “por lo menos, quiero que mis hijos puedan ver a su mamá cuando se levanten en la mañana”. Ella también está agradecida que su madre y esposo le ayudan con muchas responsabilidades del hogar.
Esperando la próxima ronda
Uno de los asuntos más interesantes relacionados con el tema de las -mujeres en la política es si tener mujeres líderes traerá automáticamente cambios en la prioridad o la manera de toma de decisiones, y en la sociedad como un todo.
En los años ochenta, algunas intelectuales especulaban que las mujeres -tienen diferentes valores morales que los hombres, que ellas dedican más atención a las relaciones interpersonales, las responsabilidades, y se preocupan más por los demás. En cambio, los hombres invierten más en la competencia, el -éxito, y la protección de los derechos e intereses individuales. Esta -distinción que refleja diferentes procesos de socialización, significa que los hombres y mujeres pueden tener -perspectivas diferentes sobre la política, con los correspondientes comportamientos y prioridades diferentes.
Por ejemplo, Huang Chang-ling, profesora asociada de Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Taiwan, dice que la investigación en Taiwan ha encontrado que la corrupción en el nivel de pueblo está mezclada estrechamente con la cultura masculina de fiestas, donde se bebe mucho en cabarets. Por lo tanto un aumento en el porcentaje de las mujeres en la política local podría reducir las oportunidades de corrupción.
Sin embargo, las feministas de la actualidad están menos inclinadas a ver las diferencias entre la “naturaleza” de los hombres y la de las mujeres. “Si las mujeres pueden alterar la cultura política tradicional”, explica Huang, “será porque promueven una distribución más razonable y transparente de los recursos y el poder”.
Por otra parte, Fan Yun cree que las mujeres son capaces de crear políticas públicas que toman en cuenta a los géneros. Por ejemplo, Wu Jia-li, que tiene experiencia en el movimiento de mujeres, promovió las reformas sobre equidad de género en los exámenes públicos para la policía, el -Ministerio de Relaciones Exteriores y otras agencias, cuando fue miembro del Yuan de Exámenes, brindando mayores posibilidades a las mujeres de pasar de una a otra profesión para la que fueron consideradas anteriormente inadecuadas.
“Desde el punto de vista del movimiento de las mujeres”, dice Fan Yun, “la meta para la próxima etapa podría ser que las feministas y los activistas políticos aúnen esfuerzos para tratar de mejorar las ideas sobre la comercialización y remodelación de la perspectiva futura del país”.
La política y las mujeres, según una comparación, son como pistolas y -rosas. En esta metáfora, las mujeres pueden lucir desarmadas, pero utilizando la inteligencia y flexibilidad, han “-tomado exitosamente muchos fuertes” en la historia de la política. Veamos hacia el -futuro en el que los hombres y mujeres gobiernen juntos, donde la democracia y la equidad, más que sólo palabras, sean una parte de la práctica diaria del gobierno.