Taiwan Today

China Libre está representada por las áreas bajo el control efectivo del gobierno de la República de China, áreas que incluyen a Taiwan y a las islas circunvecinas de los alrededores. Taiwan, el bastión principal de China Libre, es una isla de aproximadamente 36,000 kilómetros cuadrados, situada a sólo 160 kilómetros al oriente de China Continental. Es un lugar de considerable belleza, por lo que los portugueses que la descubrieron le dieron el nombre de Formosa, palabra portuguesa que significa bella o hermosa. Las abundantes lluvias conservan la isla tan llena de verdor, como Irlanda. Las montañas centrales ocupan tres cuartas partes del área y con declives desde donde se pueden apreciar bellísimos paisajes. Aunque es considerada como una tierra de clima subtropical, Taiwan cuenta también con una estación invernal, con nieve en las montañas y escarcha ocasional en las tierras bajas. Los aborígenes se trasladaron en tiempos prehistóricos del Pacífico del sur hacia la isla. La influencia china se inició aproximadamente en los siglos VI ó VII d. C., pero no en forma tan amplia; durante el siglo XVI, la dinastía Ming fue derrotada y los Manchúes ocuparon el Continente. Por poco tiempo, tanto los holandeses como los españoles, se encontraban viviendo también aquí en dicho siglo. Luego de dicha época, Taiwan fue gobernada por la corte Ching del Continente y la inmigración procedió en forma principal de la provincia de Fukien, a través del Estrecho de Taiwan. A finales del siglo XIX, Japón posó su mirada codiciosa sobre Taiwan. Cuando los Manchúes fueron derrotados en la Guerra Sino-Japonesa, la isla quedó en manos japonesas; esto ocurrió en 1895. Tanto el territorio de Taiwan como su pueblo, permaneció por medio siglo, bajo el dominio japonés, hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Esta época no fue precisamente muy feliz. Los japoneses trataron de imponerle al pueblo, a la fuerza, tanto su lenguaje como su cultura, por lo que ocurrieron, por lo menos, 100 sublevaciones durante dicho período. Taiwan no contaba, en ese entonces, con mayores industrias, pues, sus habitantes desempeñaban solamente el papel de proveedores de alimentos para el Japón: arroz, frutas y vegetales. Sin embargo, la agricultura estaba en manos de los chinos; de ahí que fracasaron los intentos que hicieron los agricultores japoneses de establecerse en Taiwan. La República de China recuperó su soberanía sobre la isla en 1945 y la Nueva Constitución entró en vigor en 1947, aplicándose de inmediato en Taiwan. Durante los últimos años de 1940 se realizaron las elecciones locales. Fue así como los chinos en Taiwan empezaron a aprender los rudimentos de la democracia. Durante la ocupación japonesa, no tuvieron ninguna opción para poder elegir y la educación de que podían disponer no llegaba más allá de la escuela primaria. Los ocupantes querían que el pueblo aprendiera japonés, para que pudieran entender sus órdenes, pero no por otro motivo. Al caer el Continente bajo el dominio de los comunistas chinos, el Presidente Chiang Kai-shek preparó Taiwan para que fuera el bastión de la resistencia final. En 1949, el gobierno trazó el camino a seguir para los habitantes de la isla. El Presidente Chiang hizo que la reforma agraria fuera la prioridad económica para la nación. Luego de haberse emprendido, felizmente la reforma agraria, la isla estaba preparada entonces, para emprender el camino hacia la industralización. Ese fue el principio del período moderno para Taiwan. La fabricación de importantes sustitutos abrió el camino para iniciar un gran volumen de exportación de textiles y luego, de productos electrónicos. Actualmente, Taiwan produce casi de todo, desde alfileres hasta automóviles; incluso los aviones empleados para la defensa de la isla son ensamblados localmente. En 1983, el ingreso per-cápita ascendió hasta US$3000 y el comercio exterior, hasta US$50.000 millones. China Libre ocupó el séptimo lugar dentro de los socios comerciales más grandes de los Estados Unidos. La educación gratuita aumentó de seis a nueve años y actualmente está por alcanzar un promedio de doce años. Más de 100 instituciones de educación superior están disponibles para todos, en base a exámenes de competencia. No existe ningún favoritismo; cerca de 100.000 egresados del nivel secundario de educación se examinan cada año para ingresar a la universidad y de ellos, 30.000 obtienen la oportunidad de recibir educación avanzada. La libertad, la democracia y el bienestar del pueblo son los principios guías para el desarrollo de la nación, establecidos por el Dr. Sun Yat-sen, el padre fundador de la República de China. A pesar de la presencia comunista en el Continente, se ha incrementado la representación en los diferentes organismos nacionales, como la Asamblea Nacional y los Yuanes Legislativo y de Control. Regularmente, se celebran elecciones que comprenden a la mayoría de los principales funcionarios del Yuan Ejecutivo. El Presidente de la República de China es escogido por la Asamblea Nacional, cada seis años. Si fuera posible medir el estilo de vida de acuerdo a los ingresos, las personas que se encuentran entre el 20 por ciento de la categoría más alta son sólo cuatro veces más que las del 20 por ciento de ingresos más bajos. Esto hace de China Libre una de las áreas con el mejor equilibrio de ingresos en el mundo. Todos tienen la oportunidad de poseer automóvil o cualquier otro medio de transporte más económico, como motocicletas, por ejemplo. La proporción de personas que poseen casa propia es también bastante alta. La tasa de desempleo se ha mantenido debajo del 3 por ciento, lo que constituye una de las cifras más bajas del Asia. El pueblo de la República de China es libre y se encuentra entre los más ricos del Asia y cuenta con una educación sobresaliente, medicina, recreación y otras comodidades que forman parte de una buena vida. Las personas son libres de viajar por todo el mundo y de poder estudiar en el extranjero. Sin duda alguna, la vida en China Libre es la mejor, la más feliz y la más próspera.