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Porcicultor prepara un paraíso para sus cerdos

16/07/2007

Los huéspedes en esta residencia disfrutan de todas las comodidades: música suave, cuartos con temperatura controlada y muebles limpios. Cedazos finamente tejidos mantienen fuera las partículas de polvo y aseguran una mejor calidad del aire. Todas estas características se pueden encontrar en un hotel de lujo, pero de hecho, ésta es la Granja Porcina Hsin-shieu en la ciudad de Jhongli, del distrito de Taoyuan. "Quiero que los cerdos se sientan tan cómodos como sea posible", explica Liang Hsin-lang, dueño de la granja. "Considero que crear un buen entorno produce carne de cerdo de alta calidad".

Liang constituye la tercera generación de criadores de cerdos en su familia. Fue elegido como uno de los Diez Mejores Granjeros Excepcionales de 2007 en Taiwan. A partir de 1983, este galardón destaca los logros excepcionales en agricultura, silvicultura, pesca y ganadería, según el Consejo de Agricultura (COA, siglas en inglés). Los candidatos solicitan participar a través ya sea de las asociaciones de gobierno local, o de las de pescadores o granjeros. Tras una investigación inicial hecha por un funcionario local, las solicitudes se envían al gobierno de distrito, que a su vez presentará una lista de sus recomendaciones a la oficina local del COA. Finalmente, un comité de evaluación nombrado por el COA elige a los ganadores, quienes reciben un premio en efectivo de unos seis mil dólares estadounidenses.

El cerdo de Liang que ha sido galardonado muchas veces es el resultado de emplear toda innovación posible para criar puercos sanos y sin usar antibióticos; desde seleccionar la variedad adecuada para su reproducción, hasta llevar a cabo mejoras en el equipo de inseminación artificial y crear un sistema de control de desechos más sanitario.

A sus 41 años, Liang supervisa una granja modernizada con más de 2.470 cerdos. El porcicultor vive al lado de su granja y pasa más de 18 horas al día cuidando de sus cerdos. Además, estableció una marca para su cerdo de alta calidad, llamada Dr. Super, que se vende a 25 dólares estadounidenses por kilo, tres veces más que el precio de mercado del cerdo ordinario, afirma Liang.

El valor agregado de su cerdo proviene parcialmente del cruce entre los cerdos Duroc de pelaje rojo, importados de Dinamarca y la variedad local de cerdo Siyushih Nº 1, de pelaje negro, criados por el Instituto de Investigaciones Ganaderas, subordinado al COA, explica Liang.

"Los taiwaneses prefieren la carne de los cerdos de pelaje negro", señala Liang. "El cerdo Duroc provee carne de calidad con menos grasa en la espalda, mientras que el Siyushih Nº 1 da el pelaje negro necesario para satisfacer la demanda del mercado". Seleccionar la especie correcta cuenta por el 30 por ciento del valor agregado, revela Liang, mientras que el valor restante proviene del alto índice de producción por puerca.

"En los viejos tiempos, los porcicultores como mi papá dependían de los lechones de la granja de reproducción", recuerda Liang. Confiesa que tuvo algunas discusiones serias con su padre sobre comprar y criar sus propios sementales. El padre prefería comprar lechones de otros granjeros, mientras que el hijo deseaba construir una operación verticalmente integrada para controlar cada parte del proceso. Liang hizo hincapié en que su desacuerdo tenía que ver con sus diferentes estilos de operación, no con un problema en su relación. "No era acerca de ser independiente; más bien, se relaciona con el control de calidad", afirma.

Tener sus propios lechones ayudó a Liang a iniciar un sistema de "lote que ingresa, lote que sale", según explicó, que simplemente coloca a todos los cerdos del mismo lote juntos en una misma porqueriza. Esto hace más fácil aislar un lote en particular si ocurre un brote epidémico, previniendo así la posibilidad de que se disperse una infección.

Porcicultor prepara un paraíso para sus cerdos

Liang Hsin-lang, ganador del premio Diez Mejores Granjeros Excepcionales de 2007, alimenta a algunos de sus cerdos en su Granja Porcina Hsin-shieu en Jhongli.

Estas medidas eran necesarias ya que insiste en no añadir antibióticos a los alimentos de los cerdos. Algunos antibióticos son tan fuertes que permanecen en la carne incluso después de cocinada, advierte Liang. Para mantener una operación eficiente, realizó cada tarea sistemáticamente. Los métodos de Liang le ayudaron a alcanzar un índice de reproducción del 95 por ciento, según se indica en un informe del COA de 2007.

Como en muchos otros tipos de granjas en Taiwan, un problema común que enfrentaban los operadores era la falta de mano de obra. Para Liang, la única manera de solucionarlo fue mejorar el equipo que usa en su granja de diez mil metros cuadrados.

En 1996, Liang diseñó un carro para alimentar a los cerdos, operado a mano, y en el cual un contenedor de alimento podía elevarse e inclinarse fácilmente hasta llenar la bandeja de alimentación, según explica el informe del COA. Su segunda invención consistió en una bandeja de alimentación hecha de plástico, que le permitió ganar el segundo lugar en la Feria de Equipo para Granjas Porcinas 1997. Esta fue seguida por otra mención honorable en 1998 en la misma feria por su incubadora para lechones recién nacidos.

En 2005, Liang desarrolló un estante ergonómicamente diseñado para la recolección del esperma, lo que contribuyó a su éxito al inseminar a sus puercas. Su invención más reciente, en 2006, fue una herramienta para rotular las orejas de sus cerdos, que se puede operar con una mano. Liang también introdujo un esquema de control de producción al colocar un microchip en cada cerdo para su identificación. Los microchips utilizan tecnología de identificación de radiofrecuencia y fueron fabricados por la división de tarjetas inteligentes de TECO Electric and Machinery Co. Ltd.

Una característica notable de su granja es que tiene un sistema ecológico para el manejo de desechos. Recicla la orina y la humedad de los excrementos y los convierte en agua que sirve para tirar los desperdicios al desagüe, explica Liang. Tras completar este proceso, Liang toma los excrementos deshidratados y los entrega gratuitamente a los campesinos cercanos para ser utilizados como fertilizante orgánico.

Porcicultor prepara un paraíso para sus cerdos

Dos cerdos cruzados Dr. Super de pelaje negro comen el alimento enriquecido con bacalao de Alaska. La reproducción adecuada cuenta por un 30 por ciento del valor de la carne de cerdo, según Liang. (Fotos de Chen Mei-ling)

Con el fin de asegurarse de que sus cerdos sepan dónde depositar los excrementos, Liang creó una rampa con irregularidades que lleva al canal para desechos. "Los cerdos generalmente hacen abolladuras con su nariz en la superficie donde van a hacer sus necesidades después", explica Liang. "Este diseño disminuye el uso del agua fresca y minimiza el trabajo requerido para limpiar las porquerizas". Liang también señala que para garantizar aún más la salubridad, ha montado cámaras por todo el local, para poder observar la situación dentro de la granja. Los consumidores pueden ver las condiciones en que viven los cerdos en el sitio en Internet de la granja.

Liang advierte que tener un buen entorno para vivir sin darles el mejor alimento a los cerdos no producirá carne de cerdo de la mejor calidad. "Añadí polvo de pescado hecho con bacalao de Alaska al alimento", revela, explicando que este ingrediente mejoró el sabor de la carne.

Far Eastern Géant, uno de los vendedores al mayoreo en Taiwan, tiene planes de vender esta carne de cerdo en sus 14 sucursales en toda la isla, cuenta Liang. Sin embargo, él no se conforma con ésto, ya que espera algún día convertirse en el proveedor de la carne de cerdo más segura, limpia y fresca para los consumidores. Al hacer ésto, indica Liang, "la gente no tendrá que soportar más cenizas de cigarro o moscas muertas en su carne".

Liang atribuye su éxito a la ayuda y guía por parte de Liang Chien-ho, fundador de la Granja Porcina de Criadores Prospect en el distrito de Pintung. Prospect importó sementales de cerdo de Estados Unidos y Europa para revenderlos a los granjeros locales, reveló Liang en una publicación del Gobierno del Distrito de Taoyuan en 2007, al ser nominado al premio del granjero destacado.

Una vez, durante una visita de compras a la granja Prospect en 2000, Liang tenía menos de 60 dólares estadounidenses en su bolsillo, lo cual no era suficiente para comprar el cerdo que él quería, cuenta Liang a dicha publicación. Liang Chien-ho decidió arriesgarse con este joven y le vendió el cerdo con pago a plazos. La generosidad que mostró el dueño de la granja Prospect fue crucial para impulsar al joven Liang en el negocio de la porcicultura. "Este hombre mayor me evaluó y determinó que yo era un verdadero campesino", añade Liang, lo que significa alguien honesto y trabajador.

Traducido del Taiwan Journal por Silvia Villalobos

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