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Cuando el Taipei 101 pone a prueba su resistencia a los terremotos

06/03/2007

Taipei no es el mejor sitio para construir el edificio más alto del mundo, ni tampoco lo es cualquier otro lugar en Taiwan. Ubicado sobre el Cinturón del Fuego de Pacífico, la región sismológicamente más activa en el planeta, Taiwan se encuentra sobre la zona de colisión de las placas Euroasiática y del Mar de Filipinas, donde la última se desplaza debajo de la primera, dando origen a las cordilleras que surgen a través del centro de la isla. En 2006, ocurrieron más de cien terremotos registrados con epicentros ubicados desde Pingtung, en el sur; a Yilan, en el norte, según datos del Buró Central de Meteorología de Taiwan.

Con tanta inestabilidad tectónica, uno se asombra de que el edificio más alto del mundo haya sido construido aquí. "Ellos querían un hito", dice Wang Chung-ping, vicepresidente de C. Y. Lee and Partners, la compañía de arquitectura contratada para diseñar el Taipei 101. Visible desde casi cualquier rincón de la ciudad, el Taipei 101 alcanza una altura de 508 metros, según indica su sitio web.

Técnicamente hablando, Taipei 101 es el edificio más alto en tres de las cuatro categorías designadas por el Consejo de Edificios Altos y Entornos Urbanos: la máxima altura estructural o arquitectónica, el piso ocupado más alto y la altura de la parte superior del techo.

"Si hubiera sido yo, no hubiera construido algo tan alto en Taiwan", señala Chen Yue-gau, profesor de Geociencias de la Universidad Nacional de Taiwan, refiriéndose al Taipei 101. "Todos los ingenieros quieren creer que son los mejores del mundo y que pueden proteger su edificio durante el próximo terremoto mayor", explica.

Según Chen, existen actualmente un total de 42 fallas en Taiwan, lugares donde ocurren los movimientos de la superficie de la tierra en la isla. "No hay otro sitio donde las fallas se encuentren tan concentradas", añade. "Están por todas partes". De hecho, las investigaciones de Chen indican que los cinco terremotos más mortíferos que han ocurrido en Taiwan en los últimos cien años --en 1906, 1935, 1946, 1951 y 1999-- fueron todos causados por diferentes fallas. "Nunca hemos tenido a la misma falla causando dos veces un terremoto", revela.

Actualmente, no existe una falla activa directamente debajo del Taipei 101, "por lo menos no se han registrado fallas activas", declara Chen. Como la región norte de Taiwan se está desplazando fuera del área de colisión, sitios como Taipei podrían ser las regiones más fuertemente golpeadas en el caso de un terremoto. En este sentido, Chen señala que un terremoto que ocurra en el norte de Taiwan y se desplace por Taipei podría ser intensificado por la Cuenca de Taipei y causar extensos daños.

Empero, existe una falla --la Falla de Taipei-- ubicada a apenas de unos 200 metros del Taipei 101. "Sí, existe una falla cerca", confirma Shieh Wen, gerente de relaciones públicas del Taipei 101, "pero sigue estando relativamente lejos y ha estado inactiva por más de diez mil años".

No podemos decir lo mismo de otras regiones. Dos terremotos sacudieron el sur de Taiwan el 26 de diciembre de 2006, con temblores que se sintieron por toda la isla. Los seísmos, que ocurrieron con una diferencia de ocho minutos el uno del otro, tuvieron una magnitud de 6,0 en la escala Richter. Aunque fallecieron dos personas cerca de los epicentros de los terremotos, "no hubo efecto alguno sobre el edificio en lo que fuera", dice Shieh refiriéndose al Taipei 101, que está situado a unos 385 kilómetros del epicentro. "Ni siquiera se rompió una ventana de vidrio".

Incluso sin una falla activa directamente debajo del edificio, los grandes terremotos que han ocurrido en otras partes de la isla aún tienen sus consecuencias en Taipei. Por ejemplo, el terremoto de magnitud 6,8 que ocurrió el 31 de marzo de 2002 detuvo precipitadamente la construcción del Taipei 101. Aunque el epicentro del terremoto de 2002 fue 44,3 kilómetros al este de Hualien, fuera de la costa occidental de la parte central de Taiwan, las ondas sísmicas se propagaron a través de toda la isla, hasta llegar a Taipei, situada a unos 205 kilómetros, donde el seísmo registró 5,0 en la escala de Richter, señala un reportaje en la edición del 1 de abril de 2002 del Taipei Times.

Dos grúas ubicadas en el piso 56 del Taipei 101, el piso más alto en ese momento, fueron sacudidas de forma tan violenta que colapsaron, disparándose hacia el suelo y matando a cinco personas, indica el mencionado reportaje.

"Descubrimos posteriormente que eran grúas viejas, que habían sido usadas muchas veces y el acero en ellas había decaído en fuerza", reclama Wang. "Si hubieramos tenido grúas más nuevas, ellas hubieran soportado este tipo de terremoto".

"El daño fue solamente superficial", continúa explicando. "La estructura básica no fue afectada". De modo que, seis meses más tarde, se reanudó la construcción del Taipei 101.

Según Wang, el Taipei 101 tiene la capacidad para resistir terremotos de gran magnitud debido a la estructura de "mega armazón" que tiene el edificio. El cimiento del edificio yace encima de 380 pilones de concreto enterrados 80 metros debajo del suelo.

Los niveles arqueados del edificio dividen los pisos del Taipei 101 en secciones separadas sobre los cuales se ha construido un armazón mayor. Los pisos individuales han sido después ensamblados en la estructura más grande, "de modo que cuando se produzca un terremoto, es tratado como un armazón de once pisos", dice Wang. "El armazón mayor absorbe las ondas sísmicas".

Para construir el edificio más alto del mundo, los diseñadores del Taipei 101 reunieron a profesionales del campo.

El edificio tiene el elevador más rápido del mundo, que se "parece a un carro de carreras" afirma Wang, alcanzando una velocidad de 1.010 metros por minuto y llegando a la Cubierta del Observatorio del Taipei 101 en el piso 89 en apenas 37 segundos. El edificio también contiene el mayor regulador de masa en el mundo, que neutraliza los fuertes vientos, tales como los que se forman durante los frecuentes tifones que también azotan la isla, agrega.

Los elevadores en el Taipei 101 también están equipados con sensores de terremoto, añade Wang. En caso de un fuerte terremoto, los cables del elevador se trancarán, de modo que los pasajeros puedan refugiarse en los cuartos de emergencia con suministros que se encuentran localizados a cada diez pisos.

Por lo tanto, el Taipei 101 sería completamente seguro en caso de un terremoto, siempre y cuando la línea de ruptura no ocurra directamente debajo del edificio, asegura Wang.

"Los códigos de construcción son para proteger en contra de las sacudidas", dice Chen, "pero a lo largo de una falla, los ingenieros no pueden hacer nada. Ellos solamente pueden vigilar".

Tal fue el caso del 21 de septiembre de 1999, cuando Taiwan fue atacada por un terremoto de magnitud 7,6 en la escala de Richter, causando la muerte de 2.415 personas e hiriendo más de diez mil, según las estadísticas finales dadas a conocer por la Agencia Nacional de Bomberos del Ministerio del Interior. El terremoto fue designado como el 921, por la fecha en que ocurrió.

La Falla Chelungpu, donde ocurrió el terremoto, era considerada hasta ese entonces por los geólogos como una falla de mínima actividad. En contraste, el 921 creó una línea de ruptura de 90 kilómetros de longitud a través del centro de Taiwan, con desplazamientos verticales que oscilan de dos a ocho metros de altura, de acuerdo con un informe coescrito por Chen en 2002. "Las casas construidas sobre la línea de ruptura fueron totalmente despedazadas por la deformación de la superficie", agrega.

"Algunas fallas se mueven un centímetro todos los días, pero nunca causan un terremoto", continúa explicando Chen. "Pero otras fallas, como la Falla Chelungpu del terremoto de 1999, han estado inactivas por 300 a 400 años, y para cuando se mueven, lo hacen por un kilómetro. Esta es la clase de fallas que deseamos identificar".

Afortunadamente para los científicos, el epicentro del 921 estuvo ubicado donde están concentradas las estaciones de observación de terremotos en Taiwan. De esta manera, los sismólogos tuvieron la oportunidad de registrar todo el curso de un terremoto, de inicio a fin, por primera vez. "Eso fue realmente raro", dice Chen. "Resulta muy difícil instalar equipos de detección y que ocurra un gran terremoto precisamente donde has colocado los mismos," explica. Según Chen, el 921 se convirtió en uno de los más importantes terremotos para los científicos de todo el mundo.

Si bien el terremoto fue beneficioso para los científicos, resultó algo desastroso para los residentes del pueblo de Jiji, en el distrito de Nantou, la región más severamente afectada por el 921. El Colegio Secundario Guangfu quedó casi completamente destruido, y desde entonces, ha sido convertido en un museo al aire libre. El Puente Wusi, que cruzaba la línea de la Falla Chelungpu, también fue tremendamente dañado, a pesar de haber afirmado "tener el mejor diseño en el caso de un terremoto", dice Chen. Según el especialista, el puente quedó "deformado en un 100 por ciento". ¿Por qué? Debido a que fue construido encima de la falla.

Con tales experiencias, Chen tiene razones para sentirse pesimista. "La geología de la Tierra es caótica, no puedes predecirla", dice. "Esta es un área sísmicamente densa. No conoces la naturaleza, y no podrás entender los procesos naturales en un 100 por ciento".

Traducido del Taiwan Journal por Luis M. Chong L.

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