Borkhardt, sacerdote jesuita que ha predicado la fe católica en Taiwan por más de 50 años, fundó el hogar en el poblado de Tungshih en 1990 para cuidar de personas con serias incapacidades mentales.
El centro atiende ahora a más de 100 discapacitados mentales. El Gobierno de la República de China ofrece menos de 580 dólares estadounidenses de subsidio para cada persona con incapacidad mental al mes. Borkhardt ha tratado por todos los medios posibles de recolectar fondos para ayudar a sufragar los gastos de la institución a su cargo. El centro requiere de por lo menos 857 mil dólares estadounidenses anualmente.
En reconocimiento a los dedicados servicios de Borkhardt, la Diócesis de Chiayi y el Hogar del Sagrado Corazón realizaron conjuntamente una fiesta especial para celebrar su 101 cumpleaños.
Más de una docena de los pacientes con discapacidades mentales en el hogar tocaron varias piezas musicales con diversos tipos de instrumentos tradicionales y alternativos.
"Esta es la música más placentera y memorable que he escuchado", dijo Borkhardt en forma muy emocionada, añadiendo que agradece la asistencia que ha recibido de muchas personas para administrar el Hogar del Sagrado Corazón.
Borkhardt manifestó que espera construir un hogar permanente para que los ancianos y huérfanos con discapacidad mental que residen en la instalación puedan pasar el resto de sus vidas.
El sacerdote de nacionalidad suiza ha dedicado la mejor parte de su vida para servir a la población local en las últimas cinco décadas. Borkhardt, que habla perfectamente los dialectos mandarín y taiwanés, dice que se ha integrado completamente a la sociedad y forma de vida de Taiwan.
En reconocimiento a sus notables servicios, el presidente Chen Shui-bian condecoró el año pasado a Borkhardt con la Orden de la Estrella Brillante en el grado de Gran Cordón en el centenario de su nacimiento. La Orden es el más alto honor que concede el Gobierno de la República de China a los ciudadanos extranjeros por sus servicios meritorios a la educación y a la caridad en Taiwan.
La Santa Sede también presentó la Medalla de la Gran Cruz de Oro a Borkhardt en marzo del presente año en reconocimiento a sus contribuciones a la Iglesia Católica.