Chang hizo tal declaración en una conferencia de prensa con el tema "Aferrando el suelo de Taiwan con las raíces de los árboles", patrocinada por la Oficina de Información del Gobierno cuatro días después de que el devastador tifón azotara la isla. El Primer Ministro declaró que la Administración tiene la determinación de hacer frente al problema de los cultivos implacables y el excesivo desarrollo en la isla mediante abarcadores proyectos de reforestación.
Criticando fuertemente la explotación agrícola y el desenfrenado desarrollo para obtener ganancias económicas sin tomar en cuenta los efectos negativos, Chang dijo que el cultivo de palmas de areca es uno de los peores "asesinos del suelo", ya que elimina la retención del suelo y del agua en las áreas montañosas, y es la causa principal de muchos derrumbes y deslaves que ocurren cuando los tifones azotan la isla.
Chang enfatizó que el Gobierno prohibirá el cultivo de las palmas de areca y otros métodos de cultivo inadecuados, enfrentándose a los mismos en forma directa para tratar de solucionar el problema de los deslaves.
El esfuerzo de reforestación nacional se iniciará en regiones geológicamente precarias, que cubren alrededor de diez mil hectáreas de terrenos escarpados y en las laderas de cerros que se han vuelto peligrosas después del fuerte terremoto del 21 de septiembre de 1999, indicó el Primer Ministro.
Se espera que la reforestación cubra 5.600 hectáreas a fines de 2004, con la siembra de diez millones de nuevos árboles. Se espera que la ambiciosa campaña genere 400 mil días de trabajo para los residentes de las áreas afectadas, particularmente los aborígenes, que han sufrido de una alta tasa de desempleo en los últimos años.
Señalando que Taiwan tiene una geografía muy accidentada con picos altos, laderas empinadas, ríos de cauce rápido y un frágil sistema de suelo, Chang dijo que mientras se acelera la reforestación de las regiones montañosas, también se llevarán a cabo planes de enverdecimiento y reforestación en algunas de las áreas bajas y planicies.
Se contempla que los primeros terrenos que serán reforestados son unas ocho mil hectáreas en tierras bajas, principalmente arrozales de bajo rendimiento. Las nuevas áreas "enverdecidas" no solamente ayudarán a embellecer las comunidades locales, sino que también serán útiles para reducir el efecto de invernadero causado por la emisión de dióxido de carbono de las fábricas y los automóviles.
Al día siguiente de la declaración del Primer Ministro, un alto funcionario del Buró de Silvicultura del Consejo de Agricultura, subordinado al Yuan Ejecutivo, indicó que todas las palmeras de areca que han sido plantadas ilegalmente dentro de bosques públicos serán arrancadas antes de 2004.
Lee Tao-sheng, subdirector del buró, dijo que el Consejo de Agricultura ya ha destruido muchas palmeras. En el pasado, habían 3.673 hectáreas de palmeras de areca ilegalmente sembradas en tierras estatales. Desde que el Gobierno se hizo cargo del problema, actualmente sólo quedan 1.818 hectáreas.
Además, existe un total de 11.122 hectáreas de plantaciones de areca ilegales en terrenos privados, con más de la mitad en el distrito de Nantou, el más afectado por el paso del tifón Toraji.
El tifón Toraji, que azotó la isla a fines del mes pasado, causó más de cien muertes y la desaparición de 114 personas. Los distritos de Nantou y Hualien, ubicados en el centro y este de Taiwan, fueron los más seriamente afectados.
El Gobierno inició una campaña de donaciones para los damnificados. Hasta el momento del cierre de esta edición, se recibieron más de 7 millones de dólares estadounidenses, y la Corporación China del Acero anunció que donaría un millón y medio de dólares para las operaciones de rescate y reconstrucción.