19/05/2024

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Los gimnasios no son sólo para hacer ejercicio

26/05/2005

Todos los días, desde el amanecer hasta pasada la medianoche, el ritmo de la música pop inunda el tercer piso de un complejo de oficinas en la calle Jhongshiao Este, en el activo distrito comercial de Da’an, en la parte este de Taipei. A través de la pared exterior de vidrio que da a la calle, se vislumbran una docena de personas en pantalones cortos, mallas o trajes deportivos, quienes caminan o corren en sus máquinas para trotar, y que a la vez actúan como propaganda para el público que los mira desde abajo.

En años recientes, una multitud de gimnasios como éste han surgido por toda la isla, conforme la gente ha tomado mayor conciencia del cuidado de la salud y las compañías en esta rama han revitalizado sus filosofías operativas.

Hasta hace aproximadamente una década, los gimnasios que combinaban salud y ejercicios eran vistos como clubes exclusivos para los ricos y famosos. Ahora, con muchísimos más centros compitiendo por los negocios --entre ellos más de 40 cadenas, la mayoría de ellas en el norte de la isla-- éstos se han convertido en el lugar favorito para cerca de 600 mil personas, según explica Candy Tang, presidenta de la Asociación de Gimnasios y Centros de Salud de Taipei (TFHCA, siglas en inglés), y presidenta del Gimnasio Alexander, una de las cadenas más grandes en Taiwan. Esto se traduce en un volumen de negocios de cerca de 160 millones de dólares estadounidenses al año, destacó Tang.

Esto representa un poco menos del tres por ciento de los 23 millones de habitantes, comparado con el 13 por ciento en Estados Unidos y el diez por ciento en Europa o Japón. Sin embargo, con el constante aumento en el número de miembros, Tang se siente optimista de que por medio de los esfuerzos promocionales de la TFHCA, fundada en diciembre del año pasado, en tan sólo unos cinco años otro siete por ciento de la población se convertirá en uno de los que muestran su cuerpo a través de las ventanas de los gimnasios y centros de salud.

En una de las primeras promociones de la TFHCA, que se llevó a cabo el mes pasado, seis de las compañías miembro de la asociación --entre ellas el Gimnasio Salud Superforma, el Centro de Salud Campamento Juvenil, el Club Pacífico, Club de Acondicionamiento Físico California, y el Centro de Terapia y Salud IS-- ofrecieron un pase de un día en sus filiales del área metropolitana de Taipei.

No es solamente --o principalmente-- debido a tales promociones, menores tarifas de inscripción, y mayor conciencia acerca de la importancia de la salud, lo que cuenta por el creciente interés público en ingresar a los gimnasios. Después de todo, uno puede mantenerse tan saludable ejercitándose regularmente en casa y caminando o trotando en el parque, en las escuelas o en los senderos montañosos que son fácilmente accesibles para muchos residentes del valle de Taipei y otras regiones en Taiwan. No es necesario hacer ejercicios frecuentemente si uno puede ejercer un poco más de control y sabiduría con respecto a la cantidad y al tipo de alimentos que ingiere.

Sin embargo, parece que la razón principal de la creciente popularidad de los centros de salud y gimnasios es que se están transformando de simples proveedores de instalaciones para hacer ejercicio en centros de actividad comunitaria donde grupos de todas las edades pueden reunirse con sus viejos amigos y hacer nuevas amistades. De acuerdo con esta transformación, y con el deseo de obtener una porción más grande del mercado, los gimnasios están ofreciendo una gama cada vez más amplia de servicios que los califican como los clubes campestres de la ciudad, ya que sólo les falta un campo de golf y una cancha de tenis.

Generalmente, los primeros clientes que esperan que abran las puertas temprano en la mañana son las amas de casa y los pensionados. "Me siento muy bien haciendo este esfuerzo. Comienzo mi día en el gimnasio", cuenta un pensionado llamado Chi Ko, quien tiene más de 60 años pero parece alguien de 40. El corre en la máquina y levanta pesas para mantener firme su musculatura y verse joven, afirma.

La clientela matutina es en su mayoría un grupo jovial que disfruta las pequeñas cosas de la vida, como ver a sus amigos con regularidad y sentarse a tomar té --o quizás un batido de yogurt o alguna otra moderna bebida nutritiva-- y disfrutar de un bocadillo mientras conversa animadamente.

Los gimnasios que desean estar al frente de la competencia se ven forzados a rehacer sus modelos de negocios y proveer, no solamente a los mayores y a las amas de casa sino a las personas de prácticamente todas las edades, un lugar para socializar y relajarse totalmente en un ambiente cómodo, ya sea después o entre las sesiones de ejercicios.

Los próximos en llegar, a la hora de almuerzo, son los trabajadores de oficina que quieren ejercitarse ocasionalmente pero que tienen familias a las que deben regresar rápidamente u otros compromisos que hacen difícil venir en horas de la noche después del trabajo.

No obstante, Lee Ming, quien trabaja de nueve a cinco, llega al gimnasio todos los días a las ocho de la noche. El busca mantenerse en forma como una manera de invertir en sí mismo, no solamente por salud. "El ejercicio regular le da a uno un sentimiento diferente acerca de sí mismo. Uno desarrolla mayor auto confianza; incluso, se vuelve más sexy", confesó Lee.

Aparte de eso, dice este soltero, es un excelente lugar para observar a las mujeres y conocerlas durante los descansos entre las sesiones de aeróbicos en grupo. Dado que los miembros tienden a seguir horarios fijos, es fácil predecir cuándo tendrán otra oportunidad para reunirse sin tener que hacer una cita formal.

Ocupados con sus estudios los cinco días de la semana, los estudiantes llegan en horas de la noche y en los fines de semana. Para ellos, aparte de servir como una base para socializar, los gimnasios llenan la verdadera necesidad de un ejercicio divertido que no ofrecen sus escuelas, que en Taiwan tienen la reputación de ser muy disciplinadas y hacer exámenes constantemente.

No solamente eso, sino que los estudiantes no quieren transpirar en la escuela ya que pocas de ellas tienen regaderas. Dada esta situación, la predicción de Tang de una base de miembros en los gimnasios del 10 por ciento a nivel nacional para dentro de cinco años no parece ser demasiado optimista.

En algunos centros que aceptan miembros tan jóvenes como de cuatro años, los fines de semana se ven más y más grupos de padres e hijos, y hasta familias enteras.

Las mujeres jóvenes son las clientes más numerosas de los gimnasios. Ciertamente, al mirar de la calle al gimnasio por las ventanas en horas de la noche, se descubrirá que la mayoría de las personas en las máquinas para correr son mujeres.

Las estaciones de televisión en Taiwan están repletas de anuncios comerciales para centros de salud especiales, donde por mucho más que el costo de ser miembro de un gimnasio, las mujeres obesas son transformadas en modelos. "¡Puedes lograrlo!" es el lema de uno de ellos. Por el temor a caer en esa condición, muchas jóvenes están haciendo ejercicio para mantener sus curvas sinuosas y sensuales.

La línea se está disipando entre tales centros de salud para adelgazar y los gimnasios, que son mucho más baratos, ya que los últimos han expandido sus servicios para incluir centros de terapia, saunas, ventas de jugos naturales y salas de masaje. Los más grandes tienen áreas de restaurante, donde puede recuperar esas libras perdidas, y hasta salas de conferencias.

¿Qué es lo que sigue? Parece que casi cualquier forma de evolución futura es posible para los gimnasios en Taiwan en sus esfuerzos por ser un hogar fuera del hogar, pero mejor.

Traducido del Taiwan Journal por Silvia Villalobos

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