04/05/2024

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El romance de una ciudad enamorada

06/09/2004
Taipei es actualmente una ciudad cosmopolita que no guarda mucha similitud con los precarios caseríos de sus primeros días. (Luis M. Chong L.)
radicionalmente, el séptimo día del séptimo mes del calendario lunar es el Día de los Enamorados y los chinos en todo el mundo celebran esta fiesta foclórica. Para la ciudad de Taipei, ese día también es una ocasión de júbilo.

En este año, la fecha cayó el 22 de agosto y coincidió con el 120º aniversario de la construcción de la muralla de la ciudad. Las celebraciones de este magno acontecimiento se iniciaron en abril y durarán hasta el fin del presente año.

La muralla de la ciudad de Taipei se terminó de construir en 1884, extendiéndose en lo que ahora es la Avenida Chunghua Sur, hasta la Avenida Aiguo Oeste en el sur, y prolongándose hasta la Avenida Chungshan Sur hacia el este y la Avenida Chunghsiao Oeste hacia el norte. La muralla tenía una longitud de unos cinco kilómetros y fue construida con bloques de rocas provenientes de la montaña Jinmian, en el actual sector de Neihu, y de la costa de Chili.

Los orígenes de la muralla de la ciudad pueden remontarse a Shen Pao-chen, comisionado marítimo de la provincia de Fukien (Fujian) durante la dinastía Ching. Shen solicitó fondos a la corte imperial para construir un muro. Las obras de construcción se iniciaron en 1882.

Posteriormente, en medio de la Guerra Sino-Francesa (1883-1885), la corte Ching envió a Liu Ming-chuan como primer gobernador de Taiwan. En el séptimo día del séptimo mes lunar de 1884, Liu anunció que Taipei sería el centro político y económico de Taiwan. Durante su mandato, también terminó de construir la muralla que se había iniciado con los fondos obtenidos por Shen. A partir de ese entonces, Taipei dejó de ser un simple punto de encuentro de los mercaderes que venían de China continental y se fue convirtiendo con el tiempo en una moderna metrópolis. La muralla de la ciudad fue un hito importante al fijar los cimientos para el futuro desarrollo de Taipei.

Posiblemente Liu Ming-chuan no escogió intencionalmente el Día de los Enamorados para anunciar su decisión, pero la coincidencia ha sido una feliz ocasión. Para festejar el 120º aniversario de su fundación, el Gobierno Municipal de Taipei realizó una serie de eventos relacionados con la doble festividad.

Denominado Aniversario de la Ciudad en el Día de los Enamorados, el festival estuvo dividido en cuatro eventos principales: Una actividad juvenil en el área de Hsimen o la Puerta del Oeste; una ceremonia religiosa en el Templo del Dios de la Ciudad; una cita virtual con el Dios del Amor; y un concierto musical.

Según la leyenda, una hada celestial llegó a la Tierra y se encarnó en una hermosa tejedora. Posteriormente, ella se enamoró de un vaquero y ambos se casaron. Pero a diferencia de los otros cuentos de hadas, la pareja vivió feliz en un hogar repleto de amor. Sin embargo, ellos olvidaron sus deberes primordiales: tejer y cuidar del ganado.

Enfurecido por la negligencia, el Emperador del Jade, suprema deidad celestial, los separó debido a que habían cometido una grave falta: un ser divino no puede contraer matrimonio con un mortal. A pesar de eso, conmovido por el amor genuino de la pareja, el Supremo Gobernante de los Cielos les concedió la dicha de poderse ver una vez al año, en la noche del séptimo día del séptimo mes lunar.

El sitio donde la pareja se ha estado reuniendo todos los años desde ese entonces es la Vía Láctea. En ese día, numerosas urracas vuelan al atarceder hacia el espacio y penetran en el firmamento para construir un puente celestial para que el vaquero y la tejedora puedan dirigirse a su punto de encuentro.

Ese es el origen del Día de los Enamorados en China. Irónicamente, el equivalente chino del Día de San Valentín cae en el Mes de las Animas. Al igual que en Occidente, uno debe regalarle flores o chocolates a su enamorada. En Taipei, los restaurantes suelen preparar un "menú especial" para la cena, y obviamente, es más caro que la minuta cotidiana.

Claro está, la doble celebración este año se concentró más en el aspecto romántico que en el histórico. Se realizaron competencias de besos, se instaló un casamentero virtual, donde un sistema de computadora hizo el papel del Anciano de la Luna, la deida del amor en China. Allí, los amantes pudieron introducir sus datos para que la computadora diese los mejores consejos para que puedan estar juntos para siempre.

En realidad, Taipei es una ciudad con una historia mucho más antigua que la de su muralla. El valle en donde se encuentra ubicada la ciudad estuvo originalmente habitada por los ketagalanes, una tribu de origen protomalayo procedente de las islas del Sudeste Asiático.

Con la llegada de los primeros inmigrantes provenientes del territorio continental, se fueron creando pequeños asentamientos en las orillas del río Tamsui. El primer nombre que recibió el sitio fue Mangchia, siendo cambiado posteriormente a Wenchia, Mangko, y finalmente, Mengchia (Mongkak). Los nombres con que se denominó originalmente el casco viejo de la ciudad de Taipei provienen del vocablo aborigen moungar, que quiere decir "canoa", denotando su íntima relación con el río.

Los primeros registros documentados de contactos entre Taiwan y la porción continental de China aparecen durante la dinastía Ming (1368—1644). Chou Tsai, uno de los gobernadores de la provincia de Fukien durante esa dinastía, en su obra Ching Ho Tang Chih (Colección del Salón Ching Ho) menciona que eran frecuentes los viajes de embarcaciones desde puertos de su provincia a Chilung (actualmente conocido como Keelung) y Tamsui para propósitos comerciales o de pesca durante el reinado de los emperadores Chiaching (1521-1567) y Wanli (1572-1620).

En el reinado del emperador Chungchen (1627-1644), los españoles entraron en Kipatao (Peitou), Lichoco (Neihu) y otras áreas aledañas. A pesar que estuvieron dentro de los límites de la actual ciudad, los españoles optaron por construir sus fortificaciones en las cercanías de la ciudad, específicamente en el área de Tamsui, donde establecieron el Fuerte de Santo Domingo; y las inmediaciones de Keelung, donde fundaron otros fortines menores.

En 1622, los holandeses desembarcaron en el sur de Taiwan y se establecieron en el área de Tainan. La isla quedó brevemente dividida entre los españoles y los holandeses, controlando los primeros la parte norte y los últimos, la parte sur. Finalmente, los españoles fueron expulsados por los holandeses en 1642, quienes anexaron el área de Taipei bajo su control.

En 1661, Cheng Cheng-kung, conocido generalmente en Occidente como Koxinga, derrotó a los holandeses y recobró Taiwan de manos de los extranjeros. Koxinga realiza la primera división política de la isla. En abril de 1684, Taiwan entra a formar parte del territorio del imperio manchú, creándose la Prefectura de Taiwan, dividida en tres distritos. Taipei quedó demarcada dentro del distrito de Chulo.

En 1875, Shen Pao-cheng estableció la prefectura de Taipei, con sede en Mengchia, que se encuentra en el actual sector de Wanhua. Al ser derrotada China en la guerra con Japón, Taiwan pasa a ser ocupada por los japoneses en 1895. Los japoneses establecen su gobernación en Taipei, rebajando su estatus de prefectura a distrito.

Durante los primeros años de la ocupación japonesa, se ordena el desmantelamiento de la muralla de Taipei por razones de seguridad. En su lugar, se construyeron tres avenidas. De las cinco puertas originales, sólo quedan en pie dos. A excepción de la Puerta Norte, que se conservó en bastante buen estado, las otras puertas se deterioraron a tal extremo que hubo que reconstruirlas o destruirlas por completo con el paso de los años. En 1965, se reconstruyó la Puerta Este, sufriendo un gran cambio en cuanto a su aspecto original. La única puerta que conserva su forma original es la Puerta Norte.

El Taipei moderno tiene sus bases en los proyectos que puso en marcha Liu Ming-chuan hace 120 años. Liu creó el primer centro docente de la ciudad, construyó la primera línea ferroviaria y organizó las producciones agrícolas, industriales y mineras, así como los servicios postales, telegráficos y comerciales. También hizo unir las áreas de Mengchia y Tataochen, una planicie utilizada anteriormente para secar el arroz después de la cosecha. Esto dio consistencia a la futura ciudad.

En 1967, Taipei fue elevada a la categoría de municipio especial y la actual ciudad ha crecido a una extensión de 271,77 kilómetros cuadrados. Desde los primeros caseríos de las tribus aborígenes, Taipei se ha desarrollado para convertirse en la primera ciudad de Taiwan.

Taipei es en la actualidad, una ciudad enamorada de su pasado, romántica en el presente y optimista de su futuro.

Texto de Luis M. Chong L.

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