ebido al ávido interés por erradicar el dengue, que es propagado por el mosquito Aedes, se ha puesto mucha atención al pez paraíso o macrópodo (Macropodus opercularis Linnaeus, 1758), especie nativa de Taiwan. De acuerdo con experimentos realizados por el Instituto de Investigaciones sobre Especies Endémicas de Taiwan, este pequeño pez puede consumir hasta 374 larvas de mosquito diariamente. Hace apenas unas dos o tres décadas, los humedales y arrozales empantanados en las planicies en la región occidental de Taiwan y el Valle de Lanyang, en el este de la isla, estaban repletos de peces paraíso. Lamentablemente, ahora resulta tan raro encontrar este "destructor de mosquitos natural" que ha tenido que ser incluido en la lista de especies en peligro de extinción en Taiwan.
La familia Belontiidae, a la que pertenece la especie Macropodus opercularis, se encuentra distribuida ampliamente en Asia y Africa. A esta familia pertenecen muchas especies de peces de agua dulce de tamaño pequeño y mediano que suelen ser criadas en acuarios, como por ejemplo el pez luchador de Siam, los guramis y las colisas. Se les conoce también como anabátidos o laberíntidos debido a que poseen un órgano cefálico auxiliar de respiración en forma de laberinto, que les ayuda a sobrevivir en las cenagosas y cálidas lagunas pobres en oxígeno que son su hábitat natural. El laberinto permite el intercambio de aire consumido por aire fresco, cuando el pez se asoma a la superficie.
El pez paraíso es una especie común en China continental, Corea, Japón, Taiwan y los países del Sudeste Asiático. El pez paraíso fue el primer pez exótico vendido al público en Europa, a donde fue introducido desde el Sudeste Asiático hace más de un siglo. Puede resistir temperaturas muy bajas y no es muy exigente en cuanto al tamaño del acuario, ni en cuanto a la naturaleza del agua. Esto hace que sea una especie muy popular entre los amantes de mantener acuarios en casa.
El agresivo comportamiento territorial de los belóntidos le ha ganado el nombre de pez luchador a muchas de sus especies. El pez paraíso es también conocido como pez luchador de cola bifurcada.
Chiu Kuo-hsun, investigador becario del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional Chung Hsing, explica que las luchas entre los peces paraíso machos siguen un ritual definido. Cuando ellos se enfrentan, tratan primero de ahuyentarse uno al otro expandiendo sus amplias colas. Si ninguno de los dos contendientes se retira, ellos se aferran mutuamente de sus bocas mordiendo firmemente y sacudiendo violentamente al adversario con fuertes movimientos corporales. El perdedor finalmente se ve obligado a retirarse y tendrá que buscar otro territorio para habitar.
Al igual que el pez luchador de Siam, que es importado y se puede encontrar fácilmente en acuarios, el pez paraíso de Taiwan es un pez de unos cuatro a seis centímetros de longitud. "Tanto la hembra como el macho del pez paraíso poseen diez barras verticales azules entremezcladas con un pálido tinte rojo sobre sus cuerpos de un color gris verdoso, que resplandece bajo la luz del sol", indica Chiu. "Según los acuicultores, una pareja de peces paraíso pueden producir hasta seis camadas durante una temporada de apareamiento. En unos tres meses, el alevín del pez paraíso crece hasta unos tres o cuatro centímetros, y alcanzan su tamaño adulto en unos seis meses", añade.
En Taiwan, los vendedores de peces de acuario generalmente mantienen al pez paraíso en un vaso de agua para probar que es una especie fácil de criar. Si bien el pez paraíso puede tolerar temperaturas extremas de frío o de calor hasta 36 ó 37 grados centígrados, y puede adaptarse a nuevos entornos más rápidamente que otras especies de peces, este pez es muy vulnerable a la contaminación. "Aunque el pez paraíso no es muy exigente con respecto a la calidad del agua, la grave contaminación de los ríos en Taiwan ha decimado la población", dice Chiu. Además, añade que "la construcción de omnipresentes diques de concreto en los cauces de ríos y arroyos les ha robado sus hábitats, haciendo que sean incapaces de resistir la feroz competencia por espacio y comida de la tilapia, una especie no nativa de la isla.
En 1990, después que un inventario sobre la población del pez paraíso en toda la isla realizado por el Instituto de Bioinformática y Biología Estructural de la Universidad Nacional Tsing Hua presentó documentación acerca del alcance del desastre, el Consejo de Agricultura decidió colocar el pez en la lista de especies protegidas.
Aunque la población del pez paraíso en estado silvestre ha sido mayormente agotada, las personas que se dedican al negocio de los acuarios han estado durante mucho tiempo criando en forma selectiva este pez, debido a que es el pez de agua dulce de Taiwan con los colores más brillantes y atractivos. Además, los criaderos gubernamentales han estado reproduciéndolo en gran escala tomando en cuenta su ayuda en el control de mosquitos. "Se han entregado decenas de miles de peces paraíso a pedido de escuelas y comunidades desde que se produjo un brote de dengue dos años atrás. La cría del pez paraíso en los estanques de escuelas primarias se ha convertido en una práctica muy generalizada actualmente", indica Chiu.
Según el investigador becario, el pez paraíso, que en el pasado solamente causaba preocupación en un pequeño número de organizaciones, tales como la Asociación para la Conservación del Medio Ambiente del Río Tachia, se ha vuelto en un tema popular en la educación ya que la especie puede ser fácilmente criada y observada por los niños. Esta tendencia recibió un importante impulso el año pasado cuando el Gobierno del Distrito de Taipei, con la participación del sector privado y la coordinación de las escuelas públicas, organizó una liberación a gran escala del pez paraíso en el río Tamsui.
El evento presentó a los jóvenes participantes al evento el hecho de que incluso un pequeño pez puede ayudar a mantener la biodiversidad en la isla, y finalmente, promover el bienestar humano.
"Observar la vida y el crecimiento de los alevines del pez paraíso se ha convertido en una popular actividad de los estudiantes al terminar las clases", señala Chan Chien-ping, director de la Escuela Primaria Chungshan, en el pueblo de Tungshih, distrito de Taichung. Durante muchos años, Chan ha estado participando en el trabajo de conservación para rehabilitar la ecología del río Tachia.
El pez paraíso también ha jugado un papel clave en el despertar de la preocupación por el medio ambiente en las comunidades rurales. Deseosos de introducir el pez en estanques, acequias y canales de irrigación que contienen plancton y plantas de agua dulce que atraen a los mosquitos, los residentes se han percatado ahora que ésto será posible solamente si se conserva el agua lo menos contaminada posible. Así, ellos están cada vez más interesados en restaurar la salud y belleza de sus terrenos. Esto ha sido especialmente importante para quienes desean promover el agroturismo.
La Ley de Protección de la Vida Silvestre prohibe la cría de especies protegidas por el sector privado para propósitos comerciales, ya que se teme que la endogamia podría debilitar la reserva de genes. "Con el peligro de un resurgimiento del dengue, y el entusiasmo popular por repoblar los ríos de Taiwan con el pez paraíso, instamos a los criaderos a expandir sus fuentes de material genético", dice Lin Ming-liang, profesor asociado de la Universidad Tsing Hua.
"Muchas escuelas se han dedicado al trabajo de repoblación, pero la mayor preocupación es la interrogante de si los peces paraíso liberados podrán adaptarse a la vida en estado silvestre", añade Lin. "De hecho, si se puede mejorar el medio ambiente en general, los programas de reproducción de especies raras serían realmente significativos", concluye.
Al igual que Lin, muchos otros ambientalistas han hecho hincapié en que, finalmente, existe poca esperanza de que se logre progreso alguno en la conservación de la biodiversidad al enfocar la atención meramente en ésta o aquélla especie célebre. Colocar la luz concentrada en el pez paraíso de Taiwan, el salmón de tierra cercada formosano, el macaco formosano o el lirio formosano, sería significativo sólo si la sociedad considera ésto como piedras de toque para hacer exhaustivo examen de la ecología natural de Taiwan como un todo y tomar pasos decisivos para poner fin a la locura que la está destruyendo.
Adaptado del Taiwan Journal por Luis M. Chong L.