a República de China activó una serie de medidas preventivas, tales como la toma de temperatura corporal en instituciones gubernamentales, el 15 de los corrientes, como medida de precaución ante el posible retorno del síndrome respiratorio agudo severo (SARS, siglas en inglés) este invierno. Tales medidas resultaron notablemente oportunas, ya que permitieron la rápida movilización de recursos de contención ante el primer caso de SARS que se presentara en la isla tras el fin de la epidemia el verano pasado. En esa ocasión, el SARS dejó un saldo de 37 personas muertas, entre las 346 que contrajeron la enfermedad, y tuvo un fuerte impacto negativo en la economía.
El SARS ha probado ser un enemigo astuto, ante el cual el menor descuido puede tener nefastas consecuencias. Un accidente de laboratorio puso en estado de alerta no solamente a la isla, sino también a toda Asia. El caso que se presentó en Taiwan es sumamente similar al ocurrido hace poco en Singapur, e involucra directamente a los laboratorios de investigación que luchan arduamente en una batalla contra el tiempo por hallar una vacuna contra la potencialmente fatal enfermedad.
El Centro para el Control de las Enfermedades (CDC, siglas en inglés) ofreció una conferencia de prensa el 17 de los corrientes, en la que presentó amplios detalles acerca de este caso. El propio ministro de Salud, Chen Chien-jen, confirmó que un teniente coronel e investigador médico de 44 años de edad, de apellido Chan, había sido diagnosticado con SARS. Chan había buscado ayuda médica en el Hospital General de las Fuerzas Armadas de Taipei, y al presentar un cuadro de síntomas sospechosos, fue trasladado al Hospital Hoping, especializado en enfermedades contagiosas. Allí se le realizaron las pruebas que confirmaron la presencia del virus.
El ministro Chen explicó que el paciente trabajaba en el Instituto de Medicina Preventiva de la Universidad Nacional de Defensa en Taipei. Se sospecha que contrajo la enfermedad el 5 de diciembre, al manipular muestras del virus sin la protección adecuada, ya que estaba presuroso por realizar un viaje, precisamente a Singapur para asistir a una conferencia en compañía de otros seis colegas.
Chan partió para la conferencia el 7 de los corrientes, y no fue sino hasta su retorno a Taiwan en la noche del día 9, cuando presentó fiebre y fue internado poco después. Las autoridades médicas lo pusieron en cuarentena, y comenzaron la labor de rastreo de todas las personas con las que Chan había tenido contacto cercano.
Se espera que este sea un caso aislado, ya que el paciente contrajo la enfermedad en un ambiente cerrado, o sea, en un laboratorio. Hasta el cierre de edición, ninguno de sus colegas o miembros de su familia ha presentado fiebre u otros síntomas de contagio, y de pasar el fin de mes sin novedades, se puede eliminar la posibilidad de que se haya esparcido el virus de esta forma.
El ministro Chen destacó que ya se ha informado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y al foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC, siglas en inglés) acerca del más reciente caso de SARS en la isla.
La OMS reconoció la labor de Taiwan al enfrentar este incidente, diciendo que se habían adoptado las medidas apropiadas. El vocero de la OMS para asuntos relacionados con enfermedades contagiosas, Iain Simpson, afirmó que si se confirma que éste es un caso aislado en un ambiente cerrado, la OMS no tendrá razones para hacer una alerta de viajes a Taiwan o declarar a la isla como área afectada por el SARS. Sin embargo, Simpson destacó la importancia de la seguridad en los laboratorios. En un seminario para la prevención del SARS, realizado por la OMS en octubre, este ente hizo un llamado para fortalecer las medidas de seguridad en los laboratorios en todo el mundo.
No obstante la encomiable labor de contención, aún repercuten las consecuencias de este incidente. El ministro de Defensa, Tang Yiau-ming, ofreció disculpas por el error de su subordinado a la sociedad, ya que el anuncio de este nuevo caso de SARS causó una baja de 100 puntos en la bolsa de valores. Además, este hecho socavó la imagen del Instituto de Medicina Preventiva, el cual no solamente era uno de los secretos militares mejor guardados, sino que también opera una de las instalaciones de investigación biológica más avanzadas en el mundo. No obstante, Tang agregó que Chan era muy diligente, y que este investigador había descubierto más de 100 posibles agentes contra el SARS de entre más de diez mil muestras médicas.
Por el momento, se ha elevado el nivel de alerta preventiva a la categoría B. Un nivel cero indica que no hay casos; un nivel A significa que hay casos en el extranjero. Bajo el régimen de alerta de la categoría B, aquellas personas que hayan tenido contacto cercano con un paciente de SARS no pueden abandonar la isla, al igual que los viajeros con cuadros febriles que no tengan un certificado médico que excluya la posibilidad de tener SARS.
La misión prioritaria de los mecanismos preventivos de la categoría B es prevenir que el virus del SARS pueda propagarse de un país a otro. Por ello, es obligatorio tomarle la temperatura a todas las personas que trabajen dentro de los aviones, al igual que a todos los viajeros, especialmente los que provienen de Hong Kong, China o Macao. Estos últimos deben llevar un registro de su temperatura corporal, so pena de una multa onerosa. Igualmente, se lleva control de la temperatura en instituciones públicas, escuelas y zonas de aglomeración de personas.