Recostados en cómodos sofás, una falange de clientes recibe dolorosas frotaciones en sus pies por parte de un terapeuta del masaje. Los expertos masajistas se concentran, apretan rápidamente, tientan y pinchan. Algunos, aunque gimiendo, parecen disfrutar del masaje que está disponible por todas partes Taiwan. Este tipo de terapia no sólo complace a bastantes taiwaneses sino también a muchos turistas extranjeros.
Para muchos turistas, especialmente japoneses, la isla no sólo ofrece atractivos paisajísticos tales como el espectacular desfiladero de Taroko y el Museo Nacional del Palacio que incitan sus visitas, sino también el placer masoquista del masaje en los pies taiwanés. “Lo que me seduce son las empanadillas del Restaurante Din Tai Fung y los masajes en el pie. Realmente esperaba con ansias experimentar el dolor de un buen masaje en el pie”, comentó Yasuko Shishido, un turista japonés.
En las avenidas Minchuan Este y Linshen Norte, se encuentran una fila de salones para masajes en el pie, y cada uno exhibe un prominente anuncio colorido con un diagrama del pie. Casi todos los días, guías de turismo llevan a multitudes de turistas japoneses para visitar los salones de masaje.
“Casi la mitad de mis clientes son turistas”, dijo un terapeuta del masaje de apellido Lu. “Un masaje de 40 minutos, cuesta entre 14,28 a 22,85 dólares estadounidenses, siendo más barato que en Japón. Además, las terapias populares taiwanesas están tomando auge porque tienen buena reputación. Por lo tanto, muchos están dispuestos a probar un masaje de pies aunque sea doloroso”, explicó Lu.
Debido a sus efectos curativos, el masaje en el pie ha desatado un torbellino de interés en todas partes la isla. El masaje en el pie es una especie de reflexología. “Aunque no hay evidencias que demuestren que la reflexología pueda curar las enfermedades, por más de dos décadas la gente ha mirado este método simple y fácil de aprender como una forma mejor de auto-curación mediante el estímulo de las terminaciones nerviosas en las extremidades del cuerpo”, dice el Padre Josef Eugster, cuyo nombre chino es Wu Jo-shih.
En Taiwan, el nombre chino del sacerdote suizo es sinónimo de las técnicas del masaje en el pie ya que él volvió a popularizar la práctica en la isla. Sin formación médica, el clérigo obtuvo sus conocimientos y experiencias sobre la terapia de las zonas de reflexología en forma autodidacta y por la determinación por ayudar a las personas necesitadas. “Soy un misionero que predica el evangelio de que el masaje en el pie puede mantener y restaurar la salud”, bromea Wu.
El sacerdote vino a Taiwan en 1970. Después de unos cuantos años de predicar, comenzó a desarrollar dolor en las rodillas y se le diagnosticó con artritis. “Cuando fui al doctor todo lo que obtuve fue analgésicos. El dolor no cesó y no podía dormir bien por la noche”, recordó Wu.
En 1978, alentado por su colega, el hermano Laurenz Schellbert, el padre Wu probó la terapia del masaje en el pie. Schellbert le dio a Wu una copia del libro Gesund in die Zukunf, por la enfermera suiza Hedi Masafret. El libro indicaba las posiciones de las zonas reflexivas en los pies, relacionándolas a órganos urinarios, digestivos, circulatorios y del sistema inmunológico.
“Aunque al principio, yo estallaba en lágrimas a causa del dolor intolerable; después de varios masajes consecutivos, descubrí que el dolor en las rodillas había retrocedido. Finalmente, pude tener un buen sueño por la noche”, dijo Wu. El misionero pronto fue absorbido en la investigación de la terapia del masaje en el pie. El frotaba sus pies mientras leía sobre la reflexología. “Yo me beneficié mucho de esta terapia así que decidí introducir la técnica a mis amigos en la iglesia”.
¿Cuál es la relación entre el estímulo de la zona refleja y la salud? Según el misionero de 62 años de edad, los pies están encerrados en los calcetines y los zapatos todo el día, impidiendo la circulación de la sangre. Esto ocasiona una salud pobre. Las zonas reflejas en los pies necesitan ser frotadas, permitiendo a los órganos a funcionar apropiadamente.
Wu reveló que las plantas de los pies tienen 64 zonas reflejas que están directamente ligadas a los órganos del cuerpo. Los pies son un microcosmo del cuerpo. Cuando ambos pies se colocan juntos, ellos forman un mapa del cuerpo humano.
“El empeine, el tobillo y la planta del pie, todos corresponden a órganos específicos. Si un órgano tiene un problema, el sedimento se depositará en las áreas correspondientes del pie. La sustancia puede estar en forma granosa o semejante a un tumor. Esto hace que el área sea más sensible, por lo que duele al ser frotada la zona que corresponde al órgano enfermo”, explicó Wu.
La reflexología data de siglos atrás. Algunos creen que la técnica fue desarrollada por los egipcios ya que se dice que un retrato sobre masaje en el pie fue descubierto en la tumba del médico un faraón egipcio.
Por otra parte, algunos creen que se originó en China antigua, donde era conocido como kuan tsu fa, que significa literalmente examen del pie. Durante la dinastía Tang (618-907), la técnica llegó hasta Japón.
No importando donde ésta fue originada, la técnica predominante en Taiwan combina los conceptos viejos y modernos. En su libro Nuevo método reflexológico del Padre Josef, Wu y su coautor, Eugene Chen unieron sus técnicas en la tradición médica china.
Ellos explican que 12 meridianos regulares y ocho meridianos adicionales se unen junto a las cinco vísceras: el corazón, el hígado, el bazo, los pulmones, los riñones; y los seis receptáculos: vesícula biliar, el estómago, el intestino grueso, el intestino delgado, el tracto urinario y la vejiga; así como la parte superior y media del abdomen.
Según el libro El chi: energía del cuerpo, éste fluye continuamente por los meridianos para todas las partes del cuerpo, por lo cual llega a ser un órgano auto regulador. Por lo tanto, si alguna parte del cuerpo está funcionando defectuosamente, ésto afectará la relación de los poderes de reforzamiento y supresión mutuos entre los órganos internos, lo que llevará a futuros cambios patológicos.
Excesivos o deficientes fluidos del chi por los meridianos expresarán diferentes síntomas tales como dolor, entumecimiento o hinchazón. Al frotar y estimular los pies los flujos estancados del chi se liberarán, mejorando y reajustando la función de los órganos”, afirmó Wu.
El negocio de masaje en el pie ha estado prosperando. En casi cada ciudad en Taiwan la gente puede encontrar los salones del masaje en el pie. Según Chen, hay acerca de mil salones de esta clase en la isla.
Para prevenir que los masajes en el pie sea sólo otra moda pasajera, un grupo de médicos y aficionados estableció la Asociación China de Reflexología en el Pie en 1991 para entrenar a terapeutas calificados. “Durante el programa de capacitación de tres meses, nosotros les inculcamos las teorías primarias de la medicina china y corregimos las habilidades del masaje en el pie”, dijo el presidente de la asociación, Michael Chen.
Para un terapeuta del masaje en el pie, la práctica es lo más importante. “Cuando comencé a aprender sobre masaje, mis brazos me dolían tanto que era difícil levantar mis manos incluso para comer con palillos”, recordó Chen Pi-hsing, mientras mostraba los callos en sus nudillos.
Escoger a un buen terapeuta es la preocupación más grande para los recién llegados. “Un terapeuta experimentado da masajes en los pies profunda y lentamente", dice el presidente de la asociación. La idea ampliamente conocida de “entre más duela, mejor funciona" es engañosa. Una gentil pero correcta técnica es mejor, reveló Wu, a pesar del hecho que sus ideas no han sido muy bien recibidas por algunos viejos masajistas.
“Una cantidad moderada de estímulo es necesaria”, opina el reflexólogo Chen. “En 1992 fui a Canadá a enseñar una clase de reflexología. Una paciente había sufrido de dolor en la parte baja de la espalda por 10 años. Después de un masaje vigoroso, el dolor finalmente se fue”, agrega. Además, los masajistas calificados saben que no deben aplicar mucha presión en áreas alrededor de heridas y que se necesita un toque más ligero con las personas mayores y los niños pequeños porque sus vasos sanguíneos son más delgados. “Yo también digo a mis clientes que no tengan un masaje después de alguna comida” recomienda Chen. “Se debe esperar al menos una hora”.
Aunque los médicos occidentales permanecen escépticos, la organización incentiva el masaje en el pie, particularmente para pacientes con cáncer. “En las etapas tempranas, el masaje alivia la molestia causada por la quimioterapia y restaura la energía. La técnica se usa también en unidades de cuidado paliativo ahora”, enfatizó el presidente de la asociación.
Preguntando sobre por qué los turistas extranjeros sin problemas médicos graves están tan interesados acerca del masaje, Chen dijo sarcásticamente que “hay un poquito de placer en cada pedacito de dolor”.
Traducido del Taiwan Journal por Gabriela Castro