05/05/2024

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El juego: lenguaje común de los niños

06/09/2000
Las suaves melodías ejecutadas por la Marimba Juvenil Renacimiento cautivaron a los presentes. (Foto cortesía de la Embajada de Honduras en la República de China)

Visitar Disneylandia es el sueño de muchos niños, e incluso personas mayores. Ese mundo de fantasía y alegría posee un encanto permanente que atrae a grandes y chicos. Durante el largo verano en Taiwan, los niños tienen una alternativa local. Tal vez mucho más reducida en tamaño y con menos instalaciones, pero sí dotada de la misma alegría contagiante del enorme complejo de diversiones con fama internacional.

El Festival Internacional de Folclor y Juegos Folclóricos Infantiles de Ilan es una combinación de parque de diversiones y sitio de intercambio cultural para los niños.

Esta es la cuarta vez que se realiza el evento, desde que se inició en 1996. La importante actividad infantil anual fue suspendida en 1998 al declararse una epidemia de enterovirus en Taiwan. Por razones preventivas y de seguridad, los organizadores tomaron la amarga decisión de cancelar la actividad, a pesar que todo estaba listo para la inauguración y se habían invitado a muchos grupos juveniles extranjeros para participar en el festival de ese año.

El festival se realiza en el Parque Ching-shui, situado a las orillas del río Tungshan. La combinación ha probado ser excelente, ya que los visitantes pueden participar en las actividades del festival y al mismo tiempo divertirse en los juegos acuáticos que ofrece el parque.

Las estadísticas muestran claramente cuál ha sido el éxito de dicho festival. El año pasado, más de cuatrocientas mil personas asistieron al evento. En 1999, el festival generó ingresos anuales que sobrepasan 16 millones de dólares estadounidenses, mostrando el excelente resultado de la combinación de la cultura, las artes, el turismo, la industria y la diplomacia.

El evento anual está incluido en el calendario mundial de actividades del Consejo Internacional de Organizaciones de Festivales de Folclor y Artes Tradicionales (CIOFF, siglas en francés) y ha sido reconocido como una actividad que ayuda a preservar las diferentes culturas y tradiciones del mundo en medio de la tendencia de la globalización.

El festival de este año fue inaugurado el 1º de julio y tuvo una duración de seis semanas. Los temas presentados en el evento se dividieron en cuatro grandes grupos: presentaciones folclóricas, juegos acuáticos, juegos infantiles y exhibiciones.

En el área de las exhibiciones, hubo cuatro pabellones con temas específicos. El más sobresaliente de ellos fue la Casa de las Muñecas, donde se expusieron más de 300 muñecas típicas de casi todos los países del mundo. Los hermosos trajes de las muñecas reflejan el trasfondo cultural y la tradición folclórica de cada país. Una visita a la muestra fue como hacer un mini-recorrido por todos los países del mundo.

Cruzando un pequeño corredor estaba el segundo pabellón, denominado la Sala de los Juguetes Sonoros. Como lo indica su nombre, en ella se exhibieron una gran multitud de juguetes que se caracterizan por emitir algún tipo de sonido. Entre los objetos mostrados sobresalió una extensa colección de matracas de todo el mundo.

Allí se pudo encontrar matracas usadas en campañas políticas de países latinoamericanos, así como aquéllas improvisadas de madera y lata de algunas islas de Micronesia. Fue realmente interesante observar cómo existe un lenguaje común entre todos los pueblos del mundo en un artefacto sonoro tan sencillo.

Un original costal relleno de piedras, semillas y arena reproducía el sonido de las olas en el mar. Una voluntaria en el pabellón hizo demostraciones de cómo producir el sonido del mar para aliviar las tensiones y relajar el espíritu.

La empresa de computadoras Acer patrocinó un tercer pabellón, denominado la Sala de Ciencia y Tecnología, donde su principal atracción fue un programa interactivo que enseña a los niños cómo entrar en el Internet, así como las interesantes informaciones que se pueden obtener navegando por el espacio cibernético.

La sala también integró aspectos de folclor taiwanés con la tecnología informática, comprobando que lo tradicional y lo moderno no necesariamente son aspectos contradictorios.

El último pabellón, la Sala de Exhibición Internacional, mostró artes folclóricas de diferentes países del mundo. Si bien no fue una exposición muy completa debido al reducido espacio disponible, no obstante ofrecía un panorama bastante amplio sobre los matices propios de las diferentes culturas en el mundo.

La parte más interesante del festival la constituyeron las presentaciones folclóricas. El evento de este año contó con la participación de 22 grupos artísticos provenientes de 18 países, incluyendo Brasil, Finlandia, Honduras, Paraguay, Bulgaria, Belarús, Rusia, Malaisia, Polonia, Dinamarca, Israel, Tailandia, Turquía, Italia, Sudáfrica, India y Costa de Marfil.

Los visitantes tuvieron la oportunidad de ver actuaciones auténticas provenientes de todos los rincones de la Tierra. Las presentaciones de los tres grupos latinoamericanos contagiaron al público presente con la alegría y el candor de sus ritmos tropicales.

La Marimba Juvenil Renacimiento fue creada en agosto de 1984, bajo los auspicios de PRODERE, un programa para los refugiados, desplazados y repatriados de Guatemala, Honduras y El Salvador. Estas personas fueron obligadas a abandonar sus países debido a los conflictos bélicos internos que surgieron en Centroamérica durante los años ochenta.

La banda participa activamente en eventos y celebraciones comunitarias, y sus actividades son financiadas con donaciones.

Poco después de su creación, Marimba Juvenil Renacimiento fue administrada por Edgardo Mejía, descendiente de una familia de músicos de marimba. Mejía sigue dando orientación al grupo musical, bajo el patrocinio de la comunidad de San Marcos Ocotepeque, en Honduras. El pequeño poblado se encuentra ubicado en una zona fronteriza que colinda con El Salvador y Guatemala.

La banda está compuesta por diez jóvenes, incluyendo dos niñas, con un promedio de 14 años de edad. Generalmente, el grupo realiza sus interpretaciones musicales con dos marimbas, un tambor, un bajo y un saxofón.

En el festival de Ilan, el grupo musical hondureño ejecutó un repertorio de canciones folclóricas de Centroamérica y México, así como algunas obras musicales internacionales.

Durante una de las actuaciones, el presidente de una fundación caritativa y cultural privada quedó tan impresionado por la versatilidad musical de la marimba que decidió adquirir el instrumento típico y donarlo a la ciudad de Ilan.

Otro grupo que representó la cultura latinoamericana fue Bacnaré o Balé de Cultura Negra do Recife, integrado por 35 músicos y bailarines. A pesar que sus miembros no eran niños, sino personas adultas, su actuación ganó fuertes aplausos del público por su rica capacidad de expresión sonora y visual.

El candente ritmo afrobrasileño de sus actuaciones recuerda los tiempos coloniales, donde el catolicismo se mezcla con las supersticiones que trajo el esclavo negro desde Africa. Las ricas tradiciones culturales de ese continente fueron plenamente representadas en el variado programa que presentó el grupo folclórico.

Un tercer conjunto latinoamericano invitado al festival fue el Grupo Itakyry de Niños, dirigido por el promotor cultural paraguayo Mario García Siani, quien es también delegado del CIOFF en su país.

Itakyry es un municipio de Paraguay que se destaca por su producción de hierba mate, que es un símbolo de la cultura folclórica de ese país sudamericano.

La actuación del grupo infantil paraguayo incluyó danzas y canciones de ese país, así como populares juegos de niños. Algunos de esos juegos se están volviendo cada vez más menos frecuentes debido a la influencia de los juegos electrónicos modernos.

El Grupo Itakyry de Niños trata de rescatar esos valores folclóricos tradicionales, procurando mostrar con dignidad y respeto las raíces de la cultura guaraní, así como los diferentes perfiles de su identidad.

Sus actuaciones no buscan el impacto del espectáculo, sino la autenticidad de su mensaje lleno de calor humano. Posiblemente la mayoría de la audiencia no entendía el lenguaje de las canciones interpretadas por el grupo, pero sí supo disfrutar plenamente de los gestos y la pantomima de sus intérpretes.

Usando los juguetes como su tema central y aprovechando la ventaja de los recursos naturales y culturales del distrito, los organizadores del festival han creado un evento anual que ayuda a promover la industria turística en Ilan.

El Gobierno del Distrito de Ilan está convencido de que el mejor gobierno es aquél que hace que los niños sean felices. Las risas y expresiones de alegría de los niños, y sus deseos de volver otra vez al festival del próximo año lo impulsarán a continuar organizando esta actividad en los años a venir.

Texto de Luis M. Chong L.

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