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Nuevo auge de las revistas de asuntos militares

16/09/2008
Los aficionados a temas militares de Taiwan constituyen el principal mercado para las publicaciones militares locales. (Fotos de Chang Su-ching)
Antes de mediados de los años ochenta en Taiwan, si uno deseaba comprar una revista con las últimas informaciones sobre un sistema de armamento, lo mejor que podía conseguir era un libro de baja calidad con contenido de origen extranjero traducido al chino. En enero de 1984, la industria de las publicaciones militares pasó por una revolución con el estreno de Defense Technology Monthly (DTM).

Publicada entonces con un formato similar a la actual edición impresa en papel satinado, las cien páginas a color de DTM con artículos detallados y fotos de alta calidad constituyeron un gran éxito en el mercado local. Originalmente con una edición cada dos meses, las excelentes ventas impulsaron a que la revista fuese publicada mensualmente cuando apenas había salido su cuarto número.

En abril de ese mismo año, arribó al escenario otra revista, Defense International (DI); y hasta el día de hoy, esas dos publicaciones siguen al frente de la industria en términos de lectores e ingresos por anuncios. Aunque los equipos administrativos de ambas revistas no desean confirmar las cifras exactas, cada una de ellas tiene una circulación de más tres mil copias al mes, incluyendo suscripciones y ventas al detal.

Siguiendo al éxito de DTM y DI, han aparecido más de una docena de competidores que cubren temas idénticos o similares; y después de un cuarto de siglo, existen ahora unas 10 revistas de temas militares en Taiwan. La mitad de ellas, al igual que DTM y DI, se caracterizan por ofrecer análisis e información acerca de temas amplios, incluyendo lo más reciente en el desarrollo de nuevos sistemas o tecnologías de armamento, situaciones militares regionales o mundiales, así como la presentación de armas antiguas. Las otras se dedican a tema específicos, tales como juegos con bolas de pintura, recreaciones históricas o historia de la guerra.

Según Kevin Cheng, jefe de redacción de Asia-Pacific Defense (APD) --otra revista taiwanesa mensual que cubre asuntos militares principalmente relacionados con la región local-- que también trabajó para DI de 1991 a 2007, la era dorada de las revistas militares en la isla fue durante la década de los noventa, que también fue la última década antes que el Internet surgiera como el nuevo medio de comunicación dominante. "Al inicio, era relativamente fácil y rentable fundar una revista militar", dice. "Bajos costos de inversión inicial y gastos limitados favorecían a las revistas que tuvieran un excelente plan de negocios, resultando difícil equivocarse".

Con las revistas militares de Taiwan de aquella época siendo básicamente imitaciones de sus más conocidas contrapartes extranjeras, Cheng explica que los editores de las publicaciones en la isla simplemente traducían artículos y reproducían fotos de publicaciones extranjeras sin el permiso de los autores, y sin ninguna intención de pagar regalías. "Pero todo ésto cambió después que Taiwan firmó acuerdos de derechos de propiedad intelectual (DPI) con otros países, como Estados Unidos", señala.

Un editor de publicaciones militares con más de 16 años de experiencia en el campo dice que antes que el Gobierno de la República de China (RDCh) iniciara su campaña contra los violadores de los DPI, los costos de operación asociados con una típica revista mensual eran tan bajos que resultaba difícil que los editores tuvieran pérdidas. "Podríamos describir el negocio como uno extremadamente lucrativo", señala el veterano editor.

"Durante el período antes de la protección y ejecución de los DPI, las dos publicaciones principales (DTM y DI) vendían más de cien mil copias al mes", dice Cheng. "El dueño de una de esas publicaciones me dijo que recibía una ganancia neta de alrededor de diez mil dólares estadounidenses cada mes, que era una enorme cantidad en esa época".

Pero cuando se trata de la cobertura de los aspectos militares en Taiwan, nunca hubo problemas con el asunto de las violaciones a los DPI. Cheng señala que debido a la ley marcial (1949-1987) y los aspectos de la seguridad nacional, las Fuerzas Armadas de la RDCh daban a conocer sólo una limitada cantidad de información relacionada al campo militar de la nación. "El Ministerio de Defensa Nacional y las agencias gubernamentales del caso en esos tiempos consideraban cualquier cosa relacionada con los militares de Taiwan como un asunto sensitivo y, más seriamente, un secreto nacional", explica Cheng. "De modo que, comprensiblemente, las autoridades estaban extremadamente opuestos a publicar cualquier información relacionada con los asuntos militares. Por esta razón, las revistas militares enfocaban en asuntos más allá de las fronteras de la isla", agrega.

El declive de la industria de publicaciones militares en Taiwan vino después que el Internet adquirió popularidad a fines del año 2000. Con miles de sitios Web concentrados en una atractiva variedad de temas específicos relacionados con los asuntos militares, la circulación de las publicaciones en papel comenzó a reducirse. "Para empeorar las cosas, los sitios Web pueden ofrecer información instantáneamente, algo que las publicaciones en papel no pueden lograr", dice el jefe de redacción de APD.

Si bien la reciente recesión económica de Taiwan ha contribuido a la caída del número de circulación en toda la industria de las revistas --el fracaso de la edición local de Madame Figaro en julio ha sido el caso reciente más sobresaliente-- Cheng cree que las publicaciones militares deben recibir alguna protección para evitar una suerte similar. "Como nuestros títulos contienen conocimientos relacionados con un campo especializado y los lectores tienen sumo interés en el contenido, no les resulta fácil dar la media vuelta e irse a otro sitio" explica Cheng. "La naturaleza particular de los intereses y necesidades de nuestros lectores dictamina que ellos seguirán comprando".

En medio del auge de la industria de las publicaciones militares, una revista típica de Taiwan no dependía de la venta de anuncios para cubrir sus gastos, dice Cheng. Pero, en la actualidad, el campo de batalla de la mercadotecnia ha cambiado, con las publicaciones luchando por obtener dólares de los anuncios para mantener sus puertas abiertas. "En general, los lectores de las publicaciones de nuestra industria consisten de entusiastas de asuntos militares, observadores de la industria militar o expertos en adquisiciones del Gobierno", explica. "Por ende, sólo las mercaderías relacionadas con este campo, como los modelos militares en miniatura, réplica de armas de fuego o incluso sistemas de armas reales, serían anunciadores efectivos".

Además de jugar un papel educativo en la sociedad, los editores de las revistas militares están convencidos de que sus publicaciones desempeñan una parte integral en la democracia de Taiwan, compartiendo información con los contribuyentes acerca de cómo el Gobierno gasta su presupuesto y en qué tipos de sistemas de armamento. "El Ministerio de Defensa, al igual que cualquier otra organización de administración militar del mundo, espera que todos los medios de comunicación locales --incluyendo las revistas militares-- puedan reportar sólo las buenas noticias", indica Cheng. "Pero la naturaleza de nuestro negocio exige que ofrezcamos a nuestros lectores una opinión imparcial. Resulta esencial que reportemos también acerca de las deficiencias del Gobierno".

Con el paquete de armas para Taiwan de 11 mil millones de dólares estadounidenses aún pendiente de la aprobación por parte de Washington, Cheng dice que un creciente número de personas acuden a las revistas militares de la isla para informarse acerca de las ventas y una señal de que el trato será firmado pronto.

En la actualidad, Taiwan opera alrededor de 150 cazas de combate F-16 A/B, que fueron adquiridos de EE UU a inicios de los años noventa. Para reemplazar esos aviones obsoletos, la isla ha solicitado un paquete de 66 F-16 C/D --un modelo más avanzado-- a la Administración Bush. El Gobierno estadounidense ha paralizado su aprobación y existe una creciente especulación en los medios de comunicación locales de que el trato será suspendido en vista del mejoramiento de las relaciones a través del Estrecho y las objecciones de Pekín.

Usando esta situación como base para su contenido editorial, las revistas militares locales han informado a sus lectores que China continental también ha adquirido 76 cazas Su-27 de Rusia desde 1992, y ha comprado una licencia para la producción de otros 200 aviones en 1995.

Cheng señala que la aeronave hecha por los rusos es considerada superior al F-16 A/B en todos los aspectos de su desempeño. "De modo que, para mantener el poderío aéreo de la isla, y estar a la par con los intereses mutuos de Taiwan y Estados Unidos, las publicaciones locales de temas militares están instando al Gobierno de EE UU que apruebe la venta tan pronto como sea posible", indica.

Otro asunto militar que Cheng cita como de "preocupación vital" para los editores es el sistema de conscripción militar de Taiwan. El ministro de Defensa de la RDCh, Chen Chao-min, anunció el 31 de julio pasado que el Gobierno tiene planes de transformar las Fuerzas Armadas de la nación en una fuerza totalmente voluntaria en un lapso de cinco años, con el esquema programado para iniciarse en 2010.

"Durante muchos años, hemos presentado la opinión de que en la era de la alta tecnología, la calidad del personal militar de un país es más importante que el número de soldados que el país pueda colocar en el campo de batalla", señala Cheng. "La industria apoya la decisión del Gobierno y espera que los ahorros presupuestarios puedan ser reinvertidos en la adquisición de mejores equipos y en un entrenamiento más abarcador".

William Teng, escritor a tiempo libre que es autor de una docena de libros que enfocan en temas acerca de la historia del Ejército de la RDCh durante el período de la Segunda Guerra Sino-japonesa (1937-1945), dice que aparte del mercado continental, las publicaciones militares locales, incluyendo las revistas, deben también enfocar su atención hacia las regiones que no hablan mandarín.

"Cuando hablamos acerca de las oportunidades comerciales en China continental, lo primero que debemos tomar en consideración es la enorme población de la nación, con más de 1.300 millones", dice. "De esta cifra, una pequeña cantidad podría ser lectores potenciales de las publicaciones. Pero, el mercado continental es famoso por ignorar los derechos de propiedad intelectual, y ésto podría finalmente dañar las ventas de las revistas".

Teng señala además que, se estima que por lo menos 30 a 50 revistas militares pertenecen o son publicadas por el gobierno, o el sector militar o privado de China continental. "Esto hace que las publicaciones taiwanesas tengan una fiera batalla para poder estar encima de sus contrapartes en el territorio continental". Teng añade que el mandarín no es tan popular como el inglés fuera del "área de la Gran China", que incluye a Taiwan, Hong Kong, Macao y China continental. "Podríamos expandir la lectura si las revistas de Taiwan fuesen traducidas al inglés", explica.

En una exhibición realizada a inicios de agosto en la ciudad de Taipei que mostró modelos militares a escala y otros artículos relacionados, los desafíos a que se enfrenta la industria de publicaciones militares en Taiwan fueron resumidos por un estudiante de diez años. Mirando ansiosamente a través de las páginas de las revistas exhibidas en el puesto de Cheng, tomó un manojo de números pero su madre le ordenó que los colocara de vuelta en el estante y escogiera solamente uno. "Definitivamente existe demanda, pero ésto no oculta el hecho que este tipo de negocio se está volviendo cada vez más difícil en Taiwan", dice Cheng. "Cuando ves situaciones como la del niño en la exhibición, te motiva a trabajar más duro y encontrar nuevas vías de llegar a los clientes del mañana".

Traducido del Taiwan Journal por Luis M. Chong L.

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