Noticias de Taiwán
Sin apresuramientos
16/03/1992
La posibilidad de un eventual establecimiento de lazos directos entre Taiwan y China continental se acerca. El Yuan Legislativo de la República de China acaba de aprobar una sección al respecto contenida en el proyecto de las Normas para las Relaciones a través del Estrecho de Taiwan.
Esto no significa una apertura inmediata de las comunicaciones aéreas y marítimas. Los legisladores sólo han brindado la base jurídica para que el Yuan Ejecutivo trabaje en las reglas específicas que posibilitarán tal acercamiento. En breve, el Gobierno decidirá cuándo y cómo se definirá este asunto.
Las Normas fueron redactadas por el Consejo para los Asuntos de China Continental y contienen 94 artículos relativos a los contactos civiles, las relaciones culturales y económicas, y los lazos de transportes y comunicaciones.
Existe la opinión generalizada de que el texto resultante debe satisfacer tanto los intereses de los residentes en Taiwan como los de toda China. Desde luego, se ha puesto como prioridad el interés nacional y el bienestar de los 20 millones de habitantes de la isla. El primer ministro, Hau Pei-tsun, ha manifestado en varias oportunidades la determinación del Gobierno a privilegiar la seguridad de Taiwan, aún cuando para algunos sectores ciudadanos sería beneficiosa una pronta apertura de vínculos directos con el área continental.
Sería excesivamente arriesgado permitir que la opinión del sector privado -empresas y comerciantes- pese demasiado en este tema. Hay importantes consideraciones políticas que no deben olvidarse y el Gobierno debe tomar una decisión equilibrada.
Entre los factores políticos está la voluntad real de las autoridades comunistas chinas de cumplir con los acuerdos y hacer de la apertura de vínculos un acontecimiento beneficioso para ambas partes. No para el aprovechamiento de una sola.
Desde hace un tiempo, Pekín ha hecho mucho ruido respecto al establecimiento de lazos directos (comerciales, postales y navieros). En los encuentros con funcionarios de la semioficial Fundación para los Intercambios a través del Estrecho de Taiwan, los representantes comunistas chinos han puesto el asunto en la tabla de discusiones, aún sabiendo que este organismo no está autorizado para tratarlo. Su función es encargarse de problemas puntuales que involucren a ciudadanos de la isla y a continentales.
Hasta ahora, las autoridades comunistas chinas no han dado señas de entender la propuesta de Taipei expresada en las Directrices para la Unificación Nacional, principios que abogan por un acercamiento gradual en tres etapas. Primero, los intercambios civiles y culturales. Luego, un período para sentar bases de confianza mutua, con el establecimiento de lazos directos, la promoción de empresas conjuntas y el intercambio de visitas de funcionarios de alto rango. Y por último, la creación de una organización consultiva destinada a abrir el camino para una China unificada.
El Gobierno sabe que su propuesta es sensata y, por tanto, prefiere la lentitud (aunque no excesiva) al aceleramiento. A menos que Pekín reconozca a Taipei como su igual y deje las amenazas, los vínculos directos seguirán como un "proyecto eventual".