Taiwan Today

Las autoridades de la República de China están observando cautelosamente los pasos que Pekín va dando para preservar a China continental como el bastión de lo que queda del comunismo en el mundo. El presidente Lee Teng-hui sostuvo una reunión con al¬ tos miembros del Gobierno, militares y dirigentes del Kuo¬ mintang para discutir el impacto que puede tener en Pekín la evolución de la Unión Soviética a un nuevo sistema. Hubo consenso en que, tras el explícito recono¬ cimiento de los presidentes Mijaíl Gorbachov y Boris Yeltsin de que la Unión Soviética no logró hacer fun¬ cionar el sistema después de 70 años de intentarlo, Pekín encontrará grandes dificultades en vender su ideología y programas a la población de China. No obstante, hay indicios de que los jerarcas comu¬ nistas están decididos a seguir forzando el marxismo a través de las gargantas del pueblo continental, a pesar de sus 40 años de fracasos. El periódico oficialista Diario del Pueblo advirtió re¬ cientemente que las fuerzas que instigaron el movimiento democrático de 1989 están ahora organizando su regreso. El artículo señaló que los mismos funcionarios que aplas¬ taron a los manifestantes en la masacre de la Plaza Tienan¬ men no dudarán en reprimir a la oposición una vez más. La jefatura está obsesionada con la idea de que el co¬ munismo fracasó en la Unión Soviética porque los líderes soviéticos no supieron aplicar efectivamente la fuerza militar. Al parecer, los comunistas chinos están decididos a probar que son superiores a los soviéticos en ese as¬ pecto. El único comentario que los dirigentes comunistas chi¬ nos han hecho sobre los dramáticos acontecimientos en la URSS es que se trata, estrictamente, de "un asunto in¬ terno" del Kremlin. Han querido decir con eso que ellos no tienen nada que aprender del fracaso soviético. Permitir que un pueblo prospere a través del ejercicio de su libertad individual e iniciativas colectivas no es, desde luego, un "asunto interno". Es un deseo natural y universal que la Humanidad, a través de toda la Historia, ha tratado de satisfacer. Resulta increíble que, en esta era de iluminación, los comunistas chinos pongan una venda sobre sus ojos y se atribuyan el derecho de dirigir en forma absoluta las vidas de mil 200 millones de personas. El hecho de que cierren filas para prevenir cualquier fisura en el sistema que justifica su autoproclamada om¬ nipotencia es prueba suficiente de que sus días están con¬ tados. Sin embargo, antes de que la fuerza de las transfor¬ maciones haga explosión en China continental, el Go¬ bierno en Taiwan debe estar alerta a las acciones drásticas que Pekín pueda tomar para mantenerse aferrado al poder. Esto es especialmente importante en un momento en que la libertad garantizada a los 20 millones de habitantes de la isla es lo suficientemente amplia como para permitir que los promotores de la independencia de Taiwan den a conocer su punto de vista. Este movimiento preocupa a los comunistas chinos, así como al Gobierno de la República de China concierne garantizar el derecho de libertad de expresión de su pueblo y mantenerse fiel al principio de que Taiwan es parte indivisible de la nación. Por eso Taipei debe estar alerta para que Pekín no tome como excusa las declara¬ ciones ni las acciones de los independentistas para repetir sus amenazas de invasión.