06/05/2024

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Más fuerte a los 80

16/10/1991

Hace ochenta años, lo padres fundadores de la República de China abrieron una nueva era para el pueblo chino, al proclamar el nacimiento de un gobierno republicano basado en la democracia constitucional.


Su declaración histórica significó el fin del despotismo manchú y el inicio de un gobierno constitucional construido sobre el ideal de un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.


El Doctor Sun Yat-sen y sus seguidores revolucionarios no tenían la más mínima idea de lo complejo que sería reconstruir un país sobre el concepto de la democracia. Siglos de opresión bajo la corrupta dinastía habían traído la pobreza y el atraso al pueblo chino. Con el nuevo sistema, el desarrollo nacional tuvo que comenzar desde el mismo suelo.


Fue una tarea ardua y, a veces, desalentadora para uno de los países más poblados del mundo. En toda Asia, no había ni un solo modelo de república que imitar. Y las experiencias occidentales eran muy ajenas al especial ambiente chino de entonces.


Afortunadamente para China y los chinos, el Doctor Sun tuvo la altura de mira suficiente y redactó un borrador para el desarrollo nacional en su monumental manifiesto San Min Chu-I (Los tres principios del pueblo).


Pero los problemas no acabaron ahí. Desafortunadamente, el proceso constructor de China se vio afectado en diferentes intervalos por la rebelión interna, la agresión japonesa, la Segunda Guerra Mundial en el Océano Pacífico, y el oportunismo de los comunistas chinos que se levantaron justo en el momento en que el Gobierno acionalista hacía frente a la situación internacional.


En 1949, el Generalísimo Chiang Kai-shek hizo de Taipei la capital temporal de la República de China, con el fin de preservar el programa constitucional esbozado por el Doctor Sun Yat-sen.


Esa fecha marcó el inicio de cuatro décadas de estabilidad y seguridad, en las cuales se lograron las metas revolucionarias de los chinos que derrocaron a los manchúes.


Hoy en día, la República de China es el décimo quinto país que más comercia en el mundo. De su pobreza inicial, ha pasado a ser uno de los más ricos del orbe, con reservas en divisas extranjera superiores a los 70 mil millones de dólares estadounidenses.


No sólo eso. Los 20 millones de habitantes de Taiwan tienen un ingreso per cápita anual de ocho mil dólares, cifra que probablemente se duplicará en 1997, cuando estén terminadas todas las obras del Plan de Desarrollo. Nacional de Seis Años, un proyecto colosal cuya inversión asciende a 303 mil millones de dólares.


Los objetivos principales de este programa son mejorar la calidad de vida de la población de Taiwan, dar ímpetu a la industria y equilibrar el desarrollo de las diversas regiones. Como resultado, la isla quedará en su mejor forma para convertirse en un centro asiático de las finanza ,el transporte y la informática.


La tendencia actual del mundo entero hacia la democracia y la libre empresa es una prueba de que la República de China ha estado en el sendero correcto durante sus 80 años. Para sus dirigentes y su pueblo entero no hay dudas de que, con estos principios, la República de China alcanzará un grado aún mayor de progreso en los años inmediatos que vienen.

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