Ningún otro país del mundo ha tenido que hacer frente a presiones atemorizadoras y amenazas a su política exterior como la República de China a lo largo de las cuatro últimas décadas. El sabotaje y el boicot de los comunistas chinos han sido lo más dañino. Pekín ha conspirado para limitar el margen de maniobra de la República de China en la comunidad internacional de todas las maneras posibles.
Una argucia de los comunistas chinos ha sido lo más eficaz para anular la actividad diplomática del Gobierno radicado en Taipei: insistir en que cada país que establezca relaciones diplomáticas con el régimen pequinés acepte que a la República de China en Taiwan se le reconozca ólo la condición de gobierno local bajo la soberanía de Pekín. En los primeros diez meses de este año, más de 20 naciones han reafirmado esta aceptación al firmar acuerdos con el régimen comunista.
Además, desde que obligó a la República de China a salir de las Naciones Unidas hace 20 años, Pekín también se ha esforzado en que se expulse a Taipei de muchas organizaciones internacionales o se le prohíba el ingreso en ellas. Tal intimidación de las potencias internacionales ha obligado, por tanto, a la República de China, a lo largo de los años, a rebajar su título oficial al de "Chinos Taipei" en sus relaciones con muchos organimos internacionales, así como a emplear el nombre de "Taiwan" al promover sus actividades comerciales en el exterior.
El pragmatismo paradigmático persistente de la República de China ante tal presión, por tanto, ha abierto en las relaciones internacionales un nuevo camino del que los libros de texto aún tienen que tomar nota en exhaustivo detalle. Aun cuando el Gobierno situado en Taipei tiene relaciones diplomáticas oficiales con sólo 29 estados, ha desarrollado una fórmula mediante la cual mantiene una "diplomacia sustancial" con muchos países más al proporcionarles los medios de realizar intercambios comerciales y culturales con Taiwan sin tener que empantanarse en disputas con Pekín respecto al título oficial de la República de China.
Hasta la fecha, Taipei ha logrado romper el bloqueo diplomático de Pekín estableciendo relaciones comerciales con unos 200 países, alcanzando tal volumen de comercio internacional que ha situado a Taiwan en el puesto 15 entre los mayores países comerciantes del mundo. En la actualidad, la República de China está afiliada a 779 organizaciones internacionales de todo tipo.
Ha sido difícil para el laborioso, libre y tenaz pueblo de la República de China y su democrático Gobierno conseguir un lugar en la escena internacional y mantenerse en él. Continúa siendo difícil y es un proceso que merece más estudio académico por parte de quienes se dedican a investigar la política mundial.
-Michael Chang