19/05/2024

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MONGOLIA, SU lMPACTO EN LAS RELACIONES PEKIN-MOSCU- WASHINGTON

16/02/1987
Por Luis M. Chong L.
(Final)

La penetración soviética en Mongolia se inició con la entrada de  tropas rusas en 1921. Una revolución comunista al estilo soviético condujo a la proclamación dudosa de la "República Popular de Mongolia" y su ciudad capital, Urga, fue cambiada a Ulan Bator, que quiere decir "Héroe Rojo". A partir de 1929, el pueblo mongol se ha pronunciado en estado de rebeldía en contra de la opresión comunista. Durante la II Guerra Mundial, se desvió la resistencia hacia la lucha contra la amenaza del avance japonés. Al concluir la II Guerra Mundial, la Unión Soviética retorna con posición de dominio más consolidado aun por medio del Acuerdo de Yalta.


La ruptura entre los soviéticos y los comunistas chinos en la década de los sesenta elevó la tensión en Mongolia Exterior. El reacercamiento entre las dos potencias comunistas ha encontrado precisamente en Mongolia, uno de los tres principales obstáculos a la "normalización" de las relaciones entre ellas.


En julio de 1985, el líder soviético Mikhail Gorbachov prometió en Vladivostok que retiraría un "número sustancial" de tropas soviéticas estacionadas en Mongolia. Obviamente, la declaración de Gorbachov constituye parte de su ofensiva de paz, dirigida enforma particular a China comunista y los Estados Unidos.


Como satélite de los soviéticos, Mongolia Exterior adopta entendiblemente una actitud agresiva hacia China comunista tras la ruptura entre las dos potencias comunistas. Pero en los últimos meses, Mongolia ha cambiado su actitud y desde principios de 1985, ha suscrito con China comunista un acuerdo de aviación civil, un protocolo de comercio a largo plazo y un acuerdo consular. También ha iniciado un programa de intercambio cultural y deportivo con China comunista. Por primera vez, desde la Revolución Cultural, se proyectó una película china en Mongolia ello. de octubre de 1985, aniversario de la toma comunista del continente chino.


Muy a pesar de ese cambio de actitud, Mongolia mantiene básicamente una actitud sospechosa de las intenciones de los comunistas chinos. El primer vice-ministro de relaciones exteriores de Ulan Bator, Damaryn Yondon declaró recientemente que "a través de los siglos, siempre que China fue fuerte, usó su fuerza para dominar o llevar a cabo agresiones contra sus vecinos. En la actualidad, China comunista es unfuerte poderío militar con armas nucleares, y está desarrollando rápidamente su poderío industrial con lazos militares con los Estados Unidos y Japón. " Cuando su homólogo chino-comunista, Liu Shu-ching visitó Ulan Bator en Agosto de 1985, la primera visita de un alto oficial chino-comunista en 20 años, se le comunicó que existen dos precondiciones para un completo retiro de tropas soviéticas: China comunista debe retirat primero sus tropas en la frontera sino-soviética bien "dentro del territorio chino", y a la vez deberá renunciar públicamente a cualquier reclamo sobre Mongolia.


China comunista, por su parte, ha convertido a Mongolia Exterior en una prueba sobre la "sinceridad soviética ". Así, espera ver cuándo y cuántas seran las tropas soviéticas retiradas de territorio mongol. Simultáneamente, Mongolia está tratando de poner condiciones virtualmente imposibles de realizar para evitar un retiro total de las tropas soviéticas. Un caso concreto lo tenemos en las precondiciones ya mencionadas, expuestas al "vicecanciller" chino-comunista.


En vista de la aparente reconciliación que recientemente ha mostrado China comunista hacia la Unión Soviética, Estados Unidos ha comenzado también negociaciones para establecer relaciones diplomáticasformales con la Mongolia Exterior. Estados Unidos, que ha rehusado reconocer la legalidad del régimen en Mongolia Exterior por más de 55 años, está ahora reconsiderando su anterior postura en obvia preocupación por sus opciones en Asia, en momentos que China comunista se mueve de nuevo al lado soviético.


Washington y Ulan Bator coinciden en sus deseos que no hayan mayores cambios en la presencia de tropas soviéticas en la frontera sino-soviética. Si Ulan Bator considera que dichas tropas son una protección contra China comunista, Washington teme que las tropas soviéticas evacuadas del Asia serán relocalizadas en contra de las tropas de la OTAN en Europa. Por esta razón se especula que las perspectivas para la normalización de relaciones entre EE. UU. y Mongolia Exterior, son mejores ahora que nunca antes desde la revolución mongola de 1921.


En el pasado, los intentos de establecimiento de relaciones formales entre ambas partes fueron frustrados por la insistencia de EE. UU. de colocar un destacamente de infantes de marina como guardia de su embajada en Ulan Bator y el rechazo absoluto de "fuerzas extranjeras" en su suelo por Mongolia. En la actualidad, Mongolia parece estar dispuesta a aceptar que EE. UU. aposte infantes de marina para resguardar su embajada. Fuentes mongolas indicaron que la "cuestión de los 'marines' ya no constituye un asunto político".


Perspectivas politlcas. Resulta cada vez más obvio que en el triángulo de intereses Pekín-Moscú-Washington, una de las últimas cartas sacadas a relucir es nada menos que Mongolia Exterior, hasta hace poco casi olvidada. Su posición geo-estratégica y las particularidades de su realidad, la han convertido en una región de alto interés para el balance de fuerzas entre las superpotencias en el Asia .


En el pasado, Moscú se cuidaba mucho de proteger a sus aliados menores y rehusaba discutir con China comunista los asuntos relacionados con terceras naciones. Sin embargo, en su visita a Pekín el 5 de octubre de 1985 el viceministro soviético de Relaciones Exteriores Igor Rogachev anunció que la URSS está dispuesta a discutir "todos los asuntos" directamente con China comunista.


El cambio aparente en la actitud soviética debe haber creado profundos resentimientos en Mongolia Exterior, que se refleja en la súbita flexibilidad adoptada por los mongoles. Así, los mongoles han hecho gestos para fortalecer sus lazos con los comunistas chinos, al mismo tiempo que trata de reforzar su posición en contra de China comunista. De llegarse a normalizar sus relaciones con Estados Unidos, Mongolia procurará fortalecer su "independencia" y ganar más presencia diplomática en el ámbito internacional.


China comunista aprovecha también su presente reacercamiento con la URSS para explotar ganancias de uno y otro bando. De los soviéticos ha tratado de extraer un mayor compromiso que pueda inducir a los EE. UU. a dar mayores concesiones en su intento por mantener un nivel adecuado de relaciones con China comunista. Es obvio que Moscú no irá a caer en las manos de los chinos comunistas solamente por los mongoles, pero tampoco permitirá que un asunto menor se interponga a las posibilidades de una renovada alianza con China comunista.


La mejor posición que puede adoptar Estados Unidos, es buscar en forma independiente establecer las relaciones que sean factibles con Mongolia Exterior, al mismo tiempo que permanece vigilante, pero no alarmado ante el mejoramiento de las relaciones soviéticochino comunistas. Estados Unidos debe adoptar una posición prudente en sus tratos con China comunista, no cediendo en asuntos de vital importancia para su propia seguridad. En un futuro previsible, el acomodamiento entre los comunistas chinos y soviéticos será limitado, dado que ambos ejes comunistas persiguen ambiciones hegemónicas.

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