Las actividades para conmemorar el 150º Aniversario de la Evangelización de Taiwan culminaron en la tarde del 21 del presente mes con un acto solemne en el Estadio de Linkou, distrito de Taipei, en el que participaron más de 20 mil fieles.
El evento, denominado Celebración del 150º Aniversario de la Evangelización de Taiwan (1859-2009): una ceremonia de testimonio y acción de gracias, contó con emotivas presentaciones de cantos y danzas ejecutadas por coros de las diferentes diócesis del país, así como grupos aborígenes. También se presentaron varias grabaciones en video donde se hacen un breve resumen histórico del desarrollo de cada una de las diócesis en que se divide el país.
El invitado de honor de la ocasión fue el presidente Ma Ying-jeou, quien reveló en su discurso cómo solía asistir a misa junto con su abuela a la parroquia de Wanhua, en la ciudad de Taipei. Allí pudo conocer la dedicación y espíritu misionero del clero católico en su labor apostólica en Taiwan.
Ma también hizo un reconocimiento público de las múltiples contribuciones de la Iglesia al desarrollo socioeconómico de la isla, resaltando que en el último siglo y medio, ha construido cinco universidades y colegios superiores, 29 colegios secundarios y 11 escuelas primarias, así como 166 orfanatos y numerosas instituciones médicas y de bienestar social en Taiwan.
El Mandatario también manifestó que desde que asumió el cargo en mayo del año pasado, ha procurado mejorar las relaciones con China continental, reafirmando sus esfuerzos para rebajar la tensión entre Taiwan y el territorio continental de China, en respuesta al llamado del Papa Benedicto XVI por la paz universal.
Después del acto de testimonio, se procedió a la celebración de una misa solemne de acción de gracias. La misma fue oficializada por el cardenal Jozef Tomko, prefecto emérito de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, y enviado especial del Santo Padre a las celebraciones del 150º aniversario de la evangelización de Taiwan.
Acompañaron al purpurado el obispo John-Baptist Tseng Chien-tsi, auxiliar de la diócesis de Hualien; y el padre Rubén Martínez, O.P., párroco de la Basílica de la Inmaculada en Wanchin, diócesis de Kaohsiung
En su sermón, el cardenal Tomko manifestó: “Concluir las celebraciones del 150º aniversario de la evangelización de Taiwan con la fiesta de Cristo Rey tiene un significado especial para nosotros. Es un nuevo llamado para continuar y para reencender los esfuerzos por la evangelización, lo que significa construir el reino de Jesucristo. Todos los miembros de la Iglesia están llamados a colaborar con este esfuerzo de manera personal: niños, jóvenes, laicos, familias, personas consagradas, sacerdotes y Obispos (incluyendo los Cardenales)”.
Las celebraciones conmemoran la llegada a Taiwan de los religiosos dominicos, Fernando Sainz Morales, José Dutras y otro no identificado, acompañados por cinco catequistas laicos chinos en mayo de 1859. Ellos desembarcaron en Kaohsiung, llamada entonces Takao (Mataperros), y procedieron a erigir la primera iglesia construida en la “Isla Hermosa”, hoy catedral de Kaohsiung; y posteriormente la actual Basílica de la Inmaculada en Wanchin, declarada monumento histórico.
Una de las actividades más importantes de las celebraciones que se iniciaron en agosto del año pasado, fue la procesión de la Virgen, proveniente de la Basílica Menor de Wanchin, que recorrió casi todas las parroquias de la isla. También se realizó un diálogo ecuménico caracterizado por varios encuentros de oración y diálogo interreligioso, involucrando a católicos, protestantes y budistas.
Estrictamente hablando, se trataría de la segunda evangelización de Taiwan, ya que los primeros intentos de actividad misionera en la isla fueron en 1625, pero la misión fue clausurada con la llegada de la dinastía Qing y el recobro de la isla de manos de los gobernantes pro-Ming.