Taiwan Today

Después de que el equipo de gimnasia de la República de China en Taiwan participara en el Campeonato Asiá­tico Junior de Gimnasia que se llevó a cabo en Pekín apenas hace dos semanas, una delegación oficial encabe­zada por la Ministra de Hacienda, Dra. Shirley Kuo, y compuesta por doce miembros, llegó a la capital de China continental para asistir a la 22 reunión del Banco Asiático de Desarrollo. Es la primera vez desde hace 40 años que funcionarios del Gobierno de la República de China visitan China continental, constituyéndose así un evento de gran espectativa para los medios de comunicación internacional y para los analistas de la política internacional, que lo juzgan su­mamente positivo en el sentido de que la presencia de una delegación oficial en territorio bajo la jurisdicción del régimen de "China Roja" ha marcado un nuevo hito para un posible acercamiento entre los dos gobiernos a ambos lados del Estrecho de Taiwan. Da la sensación de que una especie de distensión está surgiendo entre estos regí­menes antagónicos durante los últimos cuarenta años. Consideramos conveniente constatar que el simple hecho de asistir a una reunión del Banco Asiático de De­sarrollo que tiene lugar en Pekín, no significa un cambio en la política del Gobierno de la República de China (Taiwan) en relación al régimen comunista chino. Tal como ha aseverado reiteradamente el Gobierno de la Re­pública de China en Taiwan, los esfuerzos de nuestro país para participar en los asuntos internacionales, fomentar la cooperación internacional y el desarrollo global, son in­discutibles. En tal sentido, la visita de la Ministra de Hacienda, Dra. Kuo, a China continental sólo corresponde a la actual política exterior de la República de China de di­namizar y activar nuestra participación en los foros inter­nacionales y contribuir de esta manera a la prosperidad y al desarrollo del mundo entero. La presencia de la Mi­nistra Kuo, en calidad de Gobernador del ADB (Banco Asiático de Desarrollo) y Jefe de la delegación de la Repú­blica de China, se atiene estrictamente a las actividades auspiciadas por el ADB. El movimiento estudiantil que se está llevando a cabo en Pekín, en demanda de mayor democracia y libertad ante el Gobierno comunista chino, sigue en aumento, Y cada vez hay más y más universitarios de otras regiones de China continental que han manifestado su solidaridad con los universitarios de Pekín. Este acontecimiento, la revuelta estudiantil de mayor envergadura en los últimos diez años, ha puesto en entredicho la efectividad y credi­bilidad en la política de apertura iniciada por el Gobierno comunista chino. En realidad, la reacción de los estu­diantes universitarios de Pekín no sólo trata de presionar a las autoridades del Gobierno comunista chino a fin de que se aplique el sistema democrático y libre en toda China, sino también reevaluar y criticar el mismo sistema comunista. El régimen de Pekín ha de entender que tanto los intelectuales, los estudiantes, como los trabajadores podrían unirse en un frente común, creando un nuevo partido po­lítico que pondría en graves problemas al Partido Comu­nista Chino, según dice el Washington Post en su editorial del domingo 30. A pesar de las maniobras de Pekín por eludir el pro­blema diciendo que están dispuestos al diálogo, los estu­diantes han declarado invalidas las reuniones con las autoridades, ya que estas "sólo tratan de ganar tiempo y de persudirles que vuelvan a las aulas sin ninguna promesa sincera de emprender reformas a fondo", informaba el co­rresponsal del Post, Daniel Southerland, desde Pekín.