Una madre muy afligida visita al pediatra con su niño, rogándole al médico:
-Por favor, doctor, examine a mi niño y dígame qué es lo que tiene.
El pediatra, tras examinar al niño, le responde:
-No es de preocuparse señora, solamente está resfriado y con unos días de descanso y tomando bastante agua se mejorará en forma natural.
La señora no muy convencida por lo que le dice el pediatra, vuelve e insiste:
-A ver doctor, ¿no tendrá algún medicamento caro? Un medicamento de esos que curan rápidamente.
El doctor le recalca:
-Para los resfriados no existen medicamentos de acción rápida, lo necesario es descansar.
La señora sigue insistiendo y el pediatra trata de convencerla con el ejemplo de un incendio.
-Señora, cuando les informan de un incendio, los bomberos tratan primeramente de analizar el alcance del siniestro y de acuerdo a sus dimensiones, deciden qué equipo usar. Si es pequeño, sólo usan extinguidores portátiles. Si es mediano, recurren a los carros-bombas y si es de grandes proporciones, llaman recién a los helicópteros para que ayuden a combatir las llamas.
-Eso es precisamente lo que quiero, doctor, que use los helicópteros para curar el resfriado de mi niño, responde la señora entusiasmada.