07/05/2024

Taiwan Today

Noticias de Taiwán

Implicaciones internacionales de la masacre de Tienanmen

16/06/1989
La despiadada represión contra los manifestantes pro-democráticos en la Plaza Tienanmen ha dejado consternada a la humanidad entera. Con la muerte de Mao Tse-tung en 1976, la purga de la Pandilla de Cuatro poco después, la rehabilitación de Teng Hsiao-ping el año siguiente, y la política aperturista que se adoptó a fines de la década de los setenta; China comunista comenzó a proyectar interna y externamente una falsa sensación de más sensatez y humanismo en sus políticas y procedimientos. Bajo este marco de realidades, el pueblo continental que ha estado oprimido por una dictadura comunista de corte totalitaria durante tanto tiempo, comenzó a sentir que era propicio manifestar sus reprimidas ansias por una vida mejor, en libertad, democracia y prosperidad. Hace un par de años, comenzaron a surgir movimientos pro-democráticos organizados que adquirieron un rápido auge por todo el territorio continental. Alarmados por la presencia de manifestaciones estudiantiles a diario durante más de un mes, y la amenaza de continuar con esas manifestaciones hasta casi finales del presente mes; las autoridades chino-comunistas decidieron recurrir al uso de las armas para reprimir brutalmente a los estudiantes pro-democráticos reunidos en la Plaza Tienanmen. La masacre desatada por las autoridades comunistas en China continental suscitó instantáneamente el repudio de la ciudadanía en toda la nación y la condena mundial. El régimen comunista quedó desprovisto de toda legitimidad para seguir administrando el territorio continental y perdió toda credibilidad en el ámbito internacional. China comunista demostró una vez más que sigue siendo un régimen totalitario que se sostiene con el caño de los fusiles. La repercusión internacional del incidente en la Plaza Tienanmen tiene profundas implicaciones en el inestable panorama mundial, donde una frágil apariencia de tranquilidad tan difícilmente lograda en los últimos meses se ve amenazada de nuevo, con la aparición de nuevos nubarrones de tormenta en la permanente lucha entre la democracia y el totalitarismo. Desde que Teng Hsiao-ping iniciara la campaña contra la "liberalización burguesa" después de las manifestaciones estudiantiles a fines de 1986, el régimen ha ido afilando sus garras para reprimir las ansias del pueblo. Esta vez, la represión ha sido más directa y fuerte. El así denominado "Ejército de Liberación Popular" avanzó impunemente sobre el pueblo desarmado, aplastando la voluntad popular y cambiando la imagen internacional del régimen de Pekín. China comunista se encuentra en una encrucijada histórica muy difícil que ha surgido de su intento de llevar a cabo una reforma en el campo económico, sin alterar las estructuras socio-políticas. Su aparente aperturismo en los últimos años le ganó acceso casi irrestricto al escenario mundial. Los países occidentales se habían volcado en su casi totalidad para ayudar a China comunista. Pero la confianza y acercamiento que logró forjar tan difícilmente con el mundo occidental, posiblemente desaparezcan del todo como consecuencia de su cruento accionar. En forma universal, los países civilizados han manifestado su repudio y han tomado medidas concretas para patetizar su desaprobación y condena hacia el sanguinario régimen. Las manifestaciones estudiantiles estaban atacando la corrupción, dictadura y nepotismo del régimen comunista; pero nunca insistieron en el derrocamiento del mismo. Solamente exigían una reforma en su estilo de trabajo, pero fueron severamente reprimidas. En el marco regional, China comunista no sólo se ha desacreditado ante sus vecinos, sino que ha puesto en peligro muchos delicados arreglos y negociaciones que conducen a una mayor estabilidad en el continente asiático. La República de China en Taiwan, que si bien no se había pronunciado oficialmente al respecto, había estado observando cuidadosamente el desarrollo de los eventos en China continental en los últimos años. El Gobierno de la República de China hizo un cambio de su política hacia el territorio continental hace un par de años y procuraba llevar adelante un esquema para poder hallar una solución práctica al problema de la unificación de China. Pero, ante los últimos acontecimientos, queda poco en qué basar las potencialidades de un eventual arreglo pacífico entre ambos lados del Estrecho de Taiwan. El Gobierno de la República de China en Taiwan ha sostenido siempre una política definitivamente anticomunista, pero ha adoptado recientemente una postura más pragmática en el manejo de sus asuntos con el territorio continental. La historia del régimen chino-comunista muestra claramente que los chinos comunistas invariablemente recurren a la provocación de un conflicto interno cuando se encuentran acosados por una terrible crisis interna. En 1958, tras el fracaso del delirante esquema de las "Tres banderas rojas", China comunista lanzó un intenso bombardeo contra las islas de Quemoy y Matsu. La República de China pudo repeler muy oportunamente este intento de invasión comunista. La crisis económica que afectó a China comunista a inicios de la década de los sesenta forzó al régimen a desatar una guerra fronteriza con India en octubre de 1962. Con el desorden generado por la nefasta "Revolución Cultural", el régimen de Pekín encontró un chivo expiatorio en la Unión Soviética. Con la "Revolución Cultural", China comunista comenzó a acusar de revisionistas a los soviéticos, produciéndose choques fronterizos armados con la URSS en 1969. Recientemente, ante el cisma creado por la purga de la Pandilla de Cuatro, la llegada al poder del enigmático Hua Kuo-feng y la rehabilitación de Teng Hsiao-ping, China quiso desviar la atención interna mediante la pretensión de una "política de gran potencia". Así, el régimen de Pekín ordena la invasión a Vietnam a inicios de 1979. En vista de todas esas realidades históricas, la reciente crisis de China continental no deja de preocupar a sus vecinos en general y al área de Taiwan en particular. ¿Cuál será el próximo blanco del golpe externo del régimen destinado a desviar la atención del pueblo descontento con cuatro décadas de abusos y desatinos por el gobierno comunista? Taiwan está preparada para contrarrestar un ataque desde el territorio continental y conoce que bien podría ser una excusa del régimen para desviar la atención de sus manos manchadas de sangre. China comunista está al tanto de cuán costoso sería una aventura militar de este tipo, ya en el pasado ha sufrido de terribles derrotas al intentar invadir Taiwan. Por lo tanto, es poco probable que recurra a esa forma de aventurismo. Aparte de la amenaza de una posible invasión, Taiwan tiene que encarar la posibilidad de un éxodo masivo de refugiados desde el territorio continental caso de que continúe el desorden y la intranquilidad, o el régimen refuerze sus medidas represivas. La República de China en Taiwan continuará desarrollando su economía y fortaleciendo su sistema democrático y constitucional para que se transforme en una fuente de inspiración y faro de esperanza para los 1.100 millones de chinos dentro del territorio continental. Esto, naturalmente es algo que no resulta del todo agradable para los dirigentes comunistas. De los otros países asiáticos, India y Vietnam son las más preocupadas por la actual situación, ya que con anterioridad habían tenido experiencias desagradables como resultado de crisis internas en China continental. Vietnam ha optado por manifestar su apoyo a las medidas represivas. Esto se entiende fácilmente, debido a la postura expansionista que ha adoptado el régimen vietnamita y su política interior represiva. Además, al ser aliado cercano de la Unión Soviética, Vietnam procura no contradecir la perestroika y el glasnost de su mentor. En India, el sentimiento generalizado en contra del régimen chino-comunista queda reflejado en un comentario del Hindustan Times que advierte que "el mundo... debe tener cuidado particularmente con aquellos que pueden matar personas hoy, prometiéndoles un mañana mejor". Si bien el Gobierno hindú ha hecho gestos para mejorar sus relaciones con China comunista, es evidente que se preocupa por la actual situación en el territorio continental, al seguir técnicamente en disputa con el régimen por asuntos limítrofes y haber sufrido de la agresión chino-comunista. El aclamado poeta hindú, Vikram Seth expresa el sentimiento de su pueblo en torno a la masacre de Tienanmen en el siguiente verso: Ningún milagro irá nunca a limpiar la memoria, bestial y obscena de aquellos que, habiendo engañado su confiar crecieron envueltos en terror y deseos de poder y ordenaron abrir fuego en la plaza sobre personas desarmadas por doquier. Personas valientes que buscan ser libres de la podredumbre, de la tiranía. El resto de los países asiáticos condenaron fuertemente al régimen por su acción genocida. El único régimen que ha permanecido en silencio es Corea del Norte, meca del terrorismo mundial y principal aliado de China comunista en sus negocios oscuros. La crisis que actualmente afecta China continental podría tener serias consecuencias sobre las perspectivas de un arreglo al problema de Camboya, a pocas semanas de celebrarse una conferencia internacional sobre el asunto. China comunista ha estado apoyando al Khmer Rouge y existen especulaciones en dos sentidos: Primero, el debilitamiento diplomático de China comunista podría darle una posición más ventajosa a Vietnam, que invadió Camboya a fines de 1978. Y segundo, podría repetirse la sangrienta matanza que hizo años atrás el Khmer Rouge, motivada ahora por la debacle de Tienanmen. El golpe más serio que ha recibido China comunista viene de la suspensión y congelación de relaciones por parte de las potencias occidentales, en especial de EE.UU. China comunista ha estado recibiendo un abundante flujo de asistencia económica, científica, tecnológica, y educativa para llevar adelante sus Cuatro Modernizaciones. Ahora, incluso los EE.UU., que en el pasado acostumbraba adoptar una actitud tolerante en torno a las violaciones de los derechos humanos en China continental, ha reaccionado enérgicamente en contra de la brutal represión del régimen comunista. EE.UU. ha suspendido todos sus programas de ayuda militar y el Presidente Bush ha anunciado sanciones más duras. Los países de la Comunidad Económica Europea también han congelado sus relaciones con China comunista en repudio a su represión contra las manifestaciones estudiantiles. El repudio casi universal en contra de la masacre de Tienamen tendrá repercusiones extensas en China comunista, país que tiene grandes problemas económicos y está en urgente necesidad de inversiones, asistencia y comercio con el mundo exterior. El régimen de Pekín ha asegurado que no cambiará su política de "puertas abiertas", pero al parecer es solamente una artimaña, ya que ha procedido a cerrar sus puertas últimamente. Si se fortalece la solidaridad internacional con la causa del pueblo chino avasallado por tanques y fusiles, el colapso del régimen comunista será acelerado. De esta forma, el pueblo chino obtendrá su verdadera liberación y se habrá mejorado el ambiente internacional para una más permanente paz mundial.

Popular

Más reciente